Territorios peligrosos: son barrios marginados con rezagos de infraestructura y con alto índice delincuencial, de acuerdo con investigadores sociales.
Rocío Gallegos / Itzel Ramírez
La Verdad/ Especial para El Diario
Ciudad Juárez – Isabel camina siempre en alerta. Tan pronto detecta a un desconocido cerca de su casa, su actitud de vigilante se incrementa, dice la mujer de 42 años y madre de dos hijos y una hija, adolescente.
No es para menos, en la colonia donde vive, Riberas del Bravo, abundan las casas deshabitadas y en condiciones de abandono, los tramos sin alumbrado público, calles con malas condiciones de pavimentación y además concentra el mayor número de casos de violación sexual de mujeres y niñas que se tienen registrados en Ciudad Juárez.
“Sin alumbrado, rodeados de casas abandonadas que muchos usan para escapar y sin policías que vigilen, mejor ni salir”, dice Isabel, quien habita desde hace 15 años en el barrio donde muchos de sus residentes, principalmente mujeres, se dedican a trabajar en maquiladoras.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, en Riberas del Bravo, donde residen unas 25 mil personas, se tienen registrados 104 casos de violación desde el 2010 a julio del 2019.
A ese territorio le siguen las colonias Parajes del Sur, Azteca, Felipe Ángeles, Parajes de Oriente, División del Norte, la Zona Centro, Parajes de San Isidro, Rancho Anapra, Independencia II y Portal del Roble. Aquí se concentran casi el 20 por ciento de los casi 3 mil 348 casos de violación que se denunciaron ante la autoridad en ese periodo.
MAPA INTERACTIVO: La Verdad
Son barrios marginados con rezagos de infraestructura y con alto índice delincuencial, de acuerdo con investigadores sociales.
En esas condiciones, la violencia sexual puede ser cosa cotidiana para las mujeres, no es que vivan conformes, sino que ni siquiera toman conciencia de lo que pasa en sus vidas, dice Rosalba Robles, investigadora social de temas de la mujer y relaciones de género.
Ante este panorama, asegura Robles, lo preocupante es que se siga sin ningún tipo de políticas para atender de manera articulada este tipo de casos en Ciudad Juárez.
Para Yadira Cortés, de Red Mesa de Mujeres, el problema está relacionado, fundamentalmente, con el grado de impunidad que se registra de este delito en la ciudad. Aunque señala que no se puede dejar de mencionar otros factores, como el abandono urbano y la precariedad, así como la gran población flotante que tiene registrada.
Cortés menciona que actualmente desde la organización donde labora se trabaja en algunas de esas colonias para que la violación sexual a mujeres y niñas no se normalice.
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Aun cuando Sonia parece estar ausente con sus audífonos en sus oídos, no deja de mirar para todos lados. En la calle Mar Azul de la colonia Parajes del Sur espera el transporte de personal que la llevará a su trabajo, en una maquiladora de electrodomésticos rumbo a Ciudad Universitaria.
“No me siento segura”, dice la mujer de 26 años, que en esta ocasión llegó sola a la parada del camión, a la altura de calle Valparaíso. Casi siempre un hermano la acompaña en el trayecto, pero en esta ocasión tuvo que caminar sin su compañía.
La razón de su preocupación son los casos de violación sexual que ocurrieron en su colonia y de los que dice tuvo conocimiento. “Hacia allá”, comenta elevando su brazo derecho hacia el norte, “al final de la Valparaíso, entre varios violaron a una chavala, la mataron y dejaron debajo de su cama; hace dos años, violaron a otra más arriba del parque”, dice señalando hacia el poniente, y luego recuerda otros casos ocurridos en casas abandonadas.
“Hasta a las casas se meten para violar a las mujeres, incluso frente a sus niños y a los chiquitos también”, afirma.
La colonia Parajes del Sur es el segundo territorio con condiciones de peligro por violación, principalmente de mujeres y niñas. Aunque hay un alto registro de adolescentes hombres entre las víctimas.
De acuerdo con las cifras oficiales, en esta colonia del surponiente, ubicada a unos 20 kilómetros de Riberas del Bravo, se han registrado 61 casos, de acuerdo con las denuncias presentadas. Aunque se estima que ese número es mayor, pero no todas las víctimas acuden ante la autoridad.
“A veces uno piensa que esta como en todos lados, pero no, aquí ocurren más veces”, dice Sonia, quien espera su camión de personal cerca de las tres de la tarde. Ella labora en el turno vespertino y sale a las 11:50 de la noche.
En el top ten de territorios con mayor cantidad de denuncias de violación en Ciudad Juárez también aparece la colonia Azteca, con 56; Felipe Ángeles, con 48; Parajes de Oriente con 48; División del Norte, con 45; Zona Centro, con 40; Parajes de San Isidro, con 39; Rancho Anapra, con 38; así como Independencia II y Portal del Roble, con 35 cada una. Aunque la problemática está presente en 147 colonias del territorio municipal, de acuerdo con reportes oficiales de la Fiscalía de Chihuahua.
