El principio de publicidad no atañe a los ciudadanos, asegura la magistrada Myriam Hernández Acosta, “en tanto les estemos dando información, y tengan una sala de medios desde donde trasmitir, no le estamos violentando su Derecho a nadie”
Por Blanca Carmona / La Verdad
Las audiencias en los tribunales penales en el estado continuarán llevándose a cabo a puerta cerrada, informó la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Chihuahua, Myriam Hernández Acosta, al considerar que el principio de publicidad no atañe a los ciudadanos sino únicamente a los actores del proceso penal.
La magistrada dijo que para efectos del principio de publicidad es suficiente con que se habilite una sala alterna para los representantes de los medios de comunicación.
“El principio de publicidad es necesario para las partes: el Ministerio Público y la persona acusada, los demás somos espectadores y creo que en tanto les estemos dando información y tengan una sala de medios desde donde trasmitir, no le estamos violentando su Derecho a nadie, ni le estamos perjudicando su Derecho a nadie”, declaró este martes 21 de junio al ofrecer una conferencia de prensa en Ciudad Juárez para conmemorar el día de la Libertad de Prensa.
En mayo pasado, La Verdad publicó que el Poder Judicial del estado de Chihuahua resuelve casos penales en opacidad, es decir, sin garantizar la publicidad de sus resoluciones, por mantener vigente medidas de contingencia por el COVID, pese a que en la entidad ya se eliminaron las restricciones de acceso a instalaciones de gobierno y a que la situación vulnera el principio de publicidad del sistema judicial, contemplado como obligatorio en la Constitución y en los códigos procesales.
En marzo del 2020 el Pleno del Consejo de la Judicatura del TSJ de Chihuahua acordó no permitir la entrada del público –incluidos los representantes de los medios de comunicación– a las audiencias, bajo el argumento que se buscaba evitar la propagación del virus de COVID-19.
A la fecha ese acuerdo sigue vigente.
La medida contrasta con lo establecido en la modificación al acuerdo por el que se establecen acciones extraordinarias para atender la emergencia generada por el virus SARS-CoV2 – del pasado 7 de mayo– en el cual se indica que las actividades gubernamentales en el estado se retoman con un aforo del 100 por ciento. Además, de que las actividades productivas, esenciales y no esenciales, así como las recreativas ya fueron reanudadas.
Este 21 de junio Hernández Acosta dijo que el libre acceso a las audiencias penales no tiene nada que ver con el semáforo epidemiológico, afirmó que es una decisión de cada juez y con base en el “Código Federal”. Como sucedía en el sistema penal inquisitivo, que de acuerdo con las autoridades quedó superado, cuando los jueces decidían de forma discrecional cuando dar o no acceso a los reporteros a las diligencias judiciales.
Hernández refirió que es suficiente con que se habiliten salas para la prensa donde se trasmite en tiempo real la diligencia, aunque reconoció que en muchas ocasiones hay fallas en la comunicación por la carencia de tecnología.
“Quizá no recuperemos esas posibilidades, pero veremos a ver cuáles son los privilegios o la manera más cómoda, más accesible para que ustedes (la prensa) puedan hacer su trabajo”, señaló.
En una entrevista concedida en mayo pasado, Marco Lara Khlar, periodista y catedrático de la UNAM especializado en Justicia Penal, explicó que el Artículo 20 constitucional establece que en México el sistema penal acusatorio es público y oral, y la publicidad es uno de los cinco principios procesales del sistema.
A partir de 2016, dijo, quedó plenamente implementado el Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) en México, y desde ese momento el sistema debió haber garantizado que el proceso sea público.
Sin embargo, no solo en Chihuahua sino en todo el país las instituciones responsables del sistema judicial se han negado sistemáticamente a cumplir con la publicidad.
“Se han negado sistemáticamente porque la mentalidad de los actores del sistema de justicia penal es una mentalidad anacrónica y están más habituados a funcionar en la sombra, tienen una mentalidad opaca”, expuso. “Entonces han buscado todas las trampas posibles, los artilugios para retrasar el cumplimiento de esta responsabilidad del estado mexicano. Vino la pandemia y el aislamiento, y la utilizaron de pretexto para cerrar las salas”.
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