De acuerdo con datos oficiales, 2 mil 570 personas provocaron su muerte en el estado, durante los últimos seis años transcurridos, tan solo en el 2020 se registraron 541 caso; a pesar al panorama, no se ha establecido ninguna política pública destinado específicamente a frenar la incidencia de suicidios
Itzel Ramírez / La Verdad
Las cifras de suicidios en Chihuahua se dispararon desde el 2015 hasta convertirla en la entidad con más fallecimientos de este tipo por cada 100 mil habitantes, con un promedio de más de una muerte cada 24 horas.
De acuerdo con datos oficiales, 2 mil 570 personas provocaron su muerte en los últimos seis años transcurridos en el estado, tan solo en el 2020 se registraron 541 caso.
A pesar del panorama, que resalta cada año en los informes sobre mortalidad, ninguna de las tres administraciones que van del 2015 a la fecha ha establecido un solo programa o política pública destinado específicamente a frenar la incidencia de suicidios.
Actualmente, la principal apuesta del gobierno de María Eugenia Campos Galván es la de mantener la Línea de Atención a Personas en Crisis que, mediante llamadas telefónicas al número de emergencia 911, ofrece atención psicológica a quien la solicite.
Este mecanismo, sin embargo, queda corto en la cobertura que se requiere, reconoció en entrevista Iván Carrillo Zimmerman, responsable de Atención a Personas en Crisis.
“Nos limita la cantidad de personal, en ciertas ocasiones es mayor la demanda que la cantidad de personal con la que se cuenta”, afirmó Carrillo.
Actualmente, la línea telefónica (que atiende 24 horas al día) solo da servicio en Chihuahua y Juárez y cuenta con 14 psicólogos y psicólogas para todos los turnos.
En lo que va de 2021, aseguró el funcionario, se han tenido ocho mil 200 llamadas.
Una vez tomada una llamada por una situación de crisis, los especialistas indican al usuario a qué lugar puede acudir para tener una atención más integral, aunque ya ninguna instancia pública da continuidad al caso, ni siquiera cuando se hace del conocimiento alguna situación de violencia que pueda constituir un delito.
“Se brinda la atención y se canaliza, pero no hay seguimiento”, precisó Carrillo.
Para Francisco Ramírez, del Consejo Directivo del Colegio de Psicólogos de Ciudad Juárez, la alta incidencia de suicidios en Chihuahua requiere mucho más que una línea telefónica.
“Tenemos un panorama muy desalentador y el esfuerzo no parece el más adecuado, al menos el que se ha hecho hasta ahora. De entrada, la línea de atención es una buena intención, pero insuficiente sin duda alguna, necesitamos pasar a un nivel mayor de una política publica concreta y específica que hable de mayor capacitación, de mayor prevención”, consideró Ramírez.
Desde mediados de este año, el gobierno de Chihuahua también ha apostado por impulsar la Guía de Intervención mhGAP –elaborada por la Organización Mundial de la Salud– para personal de salud mental de primero y segundo nivel.
“También estamos metiendo mucho trabajo a programas de telementorías y telepsiquiatría para tener mayor alcance en la gente a la que se capacita así como a los servicios que ofrecemos”, declaró Carrillo.
Estos dos programas, acepta el funcionario, tampoco van dirigidos a atender las causas de los suicidios, ni están enfocados en la población de 18 a 29 años, el grupo etario en el que ha habido más casos.
A pesar de la falta de programas, Carrillo defiende que el suicidio es una preocupación dentro de las dependencias estatales de salud.
“Por supuesto que es un tema que nos preocupa, es un tema que nos concierne. Hay programas en planeación, ni siquiera en piloto, pero vamos a ser muy claros, es un tema que nos interesa mucho”, agregó.
Carteles en los 270 centros de salud de la entidad, trípticos y otros materiales visuales completan el esquema de atención que se brinda para la prevención del suicidio.
La Organización de las Naciones Unidas afirmó que el incremento de suicidios en América Latina, especialmente en México, es considerado un problema de salud pública.
“La prevención de suicidio, debe ser una prioridad de salud pública, no sólo por la cantidad de muertes por esta causa, sino por los efectos complejos y perdurables que tiene en la salud mental de los círculos sociales de las personas que mueren por suicidio.
De hecho, la falta de atención a las dinámicas familiares y sociales después de una muerte por suicidio es un factor de riesgo para futuros suicidios y alteraciones mentales en los sobrevivientes, que constituyen una de las mayores brechas en el abordaje integral de la problemática y por lo tanto de su prevención”, publicó la ONU en agosto pasado.
Pese a las recomendaciones, en la entidad es evidente la desatención a la problemática, insistió Francisco Ramírez.
“Claro que el fenómeno se puede atender con ayuda psicológica, pero al hacerlo así estamos igualmente haciendo una intervención de manera muy parcial porque también se necesitan campañas, hay que hacer frente a la salud mental en general y sobre todo atender aspectos de violencia, aislamiento social, adicciones y nada de eso es lo que tenemos”, manifestó.
14 SUICIDIOS POR 100 MIL HABITANTES
Durante 2020, un año que alcanzó cifras récord de fallecimientos por lesiones autoinfligidas, en Chihuahua se registraron 14 casos de suicidio por cada 100 mil habitantes, con lo que la entidad se colocó con la tasa más alta de todo el país, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre defunciones; a nivel nacional la tasa fue de 6.2.
En 2019, la tasa fue de 10.7, de nuevo la mayor en México.
Los números del Inegi muestran que en 2015 hubo un salto en los casos de suicidios en Chihuahua, pues pasaron de 326 en 2014 a 421, en promedio más de uno diario. Para 2016 hubo 438 casos, 405 en 2017, 365 en 2018, 400 en 2019 y 541 para 2020.
Ciudad Juárez, el municipio más poblado de la entidad, es la de mayor incidencia, con 122 casos en 2016, 106 en 2017, 87 en 2018, 85 en 2019, 102 en 2020 y 34 hasta abril de este año, según las cifras recolectadas por la Fiscalía General del Estado.
Iván Carrillo, responsable estatal de Atención a Personas en Crisis, indicó que la mayor incidencia de suicidio está entre personas de 18 a 29 años y en segundo lugar en adultos de 44 años en adelante.
SIN LEGISLAR MÁS RECURSOS PARA PREVENCIÓN
Desde 2016, el Congreso del Estado de Chihuahua no ha emitido una sola reforma legislativa para garantizar recursos destinados a la prevención del suicidio.
En su lugar, los legisladores locales han emitido hasta ocho exhortos para que las autoridades municipales, estatales y nacionales aumenten sus acciones respecto la problemática de salud mental.
La única modificación en la materia tuvo lugar en febrero de 2018, cuando se modificó el Código Penal estatal para imponer penas de prisión a quien induzca o ayude a otra persona a que se autolesione; fuera de eso, legisladores de todos los partidos han emitido llamados para que se creen campañas de concientización, mecanismos de coordinación y programas para la prevención del suicidio, sin que se modifiquen las asignaciones presupuestales ni las tareas de las autoridades de salud.
El exhorto más reciente fue el del pasado 15 de septiembre, cuando la diputada panista Carla Yamileth Rivas invitó a los tres órdenes de gobierno a implementar y fortalecer mecanismos para la atención y prevención del suicidio.
Hasta la fecha, el exhorto ni siquiera ha sido respondido por las autoridades a las que se dirigió.
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