Chihuahua – Vestidos de blanco, niñas, niños, jóvenes, adultos, amas de casa, maestros y religiosos que viven en Baborigame, marcharon para pedir que regrese la paz a su comunidad, ubicado en el municipio de Guadalupe y Calvo.
Desde hace tres años, los habitantes de este poblado ubicado en la Sierra de Chihuahua, que colinda con Badiraguato, Sinaloa, decidieron salir a las calles para recuperar su espacio y decirle a la autoridades y ciudadanía en general, que van a luchar para recuperar la tranquilidad y mejorar su condición de vida.
Una movilización de este tipo no es cualquier cosa.
Baborigame es conocido como el corazón del Triángulo Dorado, conformado por los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango, la zona en donde nació una de las generaciones más violentas de narcotraficantes en México.
La Marcha por la Paz nació por iniciativa del Consejo Ciudadano para el Buen Gobierno de Baborigame, conformado por un grupo de ciudadanos cansados de vivir sin servicios básicos, sin la garantía del respeto a sus derechos humanos y de convivir con la violencia.
A diferencia del primer año, cuenta la activista Francisca Jiménez, en la marcha de este sábado el contingente logró salir sin la presencia de agentes estatales y militares.
“En esa comunidad se vive una situación muy triste. De ahí es que este grupo de ciudadanos decide salir para decir que quieren paz, que quieren contribuir a cambiar su entorno. A tres años, la marcha ha sido una experiencia esperanzadora”
Para el próximo año, anunció, la comunidad espera instituir la Marcha por la Paz en una fiesta para el pueblo, con el que se logre recoger la dignidad de este pueblo y transformar ese estigma de violencia en un punto de encuentro sano para la convivencia.
“La unión de este pueblo puede ser un ejemplo para atacar la violencia. Esta marcha puede ser una forma para dar un rostro de unidad a un pueblo que quiere transformar su dignidad y contribuir a generar mejores contextos, es un gran avance en la búsqueda de la paz”
