La Reserva de la Biosfera El Triunfo protege a 10 tipos de vegetación, de los 19 con que cuenta Chiapas, de acuerdo con la clasificación de Breedlove (1981). Entre ellos destacan dos de los más amenazados en México: el bosque de niebla y el bosque lluvioso
Yessica Morales / Chiapas Paralelo
Chiapas – Daniel Pineda Vera, biólogo, compartió a través de un conversatorio que la selva húmeda de montaña, hoy es considerada como “el bosque más mágico del mundo”, y puede apreciarse dentro de la Reserva de la Biosfera El Triunfo, en esta se encuentran especies emblemáticas para la conservación y preservación de los ecosistemas naturales como el pavón, quetzal, tapir, jaguar, y por su belleza paisajista.
Pineda Vera aclaró que, existe una diferencia entre la vegetación del lado de la Sierra Madre de Chiapas, es decir, la cara de las montañas que pega hacia la Depresión Central (parte seca), y la que da hacia la costa (parte húmeda).
En la primera, la vegetación suele ser más densa, a veces chaparra y en ocasiones susceptible a la perdida de humedad, en cambio en el lado de la costa, en el especial el Soconusco suele ser rala (árboles un poco separados), cerca de las cañadas la selva es más baja, pero con mucha humedad, y se debe a que el viento pega de manera directa.
Acentuó que, el lugar es un paraíso para las aves y plantas, las especies que lo caracterizan son el pavón y quetzal, este último tiene una distribución en todas las regiones montañosas húmedas de Chiapas, aunque esto se ha ido reduciendo.
Encontramos al pavón que es un ave propia de la sierra madre de Chiapas y la sierra contigua en Guatemala, encontramos otras especies que pasan desapercibidas y que son igualmente carismáticas como la clorofonia, dijo el especialista.
Agregó que, el lugar tiene las condiciones idóneas para el desarrollo de las plantas epífitas (plantas que crecen obre plantas) como las orquídeas, bromelias, helechos, plantas hemiepífitas, la cuales llegan a tener contacto con el suelo y tierra, pero de manera paulatina se vuelven epífitas o bien, pueden quedarse en la superficie, como es el caso de las aráceas, monsteras, teléfonos colgantes y filodendros.
Pineda Vera mencionó que, los bosques de niebla, como muchos otros ecosistemas y tipos de vegetación en Chiapas, están siendo amenazados por múltiples factores, pero uno dañino son los megaproyectos extractivos, dentro de ellos se encuentra la minería a cielo abierto.
Compartió que, cerca del municipio de Acacoyagua, instituciones como el Servicio Geológico Mexicano y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) abrieron las puertas a muchas concesiones extranjeras de países como Francia, Alemania, China, y Canadá para que puedan explorar, extraer y aprovechar los recursos minerales y metales dentro de esta Reserva.
Puntualizó que, dicha situación no solo devasta de tajo la vegetación, sino que están dejando estéril el suelo, debido al uso de una diversidad de productos químicos para purificar los minerales y metales, el cual produce una gran cantidad de lixiviados (residuos líquidos) resultado de estos procesos industriales que llegan a parar a los cuerpos de agua, provocando así una grave contaminación.
El especialista añadió que en dicho municipio ha aumentado el número de casos de cáncer en la población, debido a la contaminación de los ríos por estos lixiviados que producen las mineras, que también afectan a la flora y fauna.
Estas concesiones mineras lejos de traer prosperidad y bienestar como suelen venderlo, están afectando todos los eslabones sociales y ecológicos que puedan existir en la zona, afortunadamente ha habido algunos esfuerzos en la zona, pero de manera eficaz y tangible no ha existido un alto para ese tipo de megaproyectos, dijo Pineda Vera.
Otra de las amenazas es la construcción de carreteras que pretenden cruzar y partir la Sierra Madre de Chiapas, como a muchas otras zonas del estado, por lo tanto ponen en juego la conectividad y salud de los ecosistemas.
Señaló que, en los bosques de niebla hay una diversidad de plantas y árboles que dominan el dosel, una mezcla entre especies tropicales de zonas templadas, donde se pueden encontrar encinos, pinos, matapalos, y una gran cantidad de especies de gran porte.
Además, estas especies pueden alcanzar hasta los 40 metros de altura, pero debido a las condiciones ambientales, la inclinación del relieve, cantidad de humedad, y calidad del suelo, harán que la altura del dosel sea variada.
Pineda Vera dijo que, la vegetación es dispersa y descontinua, pero en las grandes serranías al encontrarse en altitudes mayores a los 1500 metros sobre el nivel del mar, esta suele ser frágil.
Al mismo tiempo, la zona suele estar amenazada, debido a que ahí se realiza el cultivo tradicional del café de sombra, de gran calidad, lo que le ha dado renombre, pero debido a la presión industrial y a las “intenciones maquiavélicas” de grandes empresas como Nestlé y Starbucks, los productores en búsqueda de un bienestar económico, cambiaron su modelo de producción.
El nuevo modelo adoptado es el café de sol, implica que los productores talen el remanente de bosque que tienen estos terrenos, que a lo largo del tiempo puede provocar afectaciones, ya que no solo es un café de menor calidad, sino también hay una pérdida de cobertura vegetal, lo que da pie a enfermedades, padecimientos y plagas, que provocan que haya un abuso de agroquímicos, con el que se contaminan los suelos y el agua.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Chiapas Paralelo que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.