Evaluación de la CEDH exhibe que siete de los nueve penales para adultos del estado de Chihuahua registran una caída en sus calificaciones, la mayoría presenta sobrepoblación, fallas en la reinserción social y un déficit de custodios
Por Blanca Carmona / La Verdad
Los dos reclusorios varoniles más grandes del estado de Chihuahua, el Cereso de Aquiles Serdán y el Cereso de Ciudad Juárez, presentan sobrepoblación, hacinamiento, actividades ilícitas y autogobierno, así como condiciones de riesgo para los propios internos, revela el Diagnóstico Penitenciario 2022 elaborado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Aunque juntos resguardan al 73 por ciento de la población carcelaria de la entidad, ambos penales registran las calificaciones más bajas de las prisiones estatales. De un total de 10, el Cereso número 1 de Aquiles Serdán obtuvo una calificación de 6.8 y el Cereso número 3 de Ciudad Juárez un 6.3, de acuerdo con la más reciente evaluación realizada por la Comisión y difundida este miércoles.
De hecho, el Cereso de Ciudad Juárez presenta la peor calificación de los 11 centros penitenciarios en el Estado de Chihuahua. La evaluación corresponde al último trimestre del 2022, antes de la irrupción de hombres armados al penal el pasado primero de enero, que dejó un saldo de 17 personas asesinadas, la evasión de 30 reos y puso en evidencia la existencia de 10 celdas VIP en el penal y al menos 1.7 millones de pesos, además de la comercialización de diversas cantidades de droga y la existencia de armas de fuego.
“Las experiencias vividas dejan de manifiesto que lo que acontece al interior de algunos Ceresos, tiene íntimos nexos, causas y efectos hacia el exterior de los mismos, con impacto o riesgo a la sociedad en general”, dijo el presidente de la CEDH, Néstor Armendáriz Loya, al entregar al Congreso del Estado el informe anual 2002 del organismo y los resultados del diagnóstico realizado al sistema penitenciario estatal.
El ombudsperson consideró que la gobernabilidad de los reclusorios debe ser abordada como parte integral de la estrategia de seguridad, que compete a los tres órdenes de gobierno, sin descuidar su verdadero propósito, la reinserción social.
Armendáriz indicó que los hallazgos del diágnostico permitirán hacer propuestas, para profundizar en los cambios que sean necesarios.
La evaluación del sistema penitenciaro estatal se realizó al Cereso número 1 de Aquiles Serdán; al número 2, en la ciudad de Chihuahua; el 3, en Ciudad Juárez; el 4, en Parral; el 5, en Nuevo Casas Grandes; el 7, en Cuauhtémoc y al 8, en Guachochi.
También se llevó a cabo en los Ceresos femeniles número 1 en Aquiles Serdán y el número 2 en Ciudad Juárez; así como en el Centro Especializado de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (CERSAI) número 1 en la ciudad de Chihuahua y el CERSAI 3 en Juárez, se dio a conocer en el documento.
Siete Ceresos registran deterioro
Al comparar los resultados del Diagnóstico Penitenciario 2022 con los de la evaluación de la misma Comisión en 2019, y dado a conocer a principios del 2020, se desprende que las condiciones de los derechos de las personas en reclusión registran un deterioro en los penales estatales varoniles de Ciudad Juárez y de Aquiles Serdán.
Debido a eso, el penal número 3 de Juárez pasó de una calificación de 7.9 a 6.3, mientras que la evalución del número 1 de Aquiles Serdan cayó de 8.2 a 6.8.
De hecho, solo los Ceresos número 4, de Parral, y el número 7, de Cuauhtémoc, mantienen su calificación, el resto de los penales del estado, para hombres y mujeres, obtuvieron una evaluación menor a la reportada hace dos años por la Comisión. En el caso de los penales para adolescentes no se cuenta con datos anteriores para realizar el comparativo.
Las calificaciones del sistema penitenciario de Chihuahua
Penal | Calificación 2019 | Calificación 2022 | Ubicación |
Cereso Nº 1 Varonil | 8.2 | 6.8 | Aquiles Serdán |
Cereso Nº 2 Varonil | 8.5 | 8.1 | Chihuahua |
Cereso Nº 3 Varonil | 7.9 | 6.3 | Ciudad Juárez |
Cereso Nº 4 Varonil | 8.9 | 8.9 | Parral |
Cereso Nº 5 Varonil | 8.7 | 8.3 | Nuevo Casas Grandes |
Cereso Nº 7 Varonil | 8 | 8 | Cuauhtémoc |
Cereso Nº 8 Varonil | 8.7 | 8.2 | Guachochi |
Cereso Nº 1 Femenil | 9 | 8.5 | Aquiles Serdán |
Cereso Nº 2 Femenil | 8.9 | 8.2 | Ciudad Juárez |
Cersai Nº 1 Adolescentes | N.D. | 9.2 | Chihuahua |
Cersai Nº 3 Adolescentes | N.D. | 9.3 | Ciudad Juárez |
Elaboración propia con información de la CEDH de Chihuahua.
En promedio, los 11 centros penitenciarios obtuvieron una calificación de 7.7.
El Diagnóstico 2022 se basó en entrevistas a los directivos de los penales y a coordinadores operativos, también en sondeos y encuestas a la población penitenciaria (944 aplicadas), así como recorridos en los centros carcelarios por parte de los visitadores de la CNDH, se informó.
El propósito del ejercicio es evaluar el estado de los derechos humanos de las personas que se encuentran privadas de la libertad en los centros penitenciarios del Estado de Chihuahua, como son: derechos a la seguridad jurídica, a una estancia digna y segura, a la integridad personal, a la atención en situación de vulnerabilidad y a la reinserción social, se informó.
