Imelda Marrufo
Abogada y activista
El arranque de los foros para la pacificación en Juárez reveló el distanciamiento entre el gobernador Javier Corral y las víctimas, así como el rechazo al Olvido No Perdón Sí planteado por AMLO.
El foro de Ciudad Juárez arrancó con una gran cantidad de información previa: se dijo que ya tenía un plan desde la Ciudad de México de Loretta Ortiz y su equipo. Que los foros sirven para legitimar sus propuestas. También, que operadores del foro de Juárez estuvieron en las mesas de Todos somos Juárez, ante ello, algunos opinaron que no se repitiera la ganancia de grupos de élite en la ciudad como único resultado.
En el foro para la pacificación no quedó claro ¿Cuál es la propuesta que se discute? Andrés Manuel no explicó su petición de Olvido No Perdón Sí.
¿Qué tomamos por cierto? ¿Lo que nos dice la exministra Olga Sánchez Cordero o lo que nos dice Andrés Manuel López Obrador? ¿Lo que nos dicen los organizadores territoriales respecto de que se incluirán las propuestas que surjan de las entidades o los mensajes que se transmiten desde el centro del país?
No conocemos en que consiste el diseño del proceso de pacificación. Solo sabemos que se realizan unos foros. Si lo tienen, ¿por qué no lo presentaron?
Desde temprano me aseguré que a las víctimas representadas por la organización Red Mesa de Mujeres se les entregara los gafetes de ingreso. Sé que otros representantes hicieron lo mismo. Junto con la señora Carmen Castillo, una madre de víctimas, guardamos lugar para las familias que acompañamos, pero no llegaron. Iniciado el evento, vi a grupos tratando de acercarse al frente del escenario, allí supe que era general: los guardias no les habían permitido el acceso bajo el argumento que el lugar estaba lleno. Un gran error.
Alfonso Durazo dio línea para que las víctimas que se habían quedado afuera entraran. Faltó verificar que tuvieran lugar seguro al interior salón inaugural. Quizá se requirió más equipo en la coordinación que revisara las distintas necesidades a atender en un foro con tanta concurrencia.
Los organizadores territoriales incluyeron una nueva mesa solicitada con el tema de seguridad interior, mostraron como otro detalle llevar de la mano a una de las madres de víctimas para que hablaran con AMLO a escasos segundos de que éste abandonara el lugar. Dieron una señal de procurar corregir algunas limitaciones de cálculo y contenido. Sobre todo, un intento por subsanar la tardía reacción en la entrada de víctimas.
Lo ocurrido en la mesa de víctimas de violencia de género que estuvo a cargo de maestras y doctoras es una lección a recuperar. Las académicas moderadoras procuraron ceñirse a las reglas de metodología planteada; sin embargo, ocasionaron que un grupo de victimas abandonaran el lugar. Había una pregunta que se debía contestar: Hablar de los impáctos que ocasionó el hecho violento en la vida de las víctimas.
Quienes tienen más proceso acompañadas, identificaron la metodología como una revictimización; no lo vieron así las personas que por primera vez tenían un espacio para hablar. La organización interna de uno de los grupos se topó con la pared de las reglas de la mesa. Ante la molestia y abandono del lugar de victimas de desaparición y feminicidio se procuró subsanar el error.
Es pertinente que en los demás foros se cuide que estén presentes quienes acompañan víctimas para evitar revictimización y que, en su caso, se sume a la moderación de este tipo de mesas a quienes tengan experiencia en acompañamiento.
Los reclamos hacia el gobernador Javier Corral, expresan la lejana relación con las víctimas de Ciudad Juárez organizadas en grupos. Otra de las revelaciones fue que en casi dos años de gestión gubernamental, solo se ha realizado una reunión con las víctimas de desaparición y feminicidio de Juárez. Al menos con la representadas por Red Mesa. La primera y última se dio en abril del 2017, tardó el mandatario estatal siete meses en recibirlas.
La titular de la Comisión Estatal de Atención de Víctimas es dialogante y atenta. Sin embargo, las víctimas quieren audiencia con el gobernador, en tantos años, ya deberían entenderlo.
La respuesta del gobernador Corral a los grupos de víctimas del foro, no revela una actitud de escucha, pero si de su molestia. Su reacción fue acelerada y provocó un malestar mayor entre las y los reclamantes. La precipitada reacción es lamentable. Ojalá genere el mandatario una actitud de acercamiento que corrija el distanciamiento evidenciado.
A Corral le reclamaron con enojo, a AMLO lo interrumpieron con preguntas.
Los foros de escucha, reflejan contradicciones, incluso intolerancia e imposición de algunas víctimas sobre opiniones de otras. En semanas pasadas hablé de duelos no procesados y un enojo generalizado. Insisto, ¿cuál es el proceso de pacificación diseñado?
El foro de Ciudad Juárez revela en el discurso de AMLO una molestia generalizada en contra de las organizaciones de la sociedad, no refleja les haya “otorgado el perdón” que les pide a las víctimas. Una clara contradicción.
La dinámica en Ciudad Juárez es distinta, aquí los organizadores territoriales del foro trataron de sumar lo más posible con poco tiempo. Procuraron una actitud incluyente, buscaron construir con grupos y liderazgos de sociedad civil, sumar con espacios emanados del ámbito empresarial y trabajar con la Universidad Autónoma de Juárez.
Aprecio la invitación que me hicieron los organizadores para acompañar la inauguración como un gesto simbólico. Una de las grandes diferencias entre el Foro de Pacificación y el de Todos Somos Juárez es la inclusión de la perspectiva de derechos que impulsamos hace muchos años como la de género. En las mesas organizadas por Calderón bajo el liderazgo de la oficina de la presidencia la mesa de derechos humanos fue intencionalmente eliminada.
Las víctimas no quieren venganza, sino justicia. También quienes defendemos derechos. Justicia, Reparación, Garantías de No repetición, antes que el Perdón.
