Lo que hoy vive López Obrador tiene dos vertientes, o se alía a su vecino en el combate verdadero contra la delincuencia, inclusive jugando con la semántica y llamándolo cooperación en lugar de intervención o se va a enfrentar en muy poco tiempo a una crisis, económica, de seguridad y humanitaria como no se ha visto nunca antes.
Jorge S. Bermúdez
Ciudad de México –El presidente de la república se ha metido en su burbuja una vez más, se ha aislado del mundo verdadero y se ha dedicado a escuchar solo a quienes se desviven en elogios a su gobierno y a su persona, se ha refugiado en su conferencias de prensa mañaneras donde no hay periodistas si no paleros y se está dedicando a hacer oídos sordos ente la crisis más grave que seguramente vaya a sufrir su gobierno en el tiempo que dure.
Aun no dimensiona el presidente lo grave de la declaración del vecino del norte Donald Trump, que ha decidido y asi lo ha expresado, catalogar a los carteles del narco trafico mexicanos como terroristas.
¿Qué significado tiene esto que suena y parece como de película hollywoodense?
Pues bien, significa ni más ni menos que los estadounidenses bajo sus propios protocolos de seguridad y de sus ciudadanos van y atacan a grupos terroristas sin importar la nacionalidad ni la soberanía de otros países para salvaguardar su propia seguridad.
Ejemplos hay muchos, no debe de sorprender, el país con el ejército más poderoso del mundo, con un presupuesto de miles de millones de dólares anuales ha ido a lugares remotos como Afganistán, Siria, Libia a atacar a grupos que ha denominado terroristas como Al Qaeda, o El estado islámico, la forma de guerra de Estados unidos en los últimos años no es contra países si no contra organizaciones.
Pues el turno le llego a los carteles de la droga mexicana, y es culpable de semejante crisis es la inacción del gobierno de López Obrador.
Ya habían habido varias señales de que algo así sucedería ya la diplomacia norteamericana había expresado una enorme preocupación por la falta de estrategia del gobierno de México en materia de seguridad, en varias reuniones bilaterales habían solicitado a los inexpertos funcionarios mexicanos que se cambiara el rumbo, que se diera un golpe de timón , dado que consideraban ya como una escalada la violencia en México, y el pobre o nulo trabajo en el decomiso de droga que estaba entrando a su país inundando sus calles con una cantidad de estupefacientes jamás vista antes.
Pero desde luego el gobierno mexicano con una enorme soberbia y como se dice vulgarmente jalándole la cola al tigre, hizo caso omiso, se centró y concentro en su teoría de abrazos no balazos
, y en la absurda postura con tintes cómicos insoportables deLos voy a acusar con sus mamacitas
.
Semejantes ocurrencias no podían pasar desapercibidas, las consecuencias eran evidentes, el presidente de México creyó que su popularidad lo blindaba de todo y de todos, que verdaderamente un país como estados unidos sentiría temor por su mil veces cantado barril de 30 millones de votos y que no sería capaz de pegarle en la mesa para poner orden.
Calculo mal el presidente mexicano, no supo actuar como un estadista y siguió en su papel de candidato eterno, mientras el país se incendiaba con la violencia y los criminales vivían en un paraíso de impunidad.
Hay que destacar que la actitud e inacción del gobierno de México es un regalo con moño para Trump en este momento, cuando un presidente de Estados Unidos está siendo enjuiciado por el congreso de su país y enfrenta una posible, aunque remota posibilidad de destitución, ir contra los carteles mexicanos no solo corrobora su postura de campaña, sino que lo fortalece al interior de su país y de su base, y para calmar los ánimos en los congresistas que buscan su dimisión. Recordemos que no es ni será la única vez, ya otro presidente de estados Unidos ante un asunto similar decidió atacar y bombardear Libia mientras era enjuiciado por el congreso, ya que la postura norteamericana establece que En tiempos de guerra cualquier disidencia es traición, y nadie es capaz de enjuiciar a un presidente en situación de guerra.
Así es que el presidente de México obsequia al de Estados Unidos una salida magnifica, un puente de plata para cruzar al otro lado del impeachment, y matar dos pájaros de un tiro, desviar la mirada y el dedo flamígero del congreso estadounidense y hacerse de una vez por todas de un liderazgo sobre un presidente al cual considera débil e inexperto.
Ignorante no es aquel que no sabe, sino quien decide no aprender, y es el caso del gobernante mexicano, su testarudez y soberbia al creer que con posturas fantasiosas podría atacar el más grave problema de México, y convencer a los delincuentes que matan, secuestran, y trafican que se porten bien basándose en su popularidad le acaba de salir contraproducente , le salió el tiro por la culata, ahora no solo le quita la venda de los ojos a millones de personas dejando al descubierto su incapacidad, tiene la amenaza de intervención del país más poderoso del mundo y para rematar a la economía mexicana en recesión, con cero crecimiento.
Lo que hoy vive López Obrador tiene dos vertientes o dos caminos, o se alía a su vecino en el combate verdadero contra la delincuencia, inclusive jugando con la semántica y llamándolo cooperación en lugar de intervención, y firma lo antes posible el tratado de libre comercio, y de deja de fantasías parroquiales de pueblo pobre, o se va a enfrentar en muy poco tiempo a una crisis, económica, de seguridad y humanitaria como no se ha visto nunca antes.
Tiene la oportunidad de recomponer el camino del país que se está cansando de sus absurdos, o puede comenzar a contar los días de su gobierno sabiendo que es el comienzo del fin.
Jsb_1972@hotmail.com