Miguel Ángel Sosa
Twitter: @Mik3_Sosa
Ciudad de México – Cuando se consulta al oráculo acerca de los procesos electorales de este año, los que saben de política -y también los que no- verán a MORENA ganando las gubernaturas de Puebla y Baja California. No habrá sorpresas, pero puede que sí muchos sorprendidos.
Y es que si bien la ola de la cuarta transformación alcanzará para cubrir, sin mayor problema, dos bastiones históricos del PAN; los ecos de esas victorias dejarán profundas marcas en la armadura del partido en el poder. Será la primera aduana posterior a la elección presidencial, donde sabremos si el papel de la oposición es pequeño, mínimo o nulo.
No perdamos de vista que esta vez no se elegirá Presidente de la República y sin embargo, Andrés Manuel estará – implícitamente – en las urnas. Porque a manera de consulta popular, las elecciones de Puebla y Baja California serán termómetros de lo que pasa en México.
Sabemos de antemano quién ganará, a menos que ocurra una sorpresa por demás improbable. Atrás quedó eso de que los súper delegados serían candidatos naturales a las gubernaturas: en una va un senador con licencia, en la otra una imposición de la dirigencia nacional.
Los nombres de los ganadores en ambos estados no cambiarán: Miguel Barbosa y Jaime Bonilla, serán quienes se alcen con los triunfos el próximo 2 de junio. Pero a la par, este proceso electoral será también el parteaguas de reacomodos al interior del partido que comanda Yeidckol Polevnsky.
MORENA tendrá que aprender a lidiar con el canibalismo resultante de ser, en el actual sistema de partidos, la apuesta más atractiva para buenos y malos políticos. Es por así decirlo: el dulce más preciado, pues la marca pareciera asegurar por sí sola el triunfo en los comicios.
Vendrán entonces las guerras de cuartel y una lucha intestina por controlar una maquinaria de la cual aún no se sabe a ciencia cierta de qué tamaño es. Después de conquistar Puebla y Baja California, las huestes guindas empezarán la madre de sus batallas, la de saber en cuál de sus dos manos está el enemigo.
ENTRE TELONES: En los últimos días circularon rumores sobre las primeras bajas en el gabinete federal. Las oficinas de Alejandro Gertz Manero y Marcelo Ebrard desmintieron las notas que por separado los ubicaban con un pie fuera de la 4T. Nadie sabe quién aventó la piedra, pero es seguro que vendrán muchas más.