Carlos N, conductor del convoy que provocó el accidente, ya fue detenido. El vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informó que hay abiertas 7 carpetas de investigación por distintos incidentes en el metro que podrían constituir el delito de sabotaje
Por Daniela Pastrana / Pie de Página
Ciudad de México- La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México concluyó que el accidente del 7 de enero en la estación del metro La Raza, que provocó la muerte de Yaretzi Hernández y otras 106 personas lesionadas, tuvo dos causas: la quema y corte doloso de cables en el sistema de señalización y una conducción negligente del convoy 24.
En el caso del conductor, quien ya fue detenido, las investigaciones determinaron que el conductor no sólo no respetó la instrucción de conducir en modo de seguridad, sino que cambió a piloto automático sin autorización.
“El conductor del tren 24 no se apegó a los lineamientos de sus manuales técnicos, excedió el límite de velocidad en conducción manual restringida y cambió a conducción en pilotaje automático cuando está prohibido. No se notificó al puesto de control central y no realizó ninguna maniobra para detener el tren. Por lo anterior se procedió a la judicialización y cumplimentación de la orden de aprehensión por la posible comisión de delitos de homicidio y lesiones, actos culposos, en contra de Carlos Alfredo N”, dijo el vocero de la fiscalía, Ulises Lara.
En un video de 18 minutos publicado esta tarde, el funcionario informó que hasta ahora hay abiertas 7 carpetas de investigación por distintos incidentes ocurridos en las líneas 3, 7 y 12 del Metro, que podrían constituirse en el delito de sabotaje.
Estos son los detalles más relevantes de la información dada a conocer por la Fiscalía:
La primera la quema y cortedoloso de los cables ubicados en dos registros de conexión que contienen cableado eléctrico de comunicaciones, señalización y pilotaje automático en la estación potrero, en sus costados oriente y poniente. Segundo, la conducción negligente del tren número 24, que no respetó las medidas de conducción en modo de seguridad, que significa no rebasar los 35 kilómetros por hora, lo que asegura, que ante cualquier eventualidad, el conductor pueda responder y evitar accidentes,
Sobre el accidente en La Raza:
-El viernes 6 de enero, a las 20 horas, se reportó al puesto de control central una falla en el sistema de señalizaciones en un túnel en la Línea 3 “afectando un conjunto de indicaciones que regulan el avance de los trenes”. Cuatro horas después, un equipo de gerencia de mantenimiento técnico llegó al lugar para hacer el diagnóstico y detectó un “un enorme daño material, causado por la quema deliberada de cables en uno de los registros ubicados en la zona oriente de la estación Potrero”.
-El equipo determinó que reparar el problema llevaría varios turnos de trabajo. Las autoridades decidieron no suspender el servicio, y el puesto central de control (PCC) estableció la “marcha de seguridad”; de acuerdo con los manuales de operación, esto significa que los operadores deben adoptar conducción manual restringida de los trenes y circular a una velocidad máxima de 15 kilómetros por hora en curva y 35 en línea recta; además, los operadores tienen prohibido cambiar el modo de conducción sin que el puesto central de control lo autorice.
-Se asignó a un inspector de conductores en Potrero para repetir la instrucción de conducción manual restringida, la cual fue comunicada al conductor del convoy 24, que fue el que provocó el choque. “El conductor ya había hecho una vuelta y conocía las condiciones en el tramo Potrero – La Raza por vía 1, esto es, el establecimiento de la marcha de seguridad y la determinación de obedecer la señal bajo orden VVO que le indica al conductor que no puede avanzar, aunque tenga semáforo en verde, hasta que no se autorice”, dijo Ulises Lara.
-El registro electrónico sustraído de la caja negra del convoy 24 indica que salió de la estación Potrero a las 9.05 de la mañana en conducción manual restringida, rebasó el límite de velocidad y “el sistema la detuvo de inmediato”, pero el conductor hizo un cambio a pilotaje automático, alcanzando una velocidad de 45 kilómetros por hora hasta el momento del impacto, a las 9.06. “No hay evidencia de que el conductor haya realizado un frenado de emergencia o alguna maniobra para detener el tren”.
-El registro electrónico del tren 23 determinó que salió de Potrero a las 9.02 de la mañana, y llegó al punto del choque a las 9.04, permaneciendo estacionado 2 minutos.
-El domingo 8 de enero, mientras se realizaban los trabajos de reparación, se detectaron fallas en la vía 2 y se descubrió un corte deliberado de cables en el lado oriente de la estación. El daño mayor fue a una sección de 48 metros lineales. Los peritajes determinaron que fueron daños dolosos mediante el uso de fuego y herramientas que afectaron el suministro de energía.
-Los resultados de los peritajes “pueden derivar en el delito de sabotaje”, que consiste en dañar o destruir las vías de comunicación. La Fiscalía seguirá investigando para dar con los responsables “sean internos o externos”.
Desacoplamiento en Polanco:
-El 15 de enero hubo un desacoplamiento de dos vagones en la estación Polanco de la línea 7. Las investigaciones han determinado que la posición y limpieza del tornillo izquierdo de sujeción localizado en el enganche del carro 1537 indican que “se realizaron maniobras con la intención de provocar un incidente grave” en la operación del Metro.
-De acuerdo con la revisión de bitácoras, la vida útil de las piezas era idónea y se realizó la revisión de los enganches semiautomáticos en el tiempo correspondiente.
-Se identificaron maniobras recientes en el área donde su ubicaba la pieza, así como la ausencia de testigos, “entre otras acciones que no pueden ser realizadas por el tren en movimiento”. La falla en el soporte se debió al sobreesfuerzo al que fueron sometidos los tornillos debido a “una manipulación dolosa de los elementos de sujeción del enganche o acoplador”.
Incidente en Atlalilco:
-En las horas previas a la inauguración del tramo subterráneo Atlalilco-Mixcoac de la Línea 12, el 14 de enero, se detectó en la estación Ermita que la caja de cambio de vías está golpeada y fuera de su lugar.
-Por las huellas de hundimiento registradas en la pieza se determinó que “estas fueron realizadas con intencionalidad mediante una herramienta de construcción. Se trata de una acción dolosa, ya que lo golpearon con el objetivo de inutilizar su funcionamiento”.
Siete carpetas de investigación
Lara aseguró que, además de las tres carpetas de investigación en curso por los hechos ocurridos Potrero-La Raza, Polanco y Atlalilco, hay otras cuatro investigaciones abiertas por otros incidentes registrados hasta el momento:
-Un captor de pilotaje automático en la interestación Hidalgo-Guerrero.
-El descarrillamiento de uno de los carros motrices en el área de talleres de El Rosario.
-Un cortocircuito en la interestación Barranca del Muerto – Mixcoac.
-Un cortocircuito en la interestación Terminal Aérea- Hangares.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.