Imelda Marrufo
Abogada y activista
Decepcionante saber que de los más de 292 millones de pesos del Fondo de Aportaciones Sociales a la Seguridad Pública, monto otorgado en su mayoría por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad del Gobierno Federal, el estado de Chihuahua solicitó para el 2018 apenas el 0.26 por ciento para garantizar a las mujeres el acceso a la justicia.
Esto refleja claramente cuál es la prioridad en las políticas públicas de acceso a la justicia para las mujeres en el estado de Chihuahua.
La información que puede ser consultada en la página http://www.secretariadoejecutivo.gob.mx/fondos-subsidios/chihuahua.php donde se revela que el anexo técnico del convenio firmado entre el estado y la federación, para el también conocido FASP (Fondo de Aportaciones Sociales a la Seguridad de los Estados y del Distrito Federal), establece que los recursos totales comprometidos entre estado y federación ascienden a total de 292 millones 238 mil 817 pesos, de los cuales el gobierno de Chihuahua debería recibir del gobierno federal la cantidad de 219 millones 862 mil 294, y se compromete a aportar 72 millones 376 mil 523 pesos en rubros diversos.
El mismo anexo firmado por el fiscal general, César Augusto Peniche Espejel, y por el secretario de Hacienda, Arturo Fuentes Vélez, se desprende que solicitaron, incluidas las aportaciones de estado y federación, apenas un total de 766 mil 470 pesos lo que representa el 0.26 por ciento de esos más de 292 millones de pesos.
Paradójicamente, las mujeres víctimas de violencia en el Centro de Justicia de Juárez tienen que esperar meses para ser atendidas, para que les den una cita, porque este municipio en los últimos años ha ocupado el segundo lugar nacional en violaciones a niñas y mujeres.
Del FASP, si se toma en cuenta solo lo comprometido directamente por el gobierno del estado de Chihuahua para acceso a la justicia a las mujeres descubrimos que su aportación alcanza apenas un monto de 126 mil 843 pesos para toda la entidad, lo que representa el 0.17 por ciento del recurso total aportaciones propias en rubros diversos.
Algo grave está pasando en Chihuahua cuando el gobierno del estado de Sinaloa presupuestó del FASP un millón 891 mil pesos para asegurar a las mujeres el acceso a la justicia; mientras Chihuahua, sólo 766 mil 470 pesos del fondo. Se trata de una marcada falta de interés en la práctica, de un contraste entre los discursos y la realidad. Cantidades mayores que las de Chihuahua con todo y que tienen una sentencia internacional.
¡Inaceptable que nos digan como justificación que Chihuahua es un estado en quiebra! Ese ya no puede ser un argumento, la entidad tiene la libertad de presupuestar los montos con base a los rubros establecidos en el anexo técnico, esa es una decisión de los gobiernos estatales.
Los Centros de Justicia para las Mujeres fueron creados bajo la premisa de conjuntar en un mismo sitio los servicios necesarios para las mujeres que viven violencia. La lógica es allanar el camino a las mujeres, el modelo incluye la prestación de los servicios bajo un mismo techo.
Hoy en día, el CEJUM de Juárez ni siquiera puede ser utilizado de la manera en que originalmente fue pensado pues las cajas de archivo de la Fiscalía invaden la sala de enjuiciamiento que estableció el modelo. No es nuevo, prefieren usar el espacio de archivo que ser ocupado por juezas y jueces para acelerar los procesos de las mujeres que piden justicia. Resolverlo no debe ser carga para las y los coordinadores ni operadores.
Entre los meses de marzo y abril del 2017 el Fiscal General se comprometió a buscar una sede alterna para dotar de espacios a la Fiscalía Especializada por Delitos contra las mujeres por razones género (FEM) de manera que contaran con mejores condiciones físicas para trabajar. Han pasado 18 meses y ese tiempo no ha llegado.
Tampoco han aumentado de agentes en el área clave de la FEM, el Grupo de Valle de Juárez para atender los casos de Arroyo del Navajo sigue por las mismas, desatendido y sin apoyo. Las áreas de la FEM en zona norte trabajando a marchas forzadas, algunas funcionarias haciendo la diferencia, destacándose por su trabajo. Sin apoyo del Fiscal General.
Mientras, los recortes están en su máximo esplendor. No hay justificación alguna para que despidan al personal que da servicios a las mujeres víctimas de violencia.
Los Centros están saturados. Regrese hasta enero, le dijeron a una mujer que fue a solicitar servicios en la llamada área social de atención del CEJUM de Juárez, cuando la urgencia era de 6 días para dar respuesta a su demanda.
Hay procesos que se están detonando a nivel nacional que de ser apoyados, promovidos y potenciados por los gobiernos de los estados serán valiosos para el acceso a la justicia para las mujeres, se trata una guía que propone un cambio cultural en la dinámica de atención y servicios de los Centros de Justicia para las Mujeres: el Sistema de Integridad Institucional, una ventana de oportunidad del que iré comentando poco a poco.
El estado de Hidalgo tiene ya un Centro de Justicia para las Mujeres certificado, creado en fechas más recientes que los de Chihuahua. Este año, el gobierno del estado de Hidalgo comprometió en el FASP recursos por 4 millones 309 mil 535.42 pesos como aportaciones propias, lo que representa 33.9 veces más que los recursos propios aportados por Chihuahua en el mismo rubro. Felicidades a Hidalgo, doloroso para las mujeres que vivimos y luchamos día a día en Ciudad Juárez.
Falta poco para el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, y se empieza a oler la urgencia de los eventos oficiales, han pasado meses sin respuestas a las demandas. Por el contrario, la crisis se acrecienta. ¿Cuál será el nuevo escenario para los eventos? ¿Cuáles las nuevas promesas? Hay algo que se está perdiendo cada vez más en Chihuahua, la confianza en que las cosas van a cambiar.
Los próximos eventos oficiales para esa conmemoración buscarán contar con la mayor presencia de mujeres posible, les ayuda la carencia de crítica.
Lo avizoro. Habremos de ver performances ante el vaciamiento de un discurso oficial, cuyo bono de credibilidad ha perdido mucho en tan poco tiempo.
Hago una pausa y encuentro mujeres construyendo, apegadas al compromiso, se destaca la congruencia con la causa, es fácil identificarla. Allí está la fortaleza, la confianza. Allí entre nosotras está la esperanza.
imelda.marrufo@gmail.com