COVID-19

Reanuda Lear su producción en la zona donde se desató el contagio




junio 1, 2020

Con turnos especiales para sus trabajadores y antes de la fecha establecida para la reactivación de la industria automotriz, la maquiladora retomó su actividad; ‘tenemos mucho miedo, pero la necesidad nos hace estar aquí’ coincidieron obreros al arribar a la planta Río Bravo, algunos no regresarán, comentaron sus compañeros

Gabriela Minjáres/Rocío Gallegos
La Verdad

Ciudad Juárez – La maquiladora en la que se tiene documentado el brote de coronavirus (COVID-19) con mayor letalidad en Ciudad Juárez, Lear Corporation Planta Río Bravo, reanudó operaciones el fin de semana, días antes de la fecha establecida por el gobierno estatal para que la industria del giro automotriz se reactivara a partir del 1 de junio con ciertas medidas preventivas.

A 60 días de haber frenado la producción, tiempo en el que se tiene documentada la muerte de 18 trabajadores de la planta Río Bravo como consecuencia del contagio, la empresa multinacional reinició las operaciones con turnos especiales de 10 y 12 horas que abrió el sábado y el domingo, por los que ofreció un bono de 500 pesos a quienes se presentaran a trabajar.

Las operaciones reiniciaron en el área BR, donde se producen asientos para carros de la marca Mercedes-Benz, justo el lugar que se convirtió en la zona cero del contagio, donde de acuerdo con trabajadores y familiares de víctimas presuntamente se desató el brote.

Fotografía: La Verdad

Aunque también, de acuerdo con trabajadores, en la planta La Cuesta se reactivó la producción en algunos módulos con la finalidad de entregar un pedido urgente de Mercedes-Benz, por lo que hasta ahí llevaron a un grupo de trabajadores de Río Bravo para guiar la elaboración del producto.

“Venimos porque nos necesitan, nos pidieron trabajar para sacar un pedido especial y aquí estamos, claro que tenemos mucho miedo, pero la necesidad nos hace estar aquí”, dijo una empleada de Lear Río Bravo.

Entrevistada mientras caminaba junto a otros compañeros para llegar a la planta que se localiza cerca del puente internacional Zaragoza-Ysleta, la obrera comentó que era tal el miedo de regresar a trabajar que sentía un temblor que le recorría el cuerpo, pero sabía que debía sobreponerse porque estaba a unos pasos de llegar y a unos minutos de iniciar la jornada laboral programada para las ocho de la noche del sábado.

“No hay de otra”, agregó con resignación la mujer que portaba su bata de trabajo y un cubrebocas casero.

Como ella llegaron uno 100 trabajadores que se trasladaron en poco más de 50 camiones de transporte de personal que entraron uno a uno a la planta para bajarlos frente a la puerta de acceso, donde los esperaba una persona que los conducía a una carpa localizada en el exterior.

Fotografías: La Verdad

Otros empleados, los menos, llegaron por su propio pie o en automóviles particulares, donde guardias de seguridad les daban acceso, les tomaban la temperatura y ofrecían cubrebocas en caso de no llevar uno puesto.

La mayoría del personal que acudió a trabajar acudió con cubrebocas, caretas, guantes y lentes, equipo que la empresa les entregó durante los cursos de entrenamiento de regreso seguro al trabajo que les impartieron durante el mes de mayo.

En el exterior, una persona de la empresa que transporta a los obreros también dotaba de caretas, cubrebocas, guantes y hasta clorox a los choferes de los camiones que ofrecen el servicio a Lear.

Mensaje de Lear para llamar a sus trabajadores al turno especial con el que reiniciaron actividades. Fotografía: Cortesía

Choferes comentaron que recorrieron las rutas que normalmente realizan y en algunas de las unidades solo trasladaron a uno o dos trabajadores, aunque también hubo algunos en los que no subió ningún pasajero y en unos cuantos se vio hasta cuatro pasajeros.

De acuerdo con el anuncio que la empresa circuló vía telefónica y en redes sociales a los trabajadores, la planta Río Bravo realizó tres turnos extras, el sábado 30 de mayo de ocho de la noche a las seis de la mañana; y el domingo 31, en dos horarios: de seis de la mañana a seis de la tarde; y de seis de la tarde a las seis de la mañana.

El mensaje dirigido a los líderes de grupo resaltaba que recibirían 500 pesos de bono por cada turno trabajado, solo pedían esperar que los supervisores y gerentes de producción los llamaran para acudir a los tiempos extras.

Además, en el anuncio firmado por el departamento de Recursos Humanos, se mencionaba que para poder asistir al turno extra debían haber tomado el entrenamiento “regreso seguro” que días antes realizaron en todas las plantas y que el supervisor o gente les haya pedido que asistieran.

La Verdad pidió el sábado una entrevista con representantes de la planta, pero la solicitud no fue atendida.

Sin embargo, de acuerdo con directivos de Lear que pidieron no ser identificados por no tener autorización para dar información, se mencionó que fue poco el personal que acudió al turno especial que abrieron el fin de semana, ya que convocaron a más trabajadores para sacar el pedido, pero no acudieron.

“La respuesta fue escasa, acudió menos gente de la que se requería”, dijeron.

Confirmaron que personal de Río Bravo fue trasladado a la planta La Cuesta, donde también se convocó a turnos extras para sacar con mayor rapidez el proyecto del contrato con Mercedes-Benz, empresa alemana fabricante de vehículos de lujo.

“Se llevaron a unos cuantos para que guiaran la producción en La Cuesta, porque ellos son los que realizan ese trabajo”, se informó.

