Entrevista

‘Nos gustaría ver la apertura de las fronteras’




junio 25, 2021
Fotografía: Rocío Gallegos

Michelle Klein Solomon, directora regional para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe de la Organización Internacional para las Migraciones, destacó, en entrevista con La Verdad, los desafíos de la migración en una comunidad como Ciudad Juárez y El Paso, Texas

Rocío Gallegos y Verónica Martínez / La Verdad

En dos días Michelle Klein Solomon, directora regional para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), recorrió dos tramos de las fronteras norte y sur de México. Este jueves estuvo en Ciudad Juárez, limítrofe con Estados Unidos, y un día antes estuvo en Tapachula, Chiapas, en la frontera sur.

“Estar en las fronteras para mí es la prioridad”, dice la representante de ese organismo de las Naciones Unidas, “no puedo imaginar lo que está pasando (aquí), necesito verlo”.

Klein Solomon llegó a la frontera de Ciudad Juárez y El Paso, Texas, en un momento en el que esta comunidad binacional está convertida en punto de concentración masiva de migrantes, por la llegada de miles de personas que intentan cruzar de manera ilegal a Estados Unidos. Una situación que la funcionaria del organismo de la ONU atribuye no solo a los factores que tradicionalmente han empujado la migración, también, advierte, al impacto de cambio climático, otro motivo que ahora está empujando para que las personas salgan de sus países.

“La migración forzada e irregular lleva muchos riesgos para todos”, dice, “lo que está empujando eso es la falta de oportunidad, la pobreza, el hambre y la violencia, es algo muy preocupante, pero también el impacto del cambio climático y el medio ambiente –como los huracanes y el corredor seco de Centroamérica– están cambiando las razones para quedarse en sus lugares”.

La OIM trabaja en esta ciudad desde mediados del 2019 en la atención a las migraciones, en la prevención del tráfico y de la trata de personas, así como en ofrecer alojamiento temporal en el hotel filtro y en la operación para concluir el programa de protocolos de Protección al Migrante (MPP), donde han acompañado a más de 5 mil personas a cruzar a Estados Unidos para concluir sus casos legales de asilo.

Desde el 31 de agosto del 2020, Klein Solomon está al frente de la oficina regional de la OIM, con sede en Costa Rica, pero debido a la pandemia este es su primer viaje oficial. En Ciudad Juárez inauguró las nuevas oficinas del organismo, ubicadas en la zona Centro, recorrió un tramo del muro metálico en la frontera con El Paso, Texas y se encontró con funcionarios de ambos lados de la frontera, así como con representantes de agrupaciones de la sociedad.

Fotografía: Rocío Gallegos

“Ciudad Juárez y El Paso son una comunidad auténticamente binacional”, afirma, “entre las dos ciudades existe un intercambio profundo, son comunidades con enlaces en nivel económico, político, a nivel de la familia, tan integrados, involucrados, hay una migración histórica entre los dos y hay una migración que se estruja esa normalidad, con tantos desafíos que estamos viendo en este momento”.

Uno de esos desafíos es la pandemia, que a decir de la funcionaria internacional ha tenido un impacto profundo en esta comunidad transfronteriza, debido al cierre de la frontera por el gobierno de Estados Unidos y al uso de las leyes de salud para expulsar de inmediato a los migrantes de su territorio –programa Titulo 42–.  Aunque señaló que por el COVID muchos otros países también han cerrado sus fronteras.

“Hay muchos gobiernos que han cerrado sus fronteras, que han dejando a muchos migrantes varados, que no pueden entrar a un nuevo país y también no tienen las capacidades para regresar por su propio país”, dijo. “Nos gustaría ver una apertura en todos lados, en todas las fronteras y nos gustaría ver una migración mucho más ordenada y preparada de manera legal”.

La frontera de Estados Unidos con México está cerrada desde marzo del 2020.

Fachada de la oficina de la OIM en Ciudad Juárez. Fotografía: Verónica Martínez

Concede que todos los países destino de migrantes, como México y Estados Unidos, tienen el derecho de establecer quiénes pueden entran a sus territorios, pero deben cumplir con los derechos humanos siempre, aunque eso implique la deportación de las personas.

Comenta que el modelo de gobernanza migratoria transfronteriza impulsada por la OIM y sus aliados en esta frontera es un modelo a seguir en otros países.

En la situación actual Klein Solomon ve enormes desafíos, principalmente en la migración para la reunificación familiar, que es algo que ha empujado la migración de niños y niñas y adolescentes no acompañados.

“Creo que vamos a continuar viendo eso en los próximos meses, pero hay cambios importantes aquí, hay cambios a nivel gobierno de Estados Unidos y a nivel gobierno de México, eso va disminuir el flujo de niños y niñas y adolescentes en condiciones de tanto riesgo”, menciona al referirse a la ampliación del acceso al programa de reagrupación familiar para Menores de Centroamérica (CAM, por sus siglas en inglés) del gobierno de Joe Biden y a las reformas aplicadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mediante las cuales se garantiza el cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia migrante, solicitante de asilo y refugiada. 

Aunque advierte que el efecto de esas medidas en flujo de migración de infantes y adolescentes va a tomar tiempo, “necesitamos tener paciencia con ello porque el cambio no llega de un día a otro, es un proceso profundo”.

Video y producción: Verónica Martínez

La funcionaria de la agencia de la ONU considera que los padres de los niños, niñas y adolescentes migrantes deben estar en una situación muy desesperante para entregar a sus hijos a coyotes –traficantes de personas– pensando que esa es la única manera de tener una vida segura y con oportunidades. Esa es una condición que es aprovechada por grupos criminales que explotan la situación difundiendo una esperanza que no es real.

“Se necesita tener otras medidas para que logren sus sueños, una vida digna en sus propios países de origen”, afirma, “aun hay mucho trabajo que hacer”.

Considera que eso es muy complicado por ahora y que tomará tiempo ver un cambio ante la visión y compromisos con los que los países en la región asumen la situación actual de la migración.

“Hay un compromiso y una visión que todos comparten de un desarrollo sostenible, de dar a todas las personas de la región una oportunidad de una vida digna, con derechos, seguro, oportunidad y con acceso a la educación y a todos los objetivos del desarrollo humano”, dice, pero asegura que dar efecto a esta visión es mucho muy complicado, porque hay diferencias importantes de perspectivas, de prioridad y también de capacidad.

Sin embargo, asegura que pese a esas diferencias ven una oportunidad en el interés que tienen los países de Centroamérica, México y Estados Unidos de tener una migración ordenada y legal, “eso es muy importante”.

contacto@laverdadjuarez.com

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