El acuerdo entre México y Estados Unidos para atender la crisis de personas migrantes de Venezuela representa, en los hechos, una nueva violación al derecho de asilo humanitario
Por Alberto Najara
Twitter: @anajarnajar
Se anunció como un programa humanitario que permitiría salvar la vida a miles de personas migrantes procedentes de Venezuela, y que quieren cruzar sin documentos a Estados Unidos.
Pero el acuerdo anunciado por el gobierno de ese país y México está lejos de ser una solución al creciente flujo de personas de Sudamérica.
La estrategia, que se negoció en el reciente Diálogo de Alto Nivel de Seguridad entre ambos países, contempla básicamente que estados Unidos expulsará a los venezolanos que crucen su frontera con México.
Los afectados deberán permanecer en este país por tiempo indefinido.
La medida, celebrada por el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, contradice en sentido estricto el discurso en materia migratoria del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En 2019, después que Donald Trump amagó con aplicar aranceles de hasta 25 por ciento a las importaciones mexicanas, la 4T aumentó el control de las fronteras.
También se aceptó el programa Migrant Protocol Protection (MPP), conocido como Quédate en México que obligó a miles de solicitantes de asilo humanitario a permanecer en nuestro país mientras se resolvían sus casos en tribunales migratorios.
En ese entonces el canciller Ebrard rechazó que México se convirtiera con esa medida en un “Tercer país seguro”.
Se trata de una figura diplomática creada durante la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados firmado en Ginebra, Suiza, en 1951.
En términos generales funciona así: cuando una persona abandona su país para pedir refugio o asilo en otro, el gobierno de este país puede negarse a recibirla y en cambio enviarla a un tercero donde, de acuerdo con sus consideraciones, puede encontrar el espacio seguro que busca el solicitante.
Eso va a ocurrir con los venezolanos bajo el nuevo acuerdo.
Según han documentado organizaciones civiles muchas de las personas migrantes de Venezuela huyeron de su país para pedir asilo humanitario en Estados Unidos.
La mayoría viaja por tierra porque no tienen recursos para solicitar una visa o comprar un billete de avión.
Es un peligroso viaje de casi cinco mil kilómetros que se va a encontrar con la dura respuesta del gobierno de Joe Biden: serán obligados a permanecer en México que en los hechos se convierte en un Tercer País Seguro.
Otro elemento cuestionable es la forma como Washington expulsará a los venezolanos, es decir, bajo el programa llamado Título 42.
Es un decreto de salud pública adoptado por Trump en marzo de 2020 para contener la expansión de la pandemia de covid-19 en Estados Unidos, y que ha sido cuestionada por el gobierno mexicano.
La emergencia sanitaria está en declive, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Pero además el presidente Joe Biden lo rechaza e inclusive intentó cancelarlo hace unos meses, pero un juez federal le obligó a mantenerlo.
Ahora lo utiliza para deportar venezolanos y contener de esta manera la crisis por la migración de estas personas en los últimos meses.
Hasta agosto habían sido detenidos más de 150 mil venezolanos en la frontera sur de Estados Unidos, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Sólo en septiembre la Patrulla Fronteriza capturó a más de 33 mil personas de Venezuela.
En lo que va de 2022 la cantidad de migrantes con esa nacionalidad aumentó 293 por ciento con respecto al año fiscal anterior.
Una emergencia humanitaria que se atiende con el decreto Título 42, que es señalado como un arma de violación al derecho de asilo por organizaciones civiles.
Representa, además, una medida contradictoria de Biden a la que se suma el presidente López Obrador.
Ciertamente, en el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad se acordó un programa especial para aceptar en Estados Unidos a 24 mil venezolanos que cumplan con varios requisitos, como solvencia económica o algún residente de ese país que les respalde.
Pero la cantidad de visas palidece con el número de venezolanos detenidos este año, y que son una parte de quienes cruzaron con éxito la frontera estadounidense.
Así, parece fuera de lugar la celebración binacional sobre el supuesto acuerdo humanitario para los venezolanos.
Nada más lejos para ellos.
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Alberto Najar. Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service. Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.