En El Estado

Ningún reo con COVID-19 necesita salida de Ceresos para atención médica: Estado




agosto 28, 2020
Fotografía: Yo Ciudadano

Fiscal de Ejecución de Penas del Gobierno de Chihuahua asegura que la mayoría de los reclusos contagiados ya recuperaron su salud y los que aún presentan síntomas son atendidos en aislamiento

Martín Orquiz/ La Verdad

Ningún interno recluido los tres Centros de Reinserción Social (Cereso) de Chihuahua con brotes de COVID-19 presentó hasta ahora un cuadro clínico que requiera de un tratamiento en libertad condicional, aseguró la fiscal de Ejecución de Penas y Medidas Judiciales, Nora Balderrama Cano.

Después que la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) dio a conocer que familiares de prisioneros interpusieron seis quejas y el mismo organismo abrió una indagatoria de oficio por las supuestas condiciones de hacinamiento y falta de tratamiento médico adecuado para los internos en Ciudad Juárez, la funcionaria aseguró que las penitenciarias tienen las instalaciones necesarias para atender incluso casos complicados con apoyo del sector salud.

El reporte oficial de contagios dado a conocer el pasado 26 de agosto establece que, hasta las 07:00 de ese día, en los Ceresos de Chihuahua había 221 casos positivos y siete fallecidos, entre ellos el exdirector del Fideicomiso para el Fomento de las Actividades Productivas de Chihuahua (Fideapech), Joaquín Lázaro López Ramírez, quien murió la tarde de ese mismo día.

Balderrama Cano declaró ayer, en la conferencia diaria sobre la situación del COVID-19 en el estado, que la aplicación temprana de protocolos permitió contener la pandemia entre las más poco más de ocho mil personas que permanecen en la cárcel, donde hay espacios y procedimientos adecuados para atender los contagios.

Desde el inicio de la contingencia, agregó, se definieron protocolos en coordinación con el sector salud por las características del virus y su sintomatología, que hacen más difícil su identificación.

Aseguró que la mayoría de los contagiados ya recuperaron su salud.

El protocolo se aplica por igual para todos los módulos que existen en los centros penitenciarios, aun cuando sean áreas especiales como la de Sujetos Bajo Protección que está destinada para alojar a exservidores públicos.

Ahí se encuentran recluidos exfuncionarios estatales acusados de peculado, entre ellos el exsecretario de Educación, Macelo González Tachiquín, cuya familia dio a conocer este jueves a La Verdad que es positivo al contagio y que no se le está dando la atención requerida, por lo que exigieron que siga su proceso en libertad para darle el tratamiento médico necesario.

Se trata de un espacio con 12 celdas y dos pasillos, con una sección de visita exclusiva y, por su naturaleza, permite contener una posible propagación del coronavirus pues los internos no tienen contacto con la población general interna. De 12 celdas que existen en ese módulo, estaban ocupadas sólo siete, explicó la funcionaria.

Además, cada día se mide a los reclusos la oxigenación y temperatura para detectar síntomas, esa dinámica permitió detectar a tiempo algunos casos que fueron atendidos.

La fiscal Balderrama Cano aseguró que con el apoyo del sector salud se hicieron operativos en el interior del Cereso de Ciudad Juárez, donde la CEDH abrió una indagatoria de oficio ante señalamientos de familiares de internos por falta de atención adecuada y hacinamiento.

Fue ahí precisamente donde se dio el primer brote de COVID-19 en el sistema penitenciario de Chihuahua.

Balderrama Cano mencionó que existe resistencia por parte de los presos para recibir el protocolo de atención, una vez que dan dado positivo al contagio.

Dijo que se cuenta con una unidad hospitalaria amplia que permite establecer espacios suficientes para casos sospechosos con síntomas leves y para moderados, cuando las condiciones de los enfermos son más graves es cuando se recurre al apoyo de la Secretaría de Salud para trasladarlos a un hospital.

Existen sectores establecidos previamente, con todas las condiciones que deben tener las áreas de aislamiento médico, a donde son trasladados los reos sospechosos del padecimiento o confirmados.

La funcionaria añadió que la autoridad ha sido responsable para informar a los afectados los resultados de sus exámenes, por lo que fue necesario llevarlos a las zonas designadas, pero hubo resistencia por parte de algunos.

Ante tal situación, se optó por implementar otras medidas dentro de la misma área donde se encontraban para evitar el contacto con las personas sanas.

Hasta el momento, precisó, ningún interno ha tenido que salir de los Ceresos para atender su situación clínica por COVID-19 porque se tiene la capacidad para darle tratamiento dentro del Sistema Penitenciario con el apoyo del sector salud.

En todo caso, dijo, el cambio de la medida judicial de privación de la libertad le corresponde a la autoridad jurisdiccional, ya que la dependencia a su cargo solo está facultada para concentrar los elementos necesarios o informes que solicitan los jueces para resolver cualquier situación.

Sobre el tema el director médico de la Zona Norte, Arturo Valenzuela Zorrilla, declaró que los Ceresos son de los lugares más susceptibles a brotes epidémicos por la cantidad de personas que concentran, al igual que albergues, asilos y espacios de trabajo donde la gente está prácticamente hombro con hombro.

En Ciudad Juárez, añadió, se hizo una intervención completa con protocolos de diagnóstico, manejo oportuno, tratamiento de áreas para recuperación y zonas para atención, así como atención compleja de los casos COVID-19, por lo que ya fueron controlados.

laverdadjz@gmail.com

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