Hernán Ortiz
Académico
Ciudad Juárez –Raúl Ruiz, es sin duda un reportero, destacado líder de opinión en la ciudad (que con ternura él llama aldea). Imaginar que se ha dado tiempo para leer lo que escribo me inspira a seguir haciéndolo.
Más todavía, cuando se ha propuesto a abrir un debate sobre temas que nos afectan a todos. ¿Se gana o se pierde un debate? De verdad creo que es lo de menos, son como los combates en un entrenamiento: aun recibiendo golpes aprendes. Que alguien este dispuesto a motivar ese aprendizaje, es invaluable.
El asunto es la mina de Samalayuca. Me ha llamado dogmático, más no define a qué, me ha llamado mixofóbico (que es como el miedo a la otredad o extranjeros) cuando yo mismo soy un inmigrante en esta tierra. Esta postura de él, claro esta que plantea un falso debate, pues no enfrenta mis ideas sino mi persona, desprestigiándome sin fundamento y empeñando su palabra para que quien crea en él se lo crea. Es decir que yo soy malo, sólo porque él lo dice.
No puedo responder ante eso, sí para él soy una mala persona, es una percepción personal y no puedo hacerlo cambiar de opinión. Pero quiero dejar claro que esto en nada se relaciona con lo que pueda plantearse alrededor del debate sobre la mina.
Asegura que gente como yo debe ser vistas con cautela según Zygmunt
Bauman (de tres veces que escribe su nombre, dos pone Zygmund, no sé por qué). No coincido con él, me parece que son más interpretaciones muy libres del maestro Ruiz, pero con tal de apostarle a un fructífero intercambio de ideas, comparto la liga al texto mencionado, no es necesario leerlo todo, en el índice se pueden identificar los conceptos de lo que se me acusa: Zygmunt Bauman. Sobre la educación en un mundo líquido, conversaciones con Ricardo Mazzeo.
Dicho sea de paso, también en ese mismo libro puedo citar textualmente como Bauman nos advierte de posturas como las que quieren promover la mina en Samalayuca. En la página 43 dice:
“La depravación es la estrategia más inteligente para el desposeimiento. Desviar la atención (mediante la tentación y la seducción) de lo que es la tarea de adquirir un adiestramiento y, en consecuencia, también de lo que es relevante en la vida, para sustituir todo ello por la búsqueda de las impresiones sensuales…”
Claro, Bauman habla de una sensualidad en el morbo amarillista de algunos medios informativos, pero pensemos en una depravación fetichista por el dinero rápido que distrae de la tarea de aprender a cuidar el ambiente. Sí, habrá dinero, pero quedaremos desposeidos del agua y muertos, no tendremos en que gastarlo.
De nueva cuenta, esto no es un dogma ni una opinión, es un hecho científico, sustentado en estudios técnicos de la CONAGUA.
Dejo de nuevo la liga al documento “Actualización de la disponibilidad media anual de agua en el Acuífero Samalayuca (0810), estado de Chihuahua. Consulta aquí el estudio.
Es muy claro en la página 30:
“La disponibilidad de aguas subterráneas conforme a la metodología indicada en la norma referida, se obtiene de restar al volumen de recarga total media anual, el valor de la descarga natural comprometida y el volumen de aguas subterráneas concesionado e inscrito en el REPDA:
-433,365 = 16,000,000 – 0.0 – 16’433,365
La cifra indica que no existe volumen disponible en la unidad hidrogeológica denominada acuífero Samalayuca en el Estado de Chihuahua.”
Ojalá y el Señor Ruiz, lea esto para comentarle que no es que sea dogmático, es un hecho que no permite lugar a interpretación como el hecho de que existe la ley de gravedad.
También se me acusa de oponerme de manera tajante a la mina para promover una cadena esquismogenética (Bauman la comenta en la página 17 del libro que ya compartí). Pero el autor original del texto habla de que Saramago ve un Portugal xenófobo, no de la defensa de los recursos naturales, memoria arqueológica y fauna y flora endémica.
¿De dónde saco lo de memoria arqueológica, flora y fauna endémica?
Bueno, al menos ahí también hay un par de estudios técnico-científicos, que dan cuenta de ello y de las alternativas de desarrollo económico para la región. Porque sí, existen las alternativas, no tan depravadas (parafraseando a Bauman) como la de una mina a cielo abierto.
El primero es el Programa de Manejo Área de Protección de Flora y Fauna
Médanos de Samalayuca publicado en el 2003, aquí el documento.
Del otro no tengo copia electrónica aun, pero trabajo en ello y lo compartiré. Es el plan de Ordenamiento Territorial de Samalayuca, publicado en el año 2000 por el IMIP, la UACJ y el Municipio de Juárez. Sólo para constatar la calidad del trabajo, la coordinación del mismo estuvo a cargo de María Luisa García Amaral y en él participaron personas de la talla de Laura Ochoa, Leticia Peña y Abigail García Espinosa, cómo olvidarla si la Biblioteca del IMIP lleva su nombre y por algo es.
Desde entonces ya se planteaba el problema del agua y se ofrecían alternativas sustentables para un desarrollo que no pusiera en riesgo el ambiente y los recursos, no sólo de Samalayuca sino de todo el municipio, porque vale la pena recordar que nos guste o no, Samalayuca es parte de Juárez, y tampoco es una interpretación personal, así lo establece el Código Municipal del Estado de Chihuahua.
Cuando el Señor Ruíz vea estos documentos se dará cuenta de que mi postura no es un capricho ni una ocurrencia, es el resultado de conocer los datos técnicos que sustentan que poner una mina en esa región es mala idea y que existen otras alternativas posibles al desarrollo económico y sustentable de la zona.
¿Cómo podemos hacer que los habitantes de esa región puedan ver de manera concreta?
Para empezar, planteando que los Derechos Humanos no se negocian, no se garantizan los derechos de unas personas quitándoselas a otras. Eso no es posible y si lo hacemos estaremos actuando en contra del artículo primero de la Constitución de nuestro país.
Pero sí podemos vigilar y exigir a las autoridades que administren los recursos de tal manera que tanto tiempo y dinero invertido en elaborar planes y programas de desarrollo para Samalayuca y Juárez, se implementen de la manera más eficaz posible… de lo contrario, parecerá que la estrategia más viable es sacrificar los recursos naturales. Como la historia de aquel hombre que al quedarse sin leña para la chimenea empieza a alimentar el fuego con la madera de las paredes de su cabaña; claro, el fuego siguió, pero también perdió aquello que lo protegía de la intemperie.
Debo agradecer al Maestro Ruiz por generar posturas que permiten el diálogo y el debate. Le agradezco que me lea y que reaccione en consecuencia. Debo ser sincero en el sentido que sus críticas a mi persona no me son claras pues me parece que resultan una mala interpretación de lo que Bauman dice, pero dejando eso de lado, no veo o no identifique, tal vez por mi lento entendimiento, algún fundamento técnico, basado en evidencia, que apoye una postura a favor de la mina. Si Raúl Ruiz o cualquier persona tuviera algún documento que me permita entender mejor el tema, me gustaría conocerlo.
Raúl Ruiz me llama reduccionista, pero más que reduccionismo es la conclusión de revisar todas las posibilidades. Ante tanto fundamento y considerando que aquí expongo los más básicos, ¿quién puede pensar que poner una mina en Juárez es buena idea? La única respuesta que encuentro sigue siendo que esa postura postura se basa en la ignorancia o la corrupción… ¿Hay otra? De verdad quiero saber.
jhiiio@hotmail.com
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