Opinión

El Racismo Whitexican: de la “negrita” de los hot cakes a los Tenoches de Chumel




junio 23, 2020

El comediante chihuahuense explota el racismo de su público recurriendo a estereotipos y clichés que refuerza los prejuicios y la discriminación… los detractores panistas e intelectuales derechistas trataron de encuadrar el debate como uno de libertad de expresión y censura

Por Eduardo Barrera Herrera

Chumel Torres. Fotografía tomada de su cuenta en instagram

Dos importantes decisiones anunciadas en los últimos días: HBO decide suspender hasta nuevo aviso el programa de Chumel Torres y López Obrador anuncia que la nueva titular de Conapred (u órgano que asuma dicha función dentro de Segob) será una indígena.

Ambas decisiones provocaron diversos vectores virales en las redes. Desde la senadora panista y sobrina de Calderón, Mariana Gómez del Campo, quien twitteó que lo de Chumel no era racismo sino LIBERTAD DE EXPRESIÓN (sic) y que era víctima de la censura. León Krauze lamentó que HBO no continuara con su “tradición” de humor “irreverente”. Kenia López Rabadán (PAN) afirmó que el nombramiento de una indígena “es un insulto a la inteligencia de las mujeres”.

Los derechistas más conspiranoicos, concluían que López Obrador fue el causante de la cancelación de Chumel.

HBO es parte de WarnerMedia, corporación propietaria de CNN, la cual sistemáticamente ataca a López Obrador en su barra de noticias y mesas de panditas de CNN en español, y que sí canceló “Lo que el viento se llevó” por sus representaciones racistas. Esta es el filme más taquillero (ajustado a la inflación) de todos los tiempos, por encima de Avengers, Star Wars, Avatar y Titanic.

La palabra “irreverente” es frecuentemente sobreutilizada por la derecha, como es el caso de un opinólogo regiomontano que se hace llamar precisamente así por criticar al Ejecutivo, aunque tiene ligas a la cúpula empresarial, la cual le ha llegado a filtrar datos falsos para atacar proyectos federales.

La irreverencia tiene una larga tradición en occidente, desde Diógenes el Cínico, hasta los graffiteros y artistas como Banksy, pasando por la Commedia dell’Arte, el Teatro Bufo, los poetas malditos y las vanguardias entre las dos guerras mundiales (salvo el futurismo fascista en Italia). Lo que tenían eses irreverentes, y carece Chumel, es que esa irreverencia criticaba las estructuras de dominación y explotación, mientras que el comediante chihuahuense explota el racismo de su público recurriendo a estereotipos y clichés que refuerza los prejuicios (o los genera en el público joven) y la discriminación.

El racismo es una ideología que es una categoría del racialismo.

El racialismo es la creencia en la existencia biológica o genética de diferentes grupos por su fenotipo, cuando desde hace un par de generaciones el consenso entre les científiques es que las razas no existen. El racismo es el racialismo que jerarquiza las razas en una escala de superioridad.

Hace un par de siglos, la taxonomía binomial clasificaba cuatro especies de humanes: Europeanus albus, Asiaticus luteus, Americanus rubedus y Africanus nigredus. De la misma manera, Edmund Burke estratificaba las civilizaciones racialmente: Europa, Asia, América y África. Irónicamente, el racismo existe y es efectivo, aunque las razas no existan.

El problema de fondo y la razón de la efectividad de esta ideología es que la población racista no se reconoce como tal porque tienden a naturalizar un orden simbólico arbitrario, o, en palabras de Althusser, “la ideología nunca dice soy ideológica”. Aún sectores ilustrados del público hacen una apología de Chumel porque “es solo humor”. Freud aclaraba que el chiste nunca es un juicio desinteresado. Si bien Marx resumía la ideología en “lo hacen y no saben por que lo hacen”, Žižek, siguiendo a Sloterdijk, subraya que en la razón cínica, “lo saben y como quiera lo hacen”.

Esos órdenes simbólicos siempre son relacionales. Una mestiza puede ser vista como blanca en relación con las indígenas, pero como “mujer de color” frente a las anglosajonas. Eso es lo que enfatiza la cuenta de Twitter Cosas de Whitexicans @LosWhitexicans que se describe como “Humor negro sobre gente blanca #Whitexicans”.

Además de la cancelación de Chumel y “Lo que el viento se llevó” por HBO, se han derribado numerosas estatuas de Colón, Oñate, Fray Junípero, Leopoldo II, Teddy Roosevelt, et al. La desaparición de los personajes de Aunt Jemima en los productos de Quaker y Uncle Ben en el arroz de Mars siguieron los pasos de la sexualizada indígena blanqueada de la mantequilla Land O’Lakes.

El derrumbe de las estatuas y movimientos como #BlackLivesMatter, usan lo que Gayatri Spivak denomina “esencialismo estratégico” en una operación identitaria que amarra en la construcción narrativa del blanco como el otro opresor histórico.

