Opinión

¿Policía de clase mundial?




diciembre 9, 2021

La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana estima que el 45.6% de los ciudadanos que estuvieron en contacto con la policía en lo que va de año ha sido víctima de un acto de corrupción por parte de las autoridades

Gerardo Cortinas Murra

Con motivo de la comparecencia en el Congreso del secretario de Seguridad Pública, Gilberto Loya, el diputado panista Luis Aguilar afirmó que el objetivo de la actual administración estatal es “contar con una policía moderna y de clase mundial” para lograr la paz de las familias chihuahuenses.

Luis Aguilar reitero que la Gobernadora Maru Campos se sumará a este esfuerzo “para lograr que en Chihuahua exista una policía de clase mundial y moderna, que atienda a la ciudadanía… porque la seguridad es un tema de gran relevancia para las familias chihuahuenses y una de las prioridades de la Gobernadora”.

Por su parte, Gilberto Loya destacó que el presupuesto para esta dependencia estatal se basa en rubros como “la cohesión homologada del ser policía, el programa rector de profesionalización, dignificación profesional de los policías, mejora de las condiciones laborales, plan de desarrollo humano y doctrina policial”.

“En términos generales, se busca que la dependencia no sea sólo de reacción al cometerse un delito y acudir a atenderlo, sino de prevención que privilegie la seguridad y bienestar de los ciudadanos…”

Asimismo, declaró que “en el rubro de la certificación y profesionalización de los policías, se tiene contemplados diversos proyectos; y en cuanto a la seguridad privada, se busca una reingeniería para la regulación de las empresas que operan en la entidad. Y al desaparecer el FORTASEG, se busca que en los municipios inviertan en sus policías en conjunto con el Estado para que se puedan equipar”.

Sin embargo, en cuanto a la calidad del servicio público de policía, existen diversos cuestionamientos por parte de los especialistas en la materia. Por ejemplo, los investigadores Luis Llanos, Luis Rivas, Fernando Lambarry y Mara Trujillo aportan datos estadísticos del INEGI:

a) El 67% de la población se siente insegura;
b) El costo de la inseguridad es de $226,000 millones de pesos (1.27% del PIB);
c) 22 millones de personas en 2014 fueron víctimas de un delito ($5,861.00 pesos de pérdida promedio);
d) En el 2015, sólo el 48% de la población en México tenía confianza en la policía;
e) La migración hacia Estados Unidos se incrementó en un 25% desde 2011, debido a que la delincuencia empuja a pequeñas empresas a Florida, California, Arizona, Nuevo México y Texas.

Estos autores citan la definición de la OCDE, del término ‘inseguridad’: el riesgo percibido por las personas de ser asaltadas o ser víctimas de cualquier tipo de crimen; al cual, se considera como un elemento básico para influir en el bienestar de los individuos.

En el índice ‘Better Life Index’ de la OCDE, en el que mide la sensación de seguridad de caminar por la noche, México tiene el índice más bajo con un 40%; y tiene la tasa de homicidios más alta (23.40).

Sobre la eficacia de la policía en México el primer cuestionamiento es ¿por qué las 1,661 corporaciones policiacas no son suficientes para mejorar los índices de seguridad que se tienen? Otra pregunta a responder, es ¿cuáles son las categorías de análisis que están relacionadas con la eficacia de los resultados de la policía?

Ahora bien, teóricamente, “los sistemas de medición de la efectividad en las organizaciones de policía requieren de indicadores duros de resultados, tales como el volumen de la criminalidad, la incivilidad, el esclarecimiento de delitos, las incautaciones, y los arrestos de sospechosos, vinculados a la recepción de denuncias y a quejas, así como de indicadores subjetivos, como la opinión ciudadana, ya que la acción policial siempre está sujeta a la apreciación social a posteriori.

Al respecto, el catedrático y criminólogo Stephen Mastrofski, propone seis indicadores que valora la ciudadanía de una organización de policía:

a) Atención, que esté siempre cerca y disponible para poder acudir a ellos en caso de auxilio. La presencia de los cuerpos policiacos en el entorno se considera como parte fundamental de su servicio;
b) Confiabilidad, se espera una actuación libre de errores;
c) Respuesta, se quiere un servicio oportuno y, en caso de que no se pueda dar, se exige una explicación con argumentos;
d) Competencia, se quiere que la policía sepa hacer y demostrar su trabajo. Se prefiere que la policía cumpla sus expectativas antes que la propia imagen de su servicio;
e) Educación, se pide como elemento fundamental que la policía demuestre modales apropiados; y
f) Equidad, se espera recibir un trato digno y respetuoso brindado con neutralidad.

En el año 2020, el periódico ‘EL PAÍS’, publico una reportaje de la periodista Micaela Varela en el que se afirma que “México es el segundo país de Latinoamérica donde la población se siente menos segura y desconfía más de la policía, solo por detrás de Venezuela”.

Arturo Alvarado Mendoza, autor y doctor en Sociología del Colegio de México, asegura que la policía actual está al servicio del Gobierno y que debe “empezar a atender los problemas de los ciudadanos y mejorar la relación con la población” para cambiar su percepción”.

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