En El País

La unción de Barbosa, crónica del arribo de la izquierda al poder en Puebla




agosto 2, 2019
Fotografía: LadoB

En su toma de protesta el primer gobernador de Puebla emanado de la izquierda partidista Luis Miguel Barbosa Huerta informó que heredó una deuda que dejaron los gobiernos del PAN asciende a 44 mil millones de pesos.

Ernesto Aroche Aguilar @earoche
LadoB

Puebla, Puebla –“Ya ves que antes saliendo de acá nos íbamos a
Casa Puebla, pero este año quién sabe, la austeridad de la 4T, dicen”… en la antesala del Auditorio Puebla, ese que antes se llamaba Siglo XXI y que Moreno Valle cambió de nombre, se mezclan las caras y los colores políticos, algunos nuevos, otros, los de siempre.

Es el día de la unción de Luis Miguel Barbosa Huerta, el experredista y hoy militante de Morena que ganó la elección extraordinaria y que le permitirá ocupar la gubernatura los próximos 5 años y 3 meses. En el inmueble lo mismo se observan viejos priístas que luego pasaron a las filas del morenovallismo y ahora buscan acomodarse en la 4T poblana, que los nuevos rostros del poder, los de la izquierda partidista.

“Hacer historia, hacer futuro” dice el eslogan del gobierno que empieza. Y la historia ya la están haciendo: por primera vez, en décadas de oposición partidista en Puebla, la izquierda llegó al poder.

Pero esta vez, a diferencia de los últimos sexenios, la celebración post toma de protesta no será en Casa Puebla.

Siguiendo la tónica y el discurso dictado por Andrés Manuel López Obrador, Barbosa Huerta anunció que la residencia oficial de los gobernadores será utilizada como espacio para los pueblos originarios y/o como recinto cultural.

Tampoco usará la oficina principal del Centro Integral de Servicios, el conglomerado de edificios que Moreno Valle mandó a edificar al inicio de su sexenio como símbolo de modernidad y progreso, justo enfrente de la plaza comercial que por muchos años fue el centro comercial de la clase alta poblana: Angelópolis.

Su gobierno, dice Barbosa Huerta en el sobrio evento protocolario de toma de protesta, lejos del telepronter y las mega pantallas de los panistas Moreno Valle-Gali-Alonso, su gobierno será “austero, honrado y honesto; con un fuerte contenido social, transparente y eficaz; tolerante e incluyente y que admita la crítica; y cuyo propósito será el alcance de la igualdad y la felicidad”.

“Nunca más el poder para la venganza, nunca más para llevar a cabo espionaje, nunca más el poder para la infamia, para la persecución, nunca más el poder como modelo de negocio y forma de enriquecimiento”.

Esperando la toma de protesta afuera del Auditorio Puebla. Foto: Marlene Martínez

Aunque no lo dice con todas sus letras, en su discurso de toma de protesta Barbosa Huerta habla, todo el tiempo, del periodo en el que el PAN de Moreno Valle mantuvo un férreo control político y financiero del estado, primero como gobernador y después como la figura detrás de su sucesor Antonio Gali Fayad y la imposición de su esposa, Martha Erika Alonso Hidalgo como candidata y luego como gobernadora por diez días.

No lo dice, pero sus primeras acciones serán para eliminar la huella autoritaria del panista:

Revisarán los casos de los detenidos y encarcelados por oponerse a las decisiones de los anteriores gobiernos: “no más presos políticos”.
Se presentará una iniciativa de Ley de Participación Ciudadana para que existan mecanismos formales que permitan incluir a la sociedad en las decisiones de gobierno.

Se reformará la Ley Orgánica Municipal para devolver a las juntas auxiliares las facultades que les quitó la administración de Rafael Moreno Valle (y que derivó en una crisis político-social, que tuvo como consecuencia la muerte del niño José Luis Tehuatle Tamayo)
Eliminará el decreto que permitió la creación de Ciudad Modelo como organismo supramunicipal, y devolverá las facultades que les quitaron a los municipios aledaños a la zona Audi.

Lo que sí dice, y ahí sí ocupa todas las letras y los números, es el monto de la deuda que su gobierno heredó del morenovallismo: 44 mil millones de pesos en números cerrados.

Para dimensionar la cifra: es como si cada habitante de Puebla debiera 6 mil 800 pesos, es decir dos salarios mínimos mensuales, el ingreso que puede obtener en dos meses alguien que sólo perciba un salario mínimo.

No todo, hay que decirlo, es deuda del gobierno de Moreno Valle: 9 mil millones fue la deuda que el panista recibió del priísta Mario Marín Torres. Lo que sí hizo Moreno Valle, a pesar de su eslogan de “sin pedir un peso prestado” fue crecer esa deuda y compromisos financieros en 388%.

Pero, además, de acuerdo con Barbosa Huerta, “no todo lo que se debe es legal”, por eso anunció que se realizarán auditorías a la deuda “y que se conformarán equipos de especialistas de alto nivel en materia jurídica, financiera y contable” para revisar los documentos y actuar legalmente.

“Nos vamos a morir en la raya en la recuperación de la paz para los poblanos y las poblanas”, dijo en su discurso de más de media hora. Y ese es otro de los temas en los que su administración tiene el foco y la propaganda puesta: la falta de seguridad y el crecimiento de la delincuencia en la entidad.

Lo puso en espectaculares que inundan la ciudad en donde anuncia que habrá más policías y más patrullas, en que habrá capacitación y mejores armas para el combate a la delincuencia.

Y lo dice también cuando anuncia que habrá convenios con los municipios de Puebla en la materia, convenios para que se seleccione mejor a los altos mandos de las policías municipales. Y cuando habla de fortalecer el sistema estatal de transparencia y anticorrupción, y de reformar el sistema judicial del estado para mejorar la impartición de justicia.

Al acto asistieron la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador; el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón; la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero; el director del IMSS, Zoé Robledo Aburto; el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, Santiago Nieto; el director general de la CFE, Manuel Bartlett; y la titular del Sistema Nacional DIF, María del Rocío García.

Los dirigentes de los partidos de la coalición que impulsó a Barbosa Huerta: Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional de Morena; Alberto Anaya Gutiérrez, líder nacional del PT; Carlos Puente, líder nacional del PVEM.

Estuvieron también Mario Delgado Carrillo, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena; Gerardo Fernández Noroña, vicecoordinador de la bancada del PT en la Cámara de Diputados; Ricardo Monreal, coordinador parlamentario de Morena en el Senado de la República.

Y los gobernadores de Hidalgo, Omar Fayad; de Veracruz, Cuitláhuac García; de Tlaxcala, Marco Antonio Mena; de Chiapas, Rutilio Escandón.

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