Los migrantes fueron recibidos en Tijuana con hostilidad por parte de habitantes y las propias autoridades municipales, pues el alcalde Juan Manuel Gastelúm criminalizó a los centroamericanos al acusarlos de amenazar la seguridad de la ciudad fronteriza. Hay cerca de 2 mil 500 centroamericanos en la ciudad fronteriza
Por: Pie de Página
Fotos: Javier García
El 13 de noviembre, un mes después de dejar su país, los primeros integrantes de la Caravana Migrante llegaron a Tijuana. En esa ciudad fronteriza fueron recibidos por el rechazo del gobierno municipal de esa ciudad, que está de acuerdo con su permanencia.
El alcalde de Tijuana, el panista Juan Manuel Gastelum, acusó a los migrantes de poner en riesgo la seguridad de los habitantes de la ciudad y dijo que haría una consulta ciudadana para que la población decida la permanencia o no de la Caravana Migrante en esa frontera.
En una conferencia de prensa el viernes 16 acusó al gobierno federal de dejar crecer el problema y dejarlo a las autoridades municipales.
“El trato correcto para las personas que infringen la ley es reciban su castigo. Los derechos humanos son para los humanos derechos”, dijo el alcalde.
La Policía Federal envió un boletín el viernes 16 en el que informó que 120 integrantes de esa dependencia llegarían a reforzar la seguridad de la ciudad y pidieron a los centroamericanos concentrarse en los albergues para “tener mayor control y orden en la atención de este fenómeno”. El gobierno estatal informó también ese día que la prioridad es garantizar el orden pues “vemos a una ciudadanía preocupada, es muy importante enviar el mensaje de que habrá cero tolerancia para quienes infrinjan leyes y reglamentos en nuestro país. Si sucede, serán puestas a disposición de INM e inmediata deportación”.
#EnEsteMomento Vecinos de Playas fueron a sacar a golpes a los migrantes, más gente de otras colonias van en camino. La policía esta interviniendo.
Posted by Síntesis TV on Wednesday, November 14, 2018
La noche del jueves 15 de noviembre circularon videos en redes sociales de enfrentamientos y discusiones entre habitantes de Playas de Tijuana y algunos integrantes de la caravana. Los residentes rechazaban la estadía de los centroamericanos porque, acusaban, entraron sin documentos y sin orden al país, porque consumen drogas, dejan basura y hacen sus necesidades fisiológicas en las calles, porque representan una amenaza a su seguridad y exigieron a las autoridades municipales que los concentraran en los albergues destinados para ellos.
Los enfrentamientos se dieron en el emblemático Parque de la Amistad, donde algunos residentes arrojaron piedras a los centroamericanos, mientras la policía municipal intentaba calmar los ánimos.
Los residentes de Tijuana dijeron que, a diferencia de los casi 3 mil haitianos que llegaron en el año 2016 con la intención de pedir asilo en Estados Unidos y que buscaron su permanencia con documentos en la ciudad norteña, los integrantes del nuevo éxodo ingresaron sin documentos.
El periódico Reforma y Televisa informaron, a partir de datos de la Policía Municipal, que al día de ayer viernes siete centroamericanos habían sido detenidos y puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración: se trataba de un guatemalteco por alterar el orden en Playas de Tijuana, antes del enfrentamiento con vecinos; otros tres fueron detenidos por fumar marihuana en un albergue; dos más fueron detenidos en la zona conocida como “picaderos” por consumir drogas. En ambos casos la fuente primaria fue la Policía Municipal.
Habitantes solidarios
Sin embargo, también hay una parte de la población tijuanense que usan redes sociales para organizarse y recaudar ropa y víveres para apoyar a los casi 2 mil 500 centroamericanos que hasta el día de ayer en la noche ya habían llegado a la ciudad y que están en el deportivo Benito Juárez.
Se espera que este sábado lleguen 500 más provenientes de Mexicali.
Se espera que a finales de noviembre un grupo de líderes religiosos, abogados, trabajadores sociales y voluntarios desde Nueva York para apoyar a los integrantes de la Caravana con las aplicaciones de refugio y asistencia humanitaria.
El viernes 16 también hubo una reunión en el municipio de Tijuana donde organizaciones defensoras de derechos humanos (como la Casa del Migrante Tijuana, en voz de Pat Murphy y Adriana Olvera de la Comisión de Derechos Humanos de BC,) exigieron al alcalde que cesara en sus expresiones que criminalizan a los migrantes; también estuvo presente el embajador de Honduras, Elden Rivera, que anunció la creación de una oficina móvil para atender a sus connacionales.
En esos ánimos, ambos grupos de habitantes tijuanenses convocaron a una marcha este domingo, unos para solidarizarse con la caravana, otros para exigir su salida.
Una publicación de En el Camino de Pie de Página