La Ley Electoral de Chihuahua señala que los procesos electorales inician el primero de octubre del año previo a la elección; sin embargo, ante la contingencia sanitaria resulta urgente que el Congreso local apruebe una reforma para que el proceso del 2021 inicie hasta la primera semana de enero; dando oportunidad de que sean aprobadas las diversas reformas electorales pendientes
Gerardo Cortinas Murra
La Constitución Local establece que la jornada electoral para la renovación de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y los Ayuntamientos, “tendrá lugar el primer domingo de junio del año que corresponda”. A su vez, la Ley Electoral señala el día en que inician los procesos electorales: el día primero de octubre del año previo a la elección.
Por su parte, en el Pacto Federal se precisa que “las leyes electorales federal y locales deberán promulgarse y publicarse por lo menos noventa días antes de que inicie el proceso electoral en que vayan a aplicarse, y durante el mismo no podrá haber modificaciones legales fundamentales”.
Luego, la fecha fatal para que el Gobernador ordene la publicación de las reformas electorales que, en su caso apruebe el Congreso, y que serán aplicables en los comicios del año 2021, es el miércoles primero de julio próximo. Es decir, dentro de escasos dos meses y una semana.
A pesar de ello, existen varias iniciativas en materia electoral cuyo dictamen no ha sido aprobado aún por la comisión legislativa correspondiente. Algunas de ellas, son propuestas de reforma constitucional que requieren ser aprobadas por los 67 municipios; lo que imposibilita su aprobación, por el reducido tiempo que resta.
De tal manera que, es probable que los comicios locales del 2021 se desarrollen con las mismas reglas del 2018. Más aún, cuando la cobardía -sanitaria y política- de los diputados locales ante la pandemia del COVID-19, tiene paralizado al Poder Legislativo.
Ante esta circunstancia, debe tenerse presente la experiencia de los estados de Coahuila e Hidalgo, en la que el Consejo General del INE atrajo la organización de las elecciones en estas entidades federativas al ordenar su postergación “hasta que se decrete el fin de la emergencia sanitaria”.
Dicha medida se dio el primero de abril pasado, como parte de las medidas para “proteger el derecho a la salud de la ciudadanía y evitar contagios masivos”. Los comicios podrían realizarse hasta julio o agosto -sin una fecha específica- porque “el poder de la infección” está alterando los calendarios electorales.
Así las cosas, resulta urgente que el Congreso Local apruebe una reforma a la Ley Electoral para efecto de que el proceso electoral del 2021 inicie hasta la primera semana de enero; dando oportunidad de que sean aprobadas las diversas reformas electorales pendientes de dictaminarse; así como también, las reformas necesarias para prever los efectos de la emergencia sanitaria que aqueja a todo el país.
Respecto a las iniciativas presentadas por Gobernador Javier Corral y por el diputado Omar Bazán, relativas a las ‘elecciones primarias’ y la ‘segunda vuelta electoral’, respectivamente; dada la crisis económica que generó la pandemia del COVID-19, resultan inaceptables para la sociedad chihuahuense porque ambas iniciativas representan un gasto excesivo e irracional.
Acreditémoslo:
1.Los miles de ciudadanos que integran las mesas de casillas electorales estarían obligados a participar en tres jornadas electivas:
- a) la de la ‘elección primaria’;
- b) la de la elección constitucional; y c) la de la ‘segunda vuelta’.
Lo que representaría el pago diferenciado a miles de ciudadanos por cada una de estas tres ‘jornadas electivas’; además, resulta improbable que acepten participar en tres ocasiones, dado el mísero ‘sueldo’ que les da el IEE.
2. Habría tres etapas de proselitismo electoral:
- a) la de precandidatos antes de la ‘elección primaria’;
- b) la de candidatos antes de la elección constitucional; y
- c) la de los dos mejores candidatos ganadores antes de la post-elección constitucional.
De aceptarse estas dos iniciativas, el Congreso tendría que autorizar el incremento del costo del proceso electoral, ya que los candidatos tendrían derecho a exigir financiamiento público para estas tres ‘campañas’ electorales.
3. El IEE tendría que imprimir -en tres ocasiones- millones boletas electorales para estas tres jornadas electorales.
Lo que constituye una mala práctica ambiental, ya que significa un considerable desperdicio de papel, ya que más de la mitad de las boletas electorales no son utilizadas; lo que coadyuva a la pérdida de hábitat de especies protegidas y un grave daño al equilibrio del ciclo hídrico.
Por último, entre la ciudadanía chihuahuense existe un consenso generalizado para que los procesos electorales sean verdaderamente austeros y de menos duración. Al día de hoy, ya están elaboradas sendas iniciativas ciudadanas para efecto de exigir a los diputados locales la aprobación de reformas electorales respecto, entre otros, a los siguientes tópicos:
- a) Reducción del financiamiento público a los partidos políticos;
- b) Reducción de los plazos de precampañas y campañas electorales;
- c) Eliminación de los candados a los candidatos independientes;
- d) Prohibición de los actos públicos de proselitismo electoral; y
- e) Nuevas reglas en materia de propaganda electoral.
