Una revisión histórica de colaboración entre dos ciudades fronteriza entre Estados Unidos y México que por 172 años – de 1659ª 1821– fue una sola comunidad
José Mario Sánchez Soledad
La región de El Paso, Texas – Ciudad Juárez, Chihuahua solía constituir el antiguo Paso del Norte. Localizada en la ribera del Río Grande, esta comunidad, por ciento sesenta y dos años fue una sola unidad. De 1659 a 1821 compartimos la misma historia y origen, un proyecto agrícola generado por los padres franciscanos bajo la mirada de la Misión de Guadalupe.
Los primeros habitantes realizaron grandes esfuerzos para conquistar el desierto y el clima extremo. Durante el siglo XIX se crearon los estados de Chihuahua, Nuevo México y Texas y la región fronteriza fue dividida por nuevas fronteras políticas, siendo este un proceso doloroso para la cultura y la familia debido a la separación.
La Guerra entre Estados Unidos y México fue otro proceso que generó distanciamiento entre estas naciones vecinas. Desde entonces los habitantes de la frontera, a pesar de las diferencias culturales y políticas han tenido que encontrar las formas de seguir conviviendo, ya que la supervivencia lo exige.
Los escases de recursos naturales, así como las grandes distancias existentes entre la zona fronteriza y los centros de poder económico y político presentan la necesidad de constantemente estar luchando por mantener el libre tránsito de personas y mercancía, así como trabajar conjuntamente por la mejoría de los procesos de logística. El libre comercio es vital para la viabilidad de la vida en el desierto.
Los presidentes de ambas naciones tardaron 61 años en reunirse después de la guerra de 1848. Esto sucedió el 16 de octubre de 1909, cuando los presidentes Taft-Díaz visitaron ambas ciudades fronterizas. Fueron necesarios otros 34 años para que un presidente de Estados Unidos visitara México, Franklin D. Roosevelt, el 20 de abril de 1943 en la ciudad de Monterrey. Las visitas presidenciales se hicieron más regulares hasta después de la visita del presidente Harry S. Truman del 3 al 6 de marzo de 1947. Estos años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría hicieron que fuera estratégico buscar un acercamiento entre estas naciones vecinas. La frontera con México desde esos años tiene un valor estratégico para la seguridad de Estados Unidos y México.
Las complejidades entre sus países no han sido un obstáculo para la cooperación entre los habitantes de El Paso – Cd. Juárez, esta ha ocurrido con regularidad ya que el problema político no resuelve las necesidades de la vida diaria. Los Paseños y los Juarenses siempre han reconocido que la ayuda mutua es conveniente para poder avanzar en una mejor calidad de vida de las personas que residen en la zona, a pesar de lo que suceda a nivel nacional.
Primeros servicios de salud en la frontera
Hay muchos ejemplos de cooperación en la frontera México-Estados Unidos, teniendo el medio ambiente y la salud los mayores logros de cooperación y actos de hermandad. El primer ejemplo fueron los esfuerzos realizados durante el Siglo XIX por el Dr. Mariano Samaniego, que siendo un médico residente de Ciudad Juárez y estudiado en la Sorbona de Paris, Francia proveía servicios a todos sin importar nacionalidad. Su amabilidad y calidad humana está reconocida en el mural que se encuentra en el lobby del hospital, University Medical Center de la Ciudad de El Paso, Texas.
Tuberculosis
El 15 de abril de 1938, El Paso Herald Post informó sobre la Convención Anual de la Asociación de Tuberculosis de Texas en el Hotel Cortez en El Paso, Texas. Herman Rosen, presidente de la Sociedad de Tuberculosis de El Paso invitó a la comunidad médica a escuchar las charlas informativas sobre los avances en la lucha contra la tuberculosis y las discusiones médicas e intercambios amistosos sobre el tratamiento de la enfermedad conocida entonces.