Al momento de aplicar las encuestas, en septiembre de 2022, la población penitenciaria estatal era de nueve mil 73 personas en total, de las cuales ocho mil 594 eran hombres y 479 son mujeres, lo que representa el 95 por ciento y 5 por ciento del total, respectivamente.
De esta población penitenciaria, 474 son adolescentes, de ellos 468 son del sexo masculino y seis del femenino, se indica en el documento.
De las 479 mujeres en reclusión, al momento del estudio, el 58 por ciento se hallaba en calidad de procesadas y 42 por ciento ya en condición de sentenciadas. En el caso de los ocho mil 594 hombres, el 40 por ciento estaban aún siendo procesados y el 60 por ciento ya bajo sentencia.
En total, en Chihuahua se cuenta con siete mil 691 camas en los 11 centros de reinserción existentes, se indica en el diagnóstico donde se menciona que en la mayoría de los centros, el personal de seguridad y custodia es insuficiente para la población penitenciaria y requiere de un mayor equipamiento para su función.
Además, la Comisión señaló que la reinserción social está en riesgo, debido a que solo el 29 por ciento de la población penitenciaria tiene un trabajo remunerado y no se garantiza la adecuada separación entre personas procesadas y sentenciadas.
Los riesgos en Juárez
En septiembre del 2022, el Centro de Reinserción Social (Cereso) 3 de Ciudad Juárez presentaba una sobrepoblación del 19 por ciento, albergaba a tres mil 945 hombres y tenía una capacidad instalada para tres mil 195 personas, indicó la CEDH en su informe.
En cuanto a condiciones de Gobernabilidad, la Comisión determinó semáforo en rojo o una calificación reprobatoria debido a que el personal de seguridad y custodia es insuficiente, por la presencia de actividades ilícitas y la existencia de prácticas que denotaban un autogobierno.
En lo referente a “integridad personal”, se marcó semáforo rojo porque la tasa de ocupación era de 123 por ciento; se presentaba sobrepoblación y hacinamiento.
La Comisión también detectó que los derechos a una estancia digna eran violatorios porque encontró insuficientes dormitorios para alojar a los internos y las instalaciones para un correcto funcionamiento eran inadecuadas.
La reinserción social tampoco se lograba porque no hay una separación entre personas procesadas y sentenciadas y las actividades laborales no son renumeradas para un 60 por ciento de los internos.
“El personal de seguridad y custodia es insuficiente para la población penitenciaria y requiere de un mayor equipamiento para su función. Presencia de autogobierno y actividades ilícitas. Se presentó un motín con personas heridas y homicidios. El personal operativo carece de la capacitación necesaria para prevenir y atender situaciones de tortura y/o tratos crueles, inhumanos o degradantes”, advirtió la CEDH.
Los protocolos para hacer frente a incidentes violentos son insuficientes o inexistentes; el área para personas sancionadas carece de higiene y ventilación; algunas estancias no disponen de agua corriente; hay una falta espacio para las visitas familiares y privacidad en los locutorios; no existen áreas específicas para personas con discapacidad psicosocial y las áreas para quienes se deben estar bajo medidas de protección no se encuentra en condiciones adecuadas.
Los riesgos en Aquiles Serdán
Este penal ubicado en el municipio de Aquiles Serdán presentaba en septiembre del 2022 una población de dos mil 719 hombres y una capacidad instalada para dos mil 56 personas, lo que representa una sobrepoblación del 24 por ciento.
Al igual que el penal de Juárez, el Cereso 1 Aquiles Serdán se detectó que el personal de seguridad y custodia es insuficiente y existen actividades delictivas. Por lo que se asignó semáforo en rojo en el renglón de gobernabilidad.
La tasa de ocupación es de 132 por ciento, que deriva en sobrepoblación y hacinamiento; no hay prevención ni atención a incidentes violentos, los protocolos son insuficientes; y durante el 2022 se registraron casos de riñas, suicidios y homicidios.
Tampoco hay suficientes espacios de alojamiento; el área de acceso es insuficiente; no existen un área específica para personas sancionadas ni para personas con discapacidad psicosocial ni tampoco para quienes requieren protección; y solo un 15 por ciento de los reos tienen un trabajo renumerado.
Lo urgente
Ante el panorama, la CEDH considera prioritario que las autoridades estatales intervengan en el Cereso número 3 en Ciudad Juárez y en el número 1 Aquiles Serdan, para revertir las condiciones de riesgo detectadas.
Propone que de manera urgente se aumente la capacidad instalada para atender la sobrepoblación prevaleciente en esos dos centros varoniles de reinserción social.
También considera urgente que se traslade a las personas inimputables internadas en el Centro de Reinserción Social varonil No. 2 ubicado en Chihuahua, a un establecimiento de salud para que reciban la atención médica que requieren.
Se recomienda elaborar un plan a corto plazo que garantice el cumplimiento de los derechos humanos elementales de quienes se encuentran recluidos en dichos centros.
Para resarcir las condiciones de gobernabilidad, propone incrementar el personal responsable de la seguridad y custodia de todos los centros penitenciarios y proporcionar, periódicamente, equipamiento pertinente para su desempeño, al personal de seguridad y custodia.
Así como un plan de obras y mantenimiento anual que atienda la situación de hacinamiento, entre otras acciones.
Los retos en cuanto a la protección de los derechos humanos en el sistema penitenciario, siguen siendo considerables, se indica en el reporte. Sin embargo, agrega que a pesar de que cada vez que se logran progresos significativos, se hace más visible lo que aún está pendiente.
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