Ante la crisis migratoria, autoridades de Aduanas de Estados Unidos contemplan desviar tráfico de camiones de carga; en tanto que funcionarios federales, estatales y locales buscan acciones para contener el impacto de la creciente afluencia de migrantes en la ciudad, donde muchos acampan en las calles
Por Cindy Ramírez y Robert Moore / El Paso Matters
El Paso, Texas –Es posible que la región de El Paso-Ciudad Juárez pronto experimente aún más complicaciones debido a una creciente afluencia de migrantes, ya que los funcionarios estadounidenses planean desviar el tráfico de camiones comerciales del Puente de las Américas, para crear espacio para procesar a los migrantes.
“Le dije al secretario (de Seguridad Nacional) (Alejandro) Mayorkas que esto es muy dañino y que necesitan encontrar otra opción”, dijo Veronica Escobar, representante federal demócrata de El Paso, quien confirmó las líneas generales del plan.
Tal medida podría causar confusión en el sector manufacturero regional y crear retrasos en los puertos de entrada de Ysleta y Santa Teresa, otros dos cruces utilizados por vehículos comerciales.
El plan para desviar el tráfico de camiones comerciales fue parte de la discusión de este martes en el que funcionarios federales, estatales y locales se esforzaron por contener una crisis creciente. Mayorkas, quien supervisa los esfuerzos de inmigración y seguridad fronteriza de la nación, vino a El Paso para reunirse con agentes fronterizos, funcionarios del gobierno local y defensores de los inmigrantes.
Cuando se le preguntó por los detalles de los planes de procesamiento de migrantes y camiones comerciales, el portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza, Roger Maier, dijo que “continúan las operaciones regulares” en el Puente de las Américas (conocido como puente libre).
Un promedio de 460 camiones por día ingresaron a Estados Unidos por el Puente de las Américas en el centro de El Paso en los primeros 10 meses de este año, según la Oficina de Estadísticas de Transporte de Estados Unidos. Ese tráfico ahora se dirigiría principalmente al puerto de entrada de Ysleta en el sureste de El Paso, que tiene un promedio de alrededor de mil 800 camiones por día. Otra parte de ese tráfico puede ser desviado al puerto de entrada de Santa Teresa en Nuevo México, justo en las afueras del borde occidental de El Paso, que tiene un promedio de 414 camiones por día.
‘Quiere romper la frontera’
Otra complicación para el comercio fronterizo podrían ser las acciones del Departamento de Seguridad Pública de Texas para reanudar las “inspecciones mejoradas de seguridad de vehículos comerciales” en los puertos de entrada.
El esfuerzo parece similar a una iniciativa que ordenó el gobernador Greg Abbott en abril.
“Apoyamos las frecuentes inspecciones mejoradas de seguridad de vehículos comerciales del DPS en un esfuerzo por continuar disuadiendo el contrabando de cárteles a lo largo de nuestra frontera sur y protegiendo la vida de quienes transitan por las carreteras de Texas. Por motivos de seguridad, los detalles operativos no se pueden divulgar en este momento”, dijo la portavoz de Abbott, Renae Eze.
En abril pasado, Abbott dijo que se necesitaba una iniciativa para inspeccionar los vehículos comerciales que ingresan a Texas para interrumpir el contrabando de migrantes y drogas, pero la oficina del gobernador no pudo señalar tales interdicciones a partir de inspecciones mejoradas. Los líderes empresariales de Texas y México dijeron que el esfuerzo de inspección interrumpió el comercio legítimo y dañó la economía regional.
Escobar calificó el esfuerzo Abbott en abril como un “truco” y criticó nuevamente al gobernador en una sesión informativa este martes con los medios.
“Casi se siente… como si él quisiera romper la frontera”, dijo.
En abril, algunas empresas de logística fronteriza ordenaron a sus camiones que usaran el puerto de entrada de Santa Teresa porque no estaba sujeto a las inspecciones del DPS de Texas.
Eze dijo que la preocupación del gobernador es la seguridad pública.
“El Departamento de Seguridad Pública de Texas es responsable de garantizar la seguridad de los texanos en todo nuestro estado, incluso en nuestras carreteras. Los cárteles mexicanos y los traficantes de personas han mostrado un claro desprecio por aquellos a quienes trafican en condiciones peligrosas, como los 53 migrantes que murieron en un tráiler en San Antonio”, dijo.
Preparándose para el fin del Título 42
Más de 3 mil 100 migrantes han sido liberados a las calles de El Paso durante el último mes debido a que el Centro de Procesamiento Central de la Patrulla Fronteriza y los refugios no gubernamentales del área están por encima de su capacidad y los migrantes llegan a la frontera en números récord.
Se espera que eso empeore la próxima semana con el levantamiento del Título 42, la orden de salud de emergencia que permite a los agentes fronterizos expulsar de inmediato a algunos inmigrantes sin permitirles buscar asilo. Está previsto que la política se levante el 21 de diciembre después de que un juez federal la declarara ilegal.
Esta semana, los líderes del gobierno de la ciudad de El Paso no ofrecieron respuestas detalladas sobre sus planes para mitigar la afluencia de inmigrantes y dijeron que no reanudarán las operaciones de transporte de inmigrantes a menos que obtengan fondos federales por adelantado. Pero no han presentado una solicitud formal como se requiere. La ciudad cerró sus operaciones de autobuses en octubre.
El subadministrador de la ciudad, Mario D’Agostino, dijo que la ciudad todavía tiene unos 60 empleados integrados con organizaciones sin fines de lucro para ayudar a dotar de personal a sus programas de asistencia para migrantes y continúa alojando a los migrantes positivos para COVID en hoteles contratados.
D’Agostino dijo que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias notificó a la ciudad que se le reembolsarían 3.7 millones de dólares más de sus gastos de migrantes para el tercer trimestre, pero tiene 3.5 millones de dólares pendientes. Escobar dijo que FEMA a partir del martes ya había acordado reembolsar todos menos un millón de dólares de los gastos de la ciudad, y esperaba que también se pagara el resto.
El administrador de la ciudad, Tommy Gonzalez, y el administrador adjunto de la ciudad, Mario D’Agostino, presionaron al alcalde Oscar Leeser para que emita una declaración de desastre para atraer recursos estatales, incluidos transporte y personal.
“Aún no hemos llegado”, dijo Leeser durante una reunión del Concejo Municipal el lunes. El alcalde no respondió a las solicitudes de comentarios.
Solo el alcalde o el juez del condado podría emitir una declaración, que luego tendría que ser ratificada por el voto unánime del Concejo Municipal o el Tribunal de Comisionados del Condado dentro de los siete días. La representante de la ciudad, Alexsandra Annello, le dijo a El Paso Matters que no apoyaría una declaración de desastre.
Los líderes del condado dijeron que están trabajando para expandir su centro de migrantes, y la administradora del condado, Betsy Keller, confirmó a El Paso Matters la semana pasada que el condado solicitó formalmente 34 millones de dólares al año para hacerlo. FEMA probablemente consideraría la solicitud trimestralmente, dijo Keller.
Desde que abrió su Centro de Servicios de Apoyo al Migrante el 10 de octubre, el condado ha procesado a casi 18 mil 800 migrantes, ayudando a organizar los arreglos de viaje para aquellos con los fondos para pagar su propio viaje. El condado recibió más de 6 millones de dólares en fondos federales adelantados para el centro, que está siendo operado por un contratista. La financiación solo mantendría el refugio abierto hasta fin de mes.
Escobar dijo que le ha pedido a la administración refugios de emergencia a corto plazo operados por el gobierno federal para los migrantes que han sido liberados de la custodia de la Patrulla Fronteriza pero que no pueden ser alojados en refugios no gubernamentales. Ella dijo que los refugios federales temporales ofrecerían a los migrantes un respiro de hasta 48 horas mientras hacen arreglos para viajar a sus próximos destinos. Los refugios estarían a cargo de personal federal, agregó.
Escobar y D’Agostino también dijeron el martes que han estado trabajando con la Diócesis Católica de El Paso para abrir más espacio de refugio para los migrantes.
El portavoz de la diócesis, Fernie Ceniceros, dijo que la diócesis ha estado en conversaciones con varias entidades, pero aún no podía confirmar nada. Dijo que la diócesis ahora opera cuatro refugios que necesitan desesperadamente voluntarios.
‘Sobrevivimos a la fría noche’
Mientras continúan las discusiones, los migrantes siguen llegando.
El martes por la tarde, un puñado de migrantes persiguió a un largo autobús blanco por la calle Leon en el centro de El Paso, con la esperanza de que sus seres queridos estuvieran entre el próximo grupo liberado en un refugio del área, o incluso en las calles.
“No están aquí. No son ellos”, dijo entre lágrimas una mujer de Nicaragua, que esperaba que su hijo, su nuera y su nieta fueran liberados de la custodia de la Patrulla Fronteriza. “Este es el segundo autobús que persigo y nada”.
Ella había sido liberada el domingo y formaba parte de un grupo cada vez mayor de unos 100 inmigrantes que establecieron campamentos en el centro de la ciudad.
Más temprano ese día, la policía de El Paso le dijo a un grupo de unos 20 migrantes que habían pasado la noche en cajas de cartón en la Terminal de Tránsito de Union Plaza que no podían quedarse allí y que tenían que tirar el cartón. Cruzaron la calle.
“Sobrevivimos a la noche fría y por eso estamos agradecidos”, dijo una mujer entre lágrimas mientras doblaba una manta.
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Este contenido es publicado por La Verdad con autorización de El Paso Matters. Read this story in english.