Uno de los principales oradores fue el Dr. Donato G. Alarcón quien fue el director fundador del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias denominado “Ismael Cosío Villegas”, constituido oficialmente el 31 de diciembre de 1935. También fue el primer presidente de la Sociedad Mexicana de Tuberculosis. Estudios, y primer director de su revista: la Revista Mexicana de Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias, ambas iniciadas en 1939 y primer director general del Comité Nacional de Lucha contra la Tuberculosis.
En México solo el Dr. Donato G. Alarcón, en las enfermedades respiratorias, y el Dr. Ignacio Chávez, en las enfermedades cardiovasculares, asumieron la responsabilidad inicial de las tres instituciones equivalentes: el Instituto Nacional, la Sociedad de Especialistas y la Revista de la especialidad. También fue el primer neumólogo electo director de la Academia Nacional de Medicina de México y director de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México. Intercambios como el realizado con médicos como el Dr. Alarcón han contribuido a mejorar el tratamiento de enfermedades en la frontera.
Diversas enfermedades y retos
El 30 de diciembre de 1955, un artículo del El Paso Herald Post relata cómo Harold Tillman, ingeniero sanitario de la Unidad de Salud Ciudad-Condado, elogia la cooperación de funcionarios de Juárez en un artículo publicado ese mes por el Journal of the US Public Health Service. Aquí no hay una “cortina de hierro”. Escribió el Sr. Tillman. “La única restricción entre nuestras ciudades es una cortina de polvo ocasional, no hecha por el hombre”. El Sr. Tillman comentaba sobre varios ejemplos de esfuerzos cooperativos entre las dos ciudades en la década de 1950:
* Mosquitos
El Programa Mosquito fue un ejemplo de esfuerzos cooperativos. La cría de mosquitos se vio reforzada por el hecho de que gran parte del agua de riego mexicana contenía un alto porcentaje de aguas residuales que sellaban el suelo e impedía el secado entre riegos. El problema se resolvió al suministrar equipo, insecticidas y supervisión a la Secretaría de Salud de Juárez, que suministró mano de obra y cierta supervisión.
* Comité Conjunto sobre Diarrea y Enteritis
El trabajo del comité conjunto entre El Paso y Juárez redujo la tasa de mortalidad infantil de El Paso por 100,000 de 54.6 en 1951 a 13.6 en 1954 y Juárez tuvo una mejora similar.
* Encuesta conjunta sobre el tifus en ratas
Hombres de ambos departamentos de salud trabajaron codo con codo en el programa y ocuparon puntos de muestreo en ambas ciudades en 1945. Aunque ninguna ciudad tuvo casos humanos de tifus, el 25% de las ratas capturadas estaban infectadas. En 1951, el 5% de las ratas estaban infectadas.
* Control de la pepena en basurero
El Paso encontró otro sitio para relleno sanitario cerca de la isla Córdova, el oficial de Salud de Juárez había protestado porque tenía un problema policial casi imposible para evitar que los ciudadanos de Juárez buscaran restos en el basurero. “Muchos de los sanitarios del departamento de Salud de Juárez han obtenido certificados de nuestra escuela para manipuladores de alimentos, Juárez inició una escuela similar. Se instituyó que el tráfico de alimentos entre los dos países se inspeccionara en ambos lados.
Rabia
El número de El Paso Herald Post del lunes 26 de mayo de 1969 informó que el asistente del cirujano general del servicio de salud pública de los Estados Unidos elogió el programa de control de la rabia de El Paso y la cooperación entre El Paso y Juárez, que había reducido drásticamente la incidencia de la enfermedad.
El Dr. James H. Steele, asignado al Centro Nacional de Enfermedades Transmisibles en Atlanta, GA. fue presentado por la Dra. Lea Hutchingson, directora del Departamento de Servicios Veterinarios de El Paso, durante una gira de evaluación al programa de Control de animales de la Ciudad. El Dr. Steele elogió el programa local como excelente y tuvo un elogio especial por el trabajo de la Dra. Hutchingston que resultó en un año libre de rabia en 1963.