Cuando Vicente Fox decidió imprimir timbres postales conmemorativos por el aniversario 60 del personaje de Memín Pinguín en el 2005, la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) acusó al gobierno mexicano de promover representaciones racistas. Hasta la propia Casa Blanca de G.W. Bush hizo eco de estas acusaciones. En México, intelectuales de todo el espectro político se lanzaron a negar que Memín fuera racista.

Elena Poniatowska hasta aludió a la Aunt Jemima en su apología del personaje: “Durante los años de existencia de Memín Pinguín, en México nadie se ha sentido ofendido, inclusive es un personaje muy querido. No entiendo por qué ahora se desata esto. ¿Por qué en EEUU no se han sentido ofendidos, por ejemplo, con la negrita que aparece en las cajas de harina para hot cakes?”


Poniatowska ignoraba que, por décadas, múltiples intelectuales y organizaciones protestaron el uso de representaciones racistas en productos y establecimientos comerciales. Esa imaginería racista ha sido curada por el Jim Crow Museum of Racist Memorabilia en la Ferris State University de Michigan.

Poniatowska continuó: “En nuestro país la imagen de los negros despierta una simpatía enorme, que se refleja no sólo en personajes como Memín Pinguín, sino en canciones populares. Hasta Cri-Cri creó su “Negrito Sandía”. En México, a diferencia de lo que sucede en Estados Unidos, nuestro trato hacia los negros ha sido más cariñoso”.

Los personajes citados por la escritora son latentemente racistas y se debe distinguir entre el racismo abierto de odio y linchamientos del KKK endémico en el sur esclavista de los EEUU, de lo que Stuart Hall llamó racismo inferencial, que reproduce un orden simbólico racial y puede llegar a ser condescendiente y hasta “cariñoso”. El uso del diminutivo en “negrita” o cuando Sixto Valencia Burgos, el dibujante de Memín, aseguró: “Yo hago la historieta para que todos adoren al negrito” es irónicamente racista.

Cuando visito a mis ahijados huicholes en la Sierra, los “vecinos” blancos se refieren a ellos como “huicholitos”. Solo el blanco puede hablar con cariño del negrito o el indito. Como argumenta Richard Dyer en su libro White: “Tiene el poder de, no solamente hablar, sino sentir compasión por quienes están estigmatizados racialmente y por lo tanto posicionados simbólicamente como inferiores”.

De la misma manera, las diferentes versiones de la película “Angelitos Negros” son profundamente racistas en su condescendencia hacia la niña negra y su madre biológica.

El mismo poema del venezolano Andrés Eloy Blanco que inspiró estas películas es veladamente racista al plantear la oposición binaria angelitos bellos/angelitos negros: “Pintor de santos de alcoba/ pintor sin tierra en el pecho/ que cuando pintas tus santos/ no te acuerdas de tu pueblo/ que cuando pintas tus Vírgenes/ pintas angelitos bellos/ pero nunca te acordaste/ de pintar un ángel negro.

Las detractoras panistas e intelectuales derechistas trataron de encuadrar el debate, además del tema de irreverencia, como uno de libertad de expresión y censura.

Chumel debatió en un foro en Zoom organizado por Racismo Mx, después de que Conapred canceló dicha mesa por el rechazo masivo a Chumel. Su paupérrimo intelecto y argumentos quedaron exhibidos por Tenoch Huerta, Jumko Ogata, Maya Zapata, Mariana Ríos y Federico Navarrete.

Un día antes, Chumel hizo un chiste racista haciendo mofa de indígenas mexicanos llamados Tenoches que estarían trabajando como esclavos. Tenoch recalcó que el racismo no estaba sujeto a discusión y por lo tanto no se podía enmarcar como un debate sobre libertad de expresión.

No soy un admirador de Karl Popper pero le compro el planteamiento que hace en ‘La Sociedad Abierta y Sus Enemigos’ acerca de no tolerar la intolerancia porque está podría acabar con la tolerancia misma.

México y el mundo parecen estar cambiando en algunos frentes en un mes, como no ocurría tan súbitamente desde los sesentas. Pareciera que el racismo híbrido (abierto e inferencial) de los Trumps y Chumeles les anotara una palomita a los teóricos del aceleracionismo en esta fase del capitalismo iliberal. Sin embargo, el cambio en algunos frentes resultará insuficiente, en palabras del Hermano Cornel West: “Los negros nunca serán libres bajo un sistema de capitalismo depredador: nunca seremos libres bajo un sistema con tentáculos imperiales, nunca seremos libres con la élite del Pentágono desbocada con políticas militaristas y matando gente en América Latina y el Caribe”.

La cura de los síntomas nunca podrá ser substituto de cambios estructurales en una formación social caracterizada por la guerra permanente ligada al extractivismo ecocida, la explotación de las mayorías y la opresión de las minorías étnicas y de género.

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