Frente a este panorama, Isabel, habitante de la calle Riveras de Ocotillo, en Riberas del Bravo ha impulsado una red de apoyo vecinal para proteger a sus hijos cuando se quedan solos al salir de su escuela.
“Aparte de las balaceras y matazones uno debe cuidarse de que no te violen”, dice mientras divisa a su hija caminar rumbo al abarrote que está a cuadra y media de su casa.
Considera que el riesgo en el que se encuentra es mayor porque hay muchas casas abandonadas o invadidas por gente que ha llegado de manera reciente, que no conocen, y por terrenos baldíos con hierba crecida.
“De nosotros, solo los políticos en campaña se acuerdan y vienen, pero cuando ganan ni se acuerdan, menos de verlos otra vez por aquí”, asegura.
La experiencia de Isabel en la calle donde vive en Riberas del Bravo, etapa 9, difícilmente se puede encontrar en otros sectores de la ciudad.
Yadira Cortés, de Red Mesa de Mujeres, asegura que en las colonias ubicadas en la lista de ‘focos rojos’, el común denominador es que las personas no conocen a sus vecinos.
Esa situación predomina por varias razones, explica la investigadora social, la gente no tiene arraigo en el sector, son migrantes que llegaron de otras partes del país o del estado, se desplazaron de otros sectores y se instalan de manera atemporal en casas de renta, tienen largas jornadas laborales y eso imposibilita la conformación de redes de fortalecimiento vecinal.
Además, expone, cuentan con una pirámide poblacional tradicional, con base ancha que es la infancia y la adolescencia, y en el pico están las personas de la tercera edad.
Cuando ves esas características en colonias o sectores de la ciudad, de seguro te vas a topar con esta problemática. La violencia en general es muy amplia, pero esas condiciones anidan, la familiar y la sexual, menciona Cortés, quien a través de la agrupación en la que labora han llevado programas de intervención social a Riberas del Bravo.
“Cuando llegamos, las mujeres nos preguntaban: ¿qué nos van a dar?, ¿nos van a dar despensas?, ¿nos van a dar cemento? No, les respondimos. Les vamos a dar el conocimiento de sus derechos y los caminos a seguir en caso de ser víctima o acompañen a alguna víctima de violencia”.
Riberas, ‘el foco rojo’
Aunque el fraccionamiento Riberas del Bravo ha sido colocado como un ejemplo de la recuperación de la violencia en Ciudad Juárez, en los hechos su panorama exhibe otra cosa. No solo hay abandono institucional, la violencia en todos los tipos prevalece en su territorio.
Desde su fundación enfrentó situaciones adversas. A principios del 2002 se comenzó su construcción sin contar con la aprobación del plan de desarrollo para esa zona de la ciudad, el Plan Parcial Oriente Zaragoza.
Es un desarrollo habitacional financiado principalmente por el Infonavit y fue promovido hace tres administraciones por el Gobierno del Estado.
Las primeras ocho etapas se encuentran dentro de la misma zona geográfica, mientras que la etapa 9 está incrustada en otro polígono geográfico en el lado sur, cruzando la carretera Juárez-Porvenir, hacia el oeste de la etapa 8. A este sector solo se puede entrar y salir por una calle, la Antonio García. “No hay otra entrada”, dice Isabel.
En un recorrido por la zona lo primero que se percibe es la cantidad de casas desocupadas, malas condiciones de la pavimentación y tramos de terracería entre algunas etapas, lo que afecta el traslado de sus habitantes, quienes aseguran que viven con miedo.
En el 2011 se presentaron proyectos de recuperación que contemplaba obras como la construcción de un gimnasio, un centro comunitario, otro para atender adicciones y obras de conectividad entre las diferentes etapas, pero a la vuelta de los años no todo se concretó.
Hace unas semanas, el Gobierno del Estado volvió anunciar para Riberas del Bravo otro plan enfocado prevenir la violencia de género. Aunque las acciones ‘emergentes’ también se llevarán a otros sectores que la autoridad estatal considera muy vulnerable como son Rancho Anapra, Haciendas, Parajes del Sol, Kilómetro 30 y Samalayuca, así como los municipios de Guadalupe, Villa Ahumada y Práxedis G. Guerrero.
La Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de Chihuahua dio a conocer que Riberas del Bravo es el sector del cual se genera más del 50 por ciento de las llamadas de emergencia y de ellas un numero alarmante son de parte de mujeres violentadas.
Si bien es cierto que ha habido mucha intervención, mucha inversión, falta continuidad, considera Yadira, quien encabeza acciones desde la sociedad civil para convertir a las mujeres en defensoras de los derechos de las mujeres.
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