Opinión

Caminito a la escuela




julio 2, 2018

Hernán Ortiz
Académico

Hernán Ortiz Académico

Me produce mucha gracia imaginar lo que pensará la gente si supiera que me dedico a la educación. No sólo soy profe… soy profe de futuros y actuales profes.
El sistema educativo es algo esencial en toda sociedad. A través de él puedes cambiar o conservar lo que será parte de la identidad. Por eso Lázaro Cárdenas modificó el artículo tercero de la constitución como elemento esencial para hacer de México un país socialista. Cosa que no logró, y para que nadie se asuste, tampoco logrará y seguro ni intentará López Obrador, pero para cuando salga este artículo ya sabremos quién ganó las elecciones y no quedará más que empezar a diseñar estrategias para lidiar con la nueva autoridad… porque ni menso obedeceré a ciegas.
El sistema educativo cambió la expropiación petrolera de una fiesta nacional a un hecho histórico. El impacto es distinto. Ante un mundo en constante cambio, la educación ha preferido enseñar a los niños y jóvenes a adecuarse a la innovación que a tener un bloque de conocimientos sólidos. El famoso aprender a aprender, que no es cosa nueva, desde hace 17 años se puede encontrar en los planes educativos del país.
Lamentablemente, una cosa son los planes y otra lo que pasa en la realidad. Mientras al gobierno le siga pareciendo prioritaria la publicidad y no la educación, cualquier plan o reforma educativa esta condenada al fracaso. La razón, es que no hay manera de aplicarla sin recursos humanos y de infraestructura suficientes.
Al final, la dinámica burocrática, termina gastando los recursos de la educación en cosas realmente absurdas como los exámenes de admisión en secundaria y prepas, que si son parte de la educación obligatoria, no deberían existir. Si alguien piensa que es para saber si la juventud tiene los conocimientos necesarios para el nivel educativo, claro que los tiene, sino debería estar repitiendo año. Que si no los hacen repetir años, esa tal vez sea otra de las tantas cosas que no deberían pasar.
Que si quieren encontrar lugar en las mejores escuelas. Todas la escuelas deben tener una excelente calidad. Si alguien piensa que eso nunca va a pasar, ese alguien esta condenando a que haya jóvenes con buena educación y otros con mala educación lo cual pone el piso disparejo para vivir en un mundo democrático.
Pero lo que pretendo es cuestionar si por medio de la educación estamos logrando lo que buscamos. En otras palabras si el dinero usado en el sistema educativo esta invertido o mal gastado. De manera sencilla, pagamos para un tipo de educación pero recibimos otra. Nos dan gato por liebre, como en las salas VIP del cine pagas un servicio de primera y te atienden meseros poco profesionales.
El perfil de educación del Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua dice:
“El Perfil de Egreso del estudiante de Nivel Medio Superior está integrado por un conjunto de rasgos como la capacidad de análisis, creatividad, espíritu crítico, interés por estar informados, comunicación, autonomía, auto-reflexión, responsabilidad, cooperación, tolerancia y solidaridad, entre otros. En ellos se establecen las bases para que los jóvenes sean productivos en su vida laboral y continúen aprendiendo a lo largo de la vida.”
Algo que debe quedar claro es que cuando se considera el bachillerato como el nivel obligatorio de la educación, debe entenderse que cuando alguien termina la educación media superior debe contar con los elementos mínimos necesario para poder hacer uso de su vida ciudadana de manera plena.
Pero…
¿Por qué gastan los gobiernos de los tres niveles tanto en publicidad? Saben que los comerciales funcionan, la gente no tiene interés por estar informada, salvo excepciones, la gente prefiere ignorar lo que se hace con sus recursos públicos. Si se entera se escandaliza al grado de no querer saber más. Fracaso en el interés por estar informados.
Tolerancia y solidaridad. Nada más alejado de la realidad. Desde edificios que no son accesibles para sillas de ruedas, hasta niñas que no les permiten asistir a su ceremonia de graduación por pintarse el cabello. Cada fin de semestre hay un ejemplo.
Nada más alejado de la tolerancia que el uniforme y las exigencias de cortes de cabello. ¿Para qué sirven? El uniforme no les hace aprender mejor, dicen que es para su seguridad, pero no son hechos de kevlar. ¿Para que la policía sepa que son estudiantes? Pero si dudan de ellos y les esculcan las mochilas junto con los directivos y padres de familia. El argumento más o menos con sentido que he escuchado es que de esa manera no se batalla con decidir qué se va a poner el joven… bueno, puede ser.
Pero el argumento más absurdo y tal vez la explicación más lógica para el uniforme (y cortes de cabello), es que de esa manera no se harán evidentes las desigualdades económicas entre estudiantes, o no harán de su uniforme una manifestación de su identidad. Ya se sabe, una identidad de pandilla peleada con otras pandillas, como si fuera las películas The Wanderers o The Warriors…
Para que todos estén igual es que el sistema de bachillerato de Chihuahua usa el uniforme porque enseñar la tolerancia a las personas diferentes o que la marca de la ropa no te hace mejor o peor persona es jodidamente difícil.
Mejor queda olvidar el perfil de egreso y concentrarse sólo en el control y la disciplina, que a fin e cuentas son necesarias también.
El uniforme es incluso más importante que lo que cualquier estudiante pueda aprender de matemáticas, inglés, historia o español… si no lleva el uniforme, elemento esencial, no tiene acceso al resto del conocimiento.
Algo curioso es que en mi experiencia, una garantía de un buen estudiante en el nivel superior, es que haya egresado de la preparatoria del ITESM o de la Altavista… nunca ha llegado a mi clase algún estudiante de estas instituciones que no demuestre un alto rendimiento…. En esas prepas ¡NO LLEVAN UNIFORMES! Además son diametralmente distintas.
Parece raro, pero esta insistencia por el uniforme, donde incluso le pagan a una persona, llamada prefecto, para que se encargue de revisar si se cumple o no con él, rompe con el espíritu crítico que menciona el perfil de egreso.
¿Para qué sirve el espíritu crítico? Pues para que la gente no se conforme con las primeras apariencias de lo que se les presenta, que consideren más opciones y juzguen cuál les conviene o convence más. Con el espíritu crítico podemos lograr que la gente no se informe por memes de Facebook, o que la música y el cine no sean determinados por las distribuidoras sino por la creatividad y cierto gusto estético. La población podría enterarse que el acoso y crimen del Imperio Alpha no debe ser aceptable sólo por que lo hacen muchos. No exagero, véase el Código Penal del Estado en su artículo 180.
En esta tierra de impunidad que es el Estado de Chihuahua, el Imperio Alpha es tan abiertamente aceptado que cuando le hacen demandas a los candidatos a alcaldes de la mano de ex-funcionarios corruptos y publicistas acosadores… les prestan oídos.
El espíritu crítico debe ayudar a que la ciudadanía conozca más de sus derechos que entienda que el gasto de publicidad no es prioritario. Pero mientras los uniformes y el largo del cabello sea más importante que el perfil de egreso, nuestro sistema educativo seguirá produciendo ciudadanos sin lo mínimo necesario para hacer que la democracia funcione.

jhiiio@hotmail.com

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