Opinión

Ciudad Juárez y su memoria de sangre y lágrimas




febrero 26, 2023

Con el juicio a Genaro García Luna, Felipe Calderón también perdió. Pero es insuficiente para cada dolor en cada hogar de Ciudad Juárez, donde se desea perseguir al resto de los culpables. Hagan el ruido que hagan en su defensa, no hay donde se escondan. Ni rejas, ni lejanía, ni riqueza indebida suficientes, a donde no les alcance el coraje de quienes fueron lastimados

Por Leobardo Alvarado

Ciudad Juárez– Esta es una ciudad donde la sangre y las lágrimas derramadas nos reclaman la vida en nuestra memoria. El vacío por la ausencia de las y los desaparecidos. Por todos los cuerpos que ahora están en la tierra y nuestros corazones. Por el tiempo detenido en las preguntas. Allí donde la mirada no recibe respuestas cuando la bruma obnubila el sueño. De pie en el amor como lo único que nos abraