Los mexicanos no favorecieron a AMLO en las boletas por reconocer su capacidad de hacer frente a la violencia o sacar a México del atolladero económico. Su fuerte nunca fue ese y hoy no tiene posibilidad de serlo
Miguel Ángel Sosa
Twitter: @Mik3_Sosa
Hoy más que nunca se vuelve cierta la eterna retórica del Presidente sobre la existencia de otros datos. Pues las dudas que tiene la gente sobre las noticias que escucha a diario resultan mayores y recurrentes.
No son solo las cifras dispares sobre los contagios derivados del COVID-19, sino también los mensajes contradictorios sobre el combate a la corrupción y el cobijo institucional a clanes como el de Manuel Bartlett.
Los temas de conflicto dejaron de ser solo aquellos en donde siempre se dio una eterna batalla: asignación del gasto, infraestructura, educación y salud. Esta nueva administración, incluso tiene campañas gubernamentales mal recibidas sobre la protección a las mujeres y la lucha contra el feminicidio.
La verdad es que los mexicanos no favorecieron a AMLO en las boletas por reconocer su capacidad de hacer frente a la violencia o sacar a México del atolladero económico. Su fuerte nunca fue ese y hoy no tiene posibilidad de serlo.
El costo del voto de castigo de 2018 hoy es más que visible, pues el diferencial que atrajo a millones de ciudadanos para dar una oportunidad al tabasqueño hoy es la principal debilidad que impide accionar el desarrollo nacional.
Confundir apoyos sociales con efectividad en la acción de gobierno, sería tan grave como pensar que solo duplicando la inversión en reforestación se acabaría con la contaminación. La estrategia de apoyos directos crea un boquete en las finanzas públicas que será imposible mantener, lo que confirma el papel meramente electorero.
Y así se van construyendo muchas realidades que se sobreponen y disputan la legitimidad de la verdad. A dos años de gobierno, la separación entre el Presidente y el partido gobernante vive su punto más algido, aunque el segundo necesita del primero y no viceversa.
Vienen meses de ajuste derivados del caótico escenario causado por la pandemia. Será también momento del balance que hagan las personas de la respuesta gubernamental y la atención que dio el Estado a la emergencia que aún vive México. Lo hecho, hecho está… y el examen se acerca con la elección intermedia del 2021.