El Dr. Steele también realizó un recorrido por las instalaciones de Juárez. Elogió la cooperación de dos ciudades. Patrullaje conjunto, intercambio de informes de mordeduras por escrito e informes mensuales del manejo de animales. El Dr. Steele estuvo acompañado en su viaje de evaluación en Juárez y el paso por el Dr. Donald F. Damode de la Organización Panamericana de la Salud y el Dr. James W. Glosser de la Oficina de Servicios Públicos de los EUA en El Paso.
Cooperación en salud infantil
El alcalde de Juárez, Francisco Villarreal Torres, señaló con el pulgar hacia el personal, los pacientes y sus familias en Kidsville del Providence Memorial Hospital para mostrar la buena voluntad y la cooperación en el cuidado de la salud entre El Paso y Juárez en 1993.
Tratamiento de aguas residuales y agua potable en la frontera.
A principios de la década de 1990, se reconoció que El Paso y Juárez son, para fines de salud pública, una sola comunidad, que necesitaba desesperadamente ayuda de ambos países. El Dr. Laurence Nickey, director del distrito de salud de la ciudad y el condado de El Paso, declaró a The Sacramento Bee el domingo 3 de enero de 1993:
“Compartimos la misma contaminación, las mismas enfermedades y el agua. Lo que sucede en un lado sucede casi inmediatamente en el otro. Hay entre 300,000 y 400,000 personas en Juárez sin agua potable ni alcantarillado. En el condado de El Paso, hay alrededor de 68,000 sin agua corriente, sin alcantarillado o ambos”.
Gracias a los acuerdos colaterales del TLCAN entre México y Estados Unidos en materia ambiental y al establecimiento en 1994 del Banco de Desarrollo de América del Norte y en 1995 de la Comisión de Cooperación Ambiental Fronteriza, ambos países invirtieron cientos de millones de dólares para mejorar el medio ambiente, la infraestructura, especialmente sistemas de agua potable y alcantarillado.
En 2021, Juárez tiene una cobertura del 100% de todas las líneas de alcantarillado canalizadas y una cobertura de agua potable del 98%. Todavía existen algunos desafíos con respecto a algunas cuestiones de alcantarillado sin canalizar y algunos problemas de acceso al agua potable, pero la mejora que la cooperación binacional trajo a la región de Juárez-El Paso fue ejemplar. Los impactos en la salud fronteriza son inconmensurables.
Calidad del aire
El Comité Consultivo Conjunto (JAC) es un comité binacional encargado del desarrollo y recomendación de iniciativas de mejoramiento de la calidad del aire al Grupo de Trabajo de Aire establecido bajo el “Acuerdo entre los Estados Unidos de América y los Estados Unidos Mexicanos sobre Cooperación para la Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente en la Zona Fronteriza”. El convenio “La Paz” se firmó el 14 de agosto de 1983 en La Paz, Baja California, México.
El 7 de mayo de 1996, Estados Unidos y México firmaron un acuerdo sin precedentes que definió la Cuenca Aérea binacional Paso del Norte y creó el comité. Está compuesto por una combinación de funcionarios del gobierno federal, estatal y local junto con ciudadanos privados, funcionarios universitarios y organizaciones no gubernamentales de los Estados Unidos y México.
Algunas de las medidas que estableció el JAC incluyen reducciones de emisiones de vehículos a través de gasolina oxigenada y carriles exclusivos para pasajeros en los puentes internacionales en dirección norte. Además, muchas fábricas de ladrillos ahora utilizan combustibles más limpios.
El JAC ahora se enfoca en fortalecer los sistemas de monitoreo y reporte de la calidad del aire y reducir aún más las emisiones de diesel y el polvo de las carreteras sin pavimentar.
Comisión de Salud Fronteriza
La Comisión de Salud Fronteriza México-Estados Unidos (CSFMEU) es un organismo binacional, creado en julio de 2000 mediante un Acuerdo entre los gobiernos de México y Estados Unidos, con la finalidad de identificar y evaluar los problemas de salud que afectan a la población fronteriza, así como facilitar las acciones para la atención de estos.
Trabajando en la región Juárez-El Paso con muchas organizaciones binacionales durante la primera década del tercer milenio, hasta que sus oficinas fueron movidas a Tijuana.