Se preguntó a la secretaria estatal del Trabajo y Previsión Social, Ana Luisa Herrera Lazo, cómo procederían con las empresas que se reactivaran antes del 1 de junio, como lo hizo Lear en algunas de sus plantas, pero no respondió al cuestionamiento que se le hizo en la conferencia virtual en la que participó el sábado.

Fotografía: La Verdad

Obreros temen regresar a trabajar

Mientras que a partir de este lunes 1 de junio el Gobierno del Estado acordó que la industria automotriz y aeroespacial en Chihuahua podía reanudar actividades de manera parcial, un 30 por ciento de su capacidad, trabajadores de Lear manifiestan tener miedo de contraer el virus en las líneas de producción, como ocurrió en marzo.  

“Sí pienso regresar porque necesito mucho el trabajo, pero tengo mucho temor, creo que todos, no solamente yo, todos tenemos miedo, es como dicen, el virus sigue ahí y en donde quiera, pero más ahí donde fue el brote”, dijo una empleada de la planta Río Bravo que aún no sabe la fecha en la que se reincorporara porque se encuentra entre el grupo de personas vulnerables por tener un hijo con problemas de salud.

Otro trabajador agregó que también tiene miedo, que su familia le ha pedido que no vuelva a la empresa, que busque otro empleo, pero teme no encontrarlo en las condiciones actuales derivadas de la pandemia, por la cual se suspendieron la mayoría de las actividades económicas.

“Cuando fui al entrenamiento me dio mucho miedo, no nada más a mí, casi a todos los que fuimos, nos dio mucho miedo entrar a la planta, todo el tiempo que estuve ahí anduve con unos nervios, pero ahorita no hay trabajo y si renuncio me van a dar bien poquito dinero”, comentó.

Los obreros agregaron que a la fecha no saben cuántos compañeros murieron y cuántos resultaron contagiados, porque en la empresa no les informaron antes ni durante los cursos que les dieron para regresar.

Solo les dijeron que habían fallecido varios de sus compañeros y que por eso habían tomado una serie de medidas al interior de la planta para evitar que vuelva a presentarse un brote como el que se presentó en marzo, informaron.

Kit de sanitización entregado por Lear a sus trabajadores. Fotografía: tomada de Facebook

Además del kit que les dieron con la finalidad de prevenir otro brote, el cual contiene cubrebocas, careta, lentes, guantes, gel antibacterial, toallas desinfectantes, termómetro y jabones en una mochila mediana que les pidieron usar porque no los dejarán utilizar los casilleros, en la empresa establecieron una serie de medidas.

Por ejemplo, contaron, en todas las líneas de producción colocaron separadores de plástico para evitar el contacto entre el personal, con lo que dejaron módulos individuales que no les permitirá ni ver a sus compañeros.

“Las máquinas están completamente cerradas, no se puede ver ni para enfrente ni para los lados, hicieron como pequeños cuartos de plástico blanco, unos cubos donde solo puede estar una persona”, explicaron.

Agregaron que algo similar hicieron en la cafetería, donde colocaron separadores en las mesas para dividirlas en cuatro y les prohibieron platicar durante el horario de comida o estar en grupo.

También, les anunciaron que cada dos horas van a parar la producción para limpiar las máquinas y los objetos con los que trabajan, mientras que en los camiones de transporte de personal también les asignaron lugares para evitar que estén juntos.

Las adecuaciones en las plantas se empezaron a realizar a finales de abril por personal de mantenimiento, los que también se encargaron de desinfectar el edificio, como consta en videos difundidos en redes sociales por los mismos trabajadores.

“Son muchas medidas preventivas las que se han tomado ahora, sabemos que son para el bienestar de uno como trabajador, pero hay cosas que son muy exageradas, reglas que nos impusieron y que tenemos que acatar porque nos advirtieron que el que no cumpla a la primera se hará una llamada de atención verbal, a la segunda por escrito y a la tercera es despido”, expusieron.

Mencionaron que los representantes sindicales no han estado en contacto con ellos, que no siquiera les han enviado algún comunicado o aviso vía telefónica.

El sindicato que representa a los trabajadores de las plantas de costura de Lear, como Río Bravo y La Cuesta, pertenece a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), mientras que los de arneses a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).

El secretario General de la CTM en Ciudad Juárez, Jesús José Díaz Monárrez, no respondió a las llamadas telefónicas para conocer sobre las acciones de representación que han realizado a favor de los trabajadores.

Empleados de otras plantas de Lear en la ciudad, como Monarca y Juárez, ambas de arneses y donde los representantes sindicales son de la CROC, mencionaron que durante el periodo en el que suspendieron las actividades laborales recibieron llamadas telefónicas y mensajes de sus líderes para conocer su estado de salud y el de sus familiares, así como para informarles sobre las fechas previstas para regresar a trabajar.

En estas condiciones este lunes se reanudan las actividades de manera parcial en Lear, empresa estadounidense que en Ciudad Juárez cuenta con 24 mil empleados en 10 plantas, así como en otras fábricas de la industria automotriz y aeroespacial, consideradas nuevas actividades esenciales en Chihuahua en la etapa actual.

Se estima que a partir de este lunes unos 50 mil trabajadores, que representan el 30 por ciento del aforo de las nuevas actividades esenciales, regresarán a trabajar en el estado, dio a conocer la secretaria estatal del Trabajo.

Sin embargo, tan solo algunos de los trabajadores de Lear que fueron entrevistados comentaron que en su círculo inmediato saben de hasta ocho o 10 personas que no piensan regresar a trabajar por temor a contagiarse de coronavirus en la maquiladora.

“Muchos nos han dicho que no van a regresar, sobre todo los que conocían directamente a las personas que fallecieron, yo no tengo de otra, pero voy a ver cómo siguen las cosas en la planta y el empleo en Juárez para decidir qué voy a hacer”, dice una de las trabajadoras de Lear Río Bravo.

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