El párroco Aristeo Baca, de Santa María de la Montaña, fue arrestado y presentado ante un juez por la acusación de una menor; creemos en el padre, se le tiene que probar: Diócesis de Ciudad Juárez
La Verdad
Ciudad Juárez– El sacerdote Aristeo Trinidad Baca Baca, de la parroquia Santa María de la Montaña, enfrenta prisión preventiva por la presunta comisión del delito de violación agravada en contra de una menor de edad.
El también fundador de un complejo comunitario que incluye una guardería, comedor infantil, clínica y asilo para ancianos fue detenido este sábado por agentes de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género (FEM), que ejecutaron una orden de aprehensión en contra del párroco.
De manera extraoficial se dio a conocer que la víctima es una niña de 11 años, de quien no se dio a conocer ningún dato. Incluso, el inicio del proceso en contra del religioso arrancó con una audiencia privada en la sala número 9 de la “Ciudad Judicial”.
Fuentes al interior de la FEM dieron a conocer que Aristeo Baca pidió perdón al papá de la niña, aunque esto no fue confirmado de manera oficial.
El caso fue manejado con reservas por la Fiscalía, que de manera oficial sólo informó la detención de Aristeo, sin precisar la edad de la víctima y el tipo de delito por el que se le giró la orden de aprehensión, sólo hicieron alusión a uno “de naturaleza sexual”.
La Fiscalía difundió que, tras su arresto, el detenido fue llevado ante un juez de control, por lo que el caso quedó en manos del Poder Judicial, que se encargará de “resolver la situación legal del imputado y en última instancia será quien resuelva sobre su responsabilidad en los hechos que se le atribuyen con motivo de la investigación”.
La detención del sacerdote de 74 años consternó a la comunidad religiosa de Santa María de la Montaña y a la Diócesis de Ciudad Juárez, que se encuentran a la expectativa del proceso judicial que inició ayer.
“Toda la comunidad está en oración para que salga a la luz toda la verdad”, dijo una de las fieles que acudió a la parroquia que encabeza el sacerdote imputado, ubicado en la calle General Lozano Ávalos, de la colonia Santa María, en el surponiente de la ciudad.
“Nos consterna sobremanera porque es un gran sacerdote que tiene una gran presencia social”, dijo Hesiquio Trevizo Bencomo, vocero de la Diócesis.
Agregó que creen y apoyan totalmente al padre Aristeo, por lo que sería muy desconcertante que resultara cierta la acusación en su contra, porque cuenta con el respaldo de diversos sectores de la comunidad como el empresarial, social y político.
“Se le tiene que probar”, afirmó.
En la audiencia celebrada por la juez Raquel Carlos Ávila se formularon los cargos que se le imputan al sacerdote y se le decretó la prisión preventiva en espera de la vinculación a proceso, la cual trascendió podría celebrarse el 14 de febrero, aunque no fue confirmado por la autoridad judicial.
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