La Escuela de Enfermería y el trabajo binacional en salud
La Fundación FEMAP estableció el Fondo en 2015 para apoyar becas para la Escuela de Enfermería FEMAP en Cd. Juárez, Chihuahua, México. Ubicada en la frontera de El Paso, Texas, la Fundación FEMAP es una fundación sin fines de lucro dedicada a ayudar a FEMAP-SADEC, cuya misión es elevar la calidad de vida de las personas que viven en la pobreza en México, a través de una variedad de actividades de salud, económicas y servicios sociales.
La Fundación FEMAP está igualmente comprometida con mejorar las condiciones en ambos lados de la frontera, a través del apoyo de muchos de los programas de FEMAP-SADEC. A través de un hospital familiar, FEMAP ha ayudado a construir programas de salud sostenibles, que se enfocan en la prevención de enfermedades, campañas de inmunización, planificación familiar, prevención del abuso de drogas y alcohol y prevención del VIH / SIDA. La Fundación FEMAP ha financiado muchos “bancos comunitarios”, que son pequeños grupos de emprendedores que desarrollan sus propias microempresas.
La Fundación FEMAP ayudó a construir la Escuela de Enfermería María Guadalupe Arizpe de la Vega en Cd. Juárez, para lo cual se estableció este fondo. El núcleo de la Fundación FEMAP incluye el compromiso de proporcionar recursos para ayudar a otros a hacerlo bien y hacer realidad sus aspiraciones. Además de recaudar contribuciones, el compromiso es evidente en el desarrollo de asociaciones binacionales comunitarias. Esta no es una actividad reciente. Desde hace 22 años, la Fundación FEMAP considera estas alianzas como parte fundamental de su trabajo.
La Fundación FEMAP, fundada por Adair Margo, es una organización benéfica pública con sede en los EE. UU., Constituida como una corporación sin fines de lucro de Texas el 13 de julio de 1992. Está exenta de impuestos según la sección 501 (c) (3) del Código de Rentas Internas. La Fundación FEMAP se estableció para brindar programas de apoyo en las regiones fronterizas que mejoran la calidad de vida de las personas que viven en la pobreza a través de la atención médica, la educación, la divulgación y el desarrollo económico.
Ubicada en El Paso, Texas, en la frontera entre Estados Unidos y México, la Fundación FEMAP junto con FEMAP / SADEC en Ciudad Juárez brindan vínculos entre las dos ciudades y países para abordar las necesidades económicas mutuas y los problemas de salud pública. La Fundación FEMAP ha crecido durante la última década hasta convertirse en una organización que es un firme defensor de la región fronteriza entre Estados Unidos y México y es un ejemplo de la buena voluntad que existe entre ambos países y pueblos.
Esa fundación también sirve como agente fiscal para donantes estadounidenses, fondos de donantes restringidos y para organizaciones que desean trabajar con México para abordar preocupaciones de salud mutua, como el Proyecto Binacional de Tuberculosis. Los involucrados creen que la filantropía es una vía de doble sentido entre México y Estados Unidos, y que el mejoramiento de las condiciones a lo largo de la frontera requiere este tipo de cooperación y transferencia de tecnología.
Pandemia 2020
La historia nos enseña que la frontera es porosa y las enfermedades, los virus, las bacterias no se detienen en la frontera política, ya que compartimos el mismo ambiente. Los ciudadanos de buena fe en la frontera siempre han buscado juntos mejores y más viables respuestas, para atender a la localidad.
La pandemia del COVID 19 no podrá ser contenida con eficacia, si el trabajo de cooperación binacional no se fortalece y brota la ayuda mutua. Temas como la generalización de la vacunación en la población en ambos lados de la frontera, son necesarios de abordar para poder garantizar un pronto regreso a nuestra normalidad socioeconómica. Es necesario fortalecer el trabajo conjunto y evocar a todas las instituciones fronterizas a coordinarse y buscar las soluciones conjuntas, por eso tenemos tratados comerciales y de búsqueda de la paz a través de la historia.
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