Desde su taller de la avenida Constitución y Carlos Villarreal, el juarense José Guadalupe cinceló un legado histórico que se puede apreciar por distintos rumbos de Ciudad Juárez, en esculturas a Benito Juárez, a los Niños Héroes, a Zapata, a Los Trabajadores, a Tin Tan y a El Papelerito, entre otras
Juan de Dios Olivas/Apuntes Políticos
Justo al norte de Ciudad Juárez, a escasos metros del río Bravo, 6 hombrecitos enarbolan una bandera mexicana y apuntan sus armas a la frontera norte con Estados Unidos en posición de defensa del territorio nacional.
Se trata del monumento dedicado a quienes el 13 de septiembre de 1847 defendieron con su vida el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, ante las fuerzas invasoras del ejército de Estados Unidos, país que declaró la guerra a los mexicanos y tras derrotarlos se apoderó de la mitad del territorio nacional.
Cada año, se escucha el grito de ¡murió por la patria!, tras pronunciarse los nombres de Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Juan Escutia y Vicente Suárez..
La conmemoración y honores se realizan al pie de la escultura realizada en yeso colocada sobre el pedestal más grande la ciudad construido de piedra y mampostería, que se ubica en el predio localizado donde inicia la avenida Heroico Colegio Militar y del Charro.
Aunque en este lugar cada año, autoridades de los tres niveles de gobierno y el Ejército Mexicano se reúnen para rendir honores a quienes ofrendaron la vida por México, pocos conocen que la escultura fue realizada por el escultor juarense José Guadalupe Díaz Nieto quien plasmó su huella en prácticamente cualquier rumbo de la ciudad para recordar el legado histórico o cultural de los juarenses.
Nacido en Ciudad Juárez el 16 de julio de 1926, el escultor Díaz Nieto falleció en esta comunidad fronteriza el 24 de marzo del 2013.
El monumento a Los Niños Héroes fue el primero que el artista juarense esculpió para ser inaugurado ese mismo año en el aniversario de aquella histórica batalla.
Su basto legado artístico que incluyó también murales que hablan de su amor por la tierra que lo vio nacer, declaraba a los medios de comunicación su amigo el periodista Aurelio Páez.
Obras de su autoría también llegaron a la ciudad de Chihuahua y otras del país, pero su máxima producción se quedó en esta frontera.
El artista fue autor de los principales monumentos que actualmente embellecen la ciudad y que recuerdan a la población su propia historia. Otros que homenajean a personajes distinguidos, pero todos para recordar la identidad que tienen los fronterizos en la antigua Paso del Norte cuyo fundador fray García de San Francisco, también fue inmortalizado en una escultura que se puede admirar en el atrio del templo de la misión de Guadalupe.
De múltiples facetas, en su juventud, Díaz Nieto fue mecánico de ferrocarril, incursionó en la fotografía y en la política, siendo el primer director Juvenil del PRI en 1959. También fue funcionario municipal y dirigió el tribunal para Menores.
Sin embargo, habría de distinguirse por su principal pasión y amor por Juárez que plasmó en el arte de la escultura, cuyos conocimientos compartió como maestro en el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez.
Cada monumento recuerda la historia de Ciudad Juárez, antes villa Paso del Norte, fundada por fray García de San Francisco un 8 de diciembre de 1659.
Fue obra suya el monumento a Benito Juárez, de la glorieta del kilómetro 20, el prócer en cuyo honor esta ciudad lleva su nombre, después de haberse refugiado en esta frontera en dos ocasiones, entre el 14 de agosto y el 20 de noviembre de 1865, y de nuevo entre el 18 de diciembre y el 10 de junio de 1866, con la finalidad de reorganizar la resistencia y preservar la legalidad del gobierno que encabezaba.
Germán Valdés, Tin Tan quien se convirtió en un hijo ilustre de Ciudad Juárez e imprimió su sello propio a la cultura fronteriza, quedó inmortalizaron en una escultura que Díaz Nieto creó y que se encuentra en el mercado Juárez.
Lo mismo dio forma al Emiliano Zapata que se encuentra en la avenida División del Norte, que creo el monumento A los Rotarios en la Américas y Lincoln, donde destaca la figura del Dr. Carlos Canseco, en reconocimiento a su labor a favor de la niñez mexicana.
El Papelerito, ubicado en la Plaza del Periodista, que brinda homenaje al gremio que ejerce esta rama de la comunicación, también es su obra
Su talento también creó el mural que se encuentra esculpido en Bronce colocado en la escuela de Agricultura Hermanos Escobar, hoy oficinas de Gobierno del Estado ubicadas en el Parque Central; también el mural de historia que se encuentra en la antigua Presidencia Municipal.
El 1 de 1988 por encargo del Municipio inauguraba en la avenida Tecnológico y calle de Las Fuentes el monumento a Los Trabajadores de la industria maquiladora en homenaje al esfuerzo laboral de los juarenses que trabajan en esta rama de la economía.
Todo este legado fue producido desde su taller de la avenida Constitución y Carlos Villarreal de esta localidad por quien es considerado hasta el momento como el escultor más prolífero de Ciudad Juárez, qué legó a esta comunidad una basta colección de obras que se pueden apreciar prácticamente por todos los rumbos de la urbe, iniciando por donde se encuentran los Niños Héroes que defendieron el territorio nacional.
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FUENTE: Catalogo de Monumentos y Esculturas Históricas de Ciudad Juárez; https://muyjuarense.com/2013/03/25/luto-por-el-maestro-escultor-de-juarez/
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