Mientras la Guardia Nacional de Texas se mantiene apostada en la frontera de El Paso, los migrantes encuentran otros puntos para cruzar a Estados Unidos y entregarse a la Patrulla Fronteriza
Texto y fotografías: Verónica Martínez / La Verdad
Ciudad Juárez – El flujo de migrantes que busca cruzar a Estados Unidos esquivó el bloqueo de la Guardia Nacional Texana en la frontera de El Paso, Texas, y logró que fueran recibidos por autoridades de la Patrulla Fronteriza a través de una puerta en el muro fronterizo casi a la altura del puente internacional Reforma-Stanton.
Después de la noche del martes, los agentes fronterizos de Estados Unidos comenzaron a recibir a los migrantes por una puerta del muro cercana al lugar donde se mantienen los soldados texanos. Por ahí les dan acceso y los trasladan en varias camionetas, de acuerdo con algunos testimonios recogidos en el lugar.
Esta situación se puedo observar durante varios momentos del día y la noche de este miércoles, lo que provocó una concentración de migrantes que esperaban para ser recibidos por ese punto por agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes les instruían permanecer formados.
Cargando con mochilas y mirando a través del muro hacía El Paso, llegaron a ingresar a los Estados Unidos en grupos de alrededor de 20 personas y abordaron vehículos de la agencia federal, cerca del medio día. Otros fueron detectados pasando el canal y arrastrándose por hoyos en la malla ciclónica que lo rodea, para salir por la carretera Loop 375, como lo reportó la televisora ABC 7
Mientras esto ocurría, los elementos de la Guardia Nacional se mantuvieron por segundo día apostados en bordo del Río Bravo, en El Paso, a la altura de la calle Oro de la colonia Bellavista en Ciudad Juárez, zona que hasta el pasado lunes era utilizado para el cruce masivo de migrantes. En el lugar instalaron alambre de púas.
Desde el lado fronterizo de México, decenas de personas, en su mayoría migrantes, observan la fila que se formó junto al muro. Muchos acaban de llegar a la ciudad y otros llevan días o semanas, pero la gran mayoría son de venezolanos varados en las ciudad que ofrecen venta de comida, aguas y cigarros que ellos mismos cruzan a las personas que permanecen en fila.
En la última semana más de seis mil personas migrantes han sido trasladadas a otros sectores fronterizos para ser procesados, informaron autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés). La agencia federal también informó que más de 3 mil 400 personas migrantes han sido trasladadas fuera de El Paso siendo expulsadas a México bajo la orden de salud pública del Título 42 y deportaciones aéreas.
“El departamento de Seguridad Nacional continúa trabajando de acuerdo al plan para hacer cumplir nuestras leyes de forma segura, humana y ordenada incluyendo la descompresión rápida del área de El Paso y colocando a migrantes en procedimientos de aplicación de la ley de migración.
DHS también informó que en los últimos tres días los encuentros con personas migrantes en la frontera han bajado un 40 por ciento al pasar de 2 mil 500 encuentros diarios a inicios de diciembre a mil 500 por día. Esto se debe a la cooperación de autoridades en México que “desalientan la migración desordenada e interrumpen las operaciones de traficantes”.
Sobre el nuevo punto en el muro fronterizo por donde reciben a los migrantes no hubo información de la Patrulla Fronteriza, solo se limitó a reiterar que continuarán con el procesamiento de personas solicitantes de asilo. Aunque también mantiene la expulsión de personas migrantes bajo la política de Título 42.
Aunque esquivaron a los militares, no todos los migrantes son recibidos por el nuevo cruce abierto en la frontera.
“Todos pasan menos los venezolanos”, dijo Sara que llegó a México con familiares. “No hay derechos humanos para los venezolanos”.
Mientras secaba al sol sus piernas mojadas por cruzar el río Bravo, la mujer venezolana narró que a las personas de su país los desalentaban de unirse a la larga fila que se extendía hasta por debajo del puente internacional Reforma.
Esto debido a la vigencia del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) que Estados Unidos extendió a las personas de Venezuela por las condiciones de inestabilidad política del país. Desde el 12 de octubre este programa solo es viable para aquellos que ingresaran al país de forma aérea y contaran con un patrocinador en los Estados Unidos. Quien cruce de manera indocumentada es expulsado a México.
Frustrados, Sara y su familia explicaron que ese programa no era accesible para ellos por las condiciones de pobreza que existen en su país y la falta de patrocinadores en los Estados Unidos.
“Nadie de aquellos en la fila son de Venezuela”, dijo un joven que junto a otros compañeros observaban la dinámica sentados en la plancha de cemento que cubre el cauce del río. Otros descansan bajo el sol mencionando que se acercaron a observar y esperar que haya un cambio en la política migratoria.
José Gregorio, migrante colombiano llegó a Ciudad Juárez el martes junto con su hermana, también de Colombia y su cuñado que es de Venezuela. Los tres miran al otro lado del río y se preguntan si entregarse las autoridades migratorias sería su mejor opción después de varias semanas de viaje.
“Tengo temor de entregarme y no sea que me devuelvan”, dijo José Gregorio cuyas pertenencias vendió para hacer el viaje a los Estados Unidos. “En Colombia yo ya no tengo nada. ¿A qué vuelvo?”.
Buscan traslado a albergues por onda gélida
Los migrantes siguen concentrándose, junto al muro fronterizo y en el bordo de Río Bravo del lado mexicano, lo que ha desatado la preocupación de las autoridades locales principalmente por el descenso de la temperatura pronosticada para este fin de semana, por una onda gélida.
Protección Civil del estado de Chihuahua alertó que para este viernes y sábado el termómetro puede descender hasta cinco bajo cero.
Ante la situación, el presidente Municipal, Cruz Pérez Cuéllar, dijo que se buscará que los migrantes que lleguen al lado mexicano en el río Bravo se refugien en los distintos albergues.
“Vamos a convencerlos de que lo mejor para ellos es buscar refugio, tenemos espacio en los albergues y vamos a seguir con esta labor y sobre todo porque todo indica que jueves y viernes viene un descenso fuerte en las temperaturas”, declaró.
El alcalde señaló que buscará hacerles ver que tienen posibilidad de estar en los albergues Kiki Romero, Leona Vicario y en otros que manejan organizaciones de la sociedad civil y cuentan con suficiente espacio para ellos.
De acuerdo con Pérez Cuéllar, en la ciudad existen 20 mil personas migrantes varadas que en algún momento podrían intentar cruzar a Estados Unidos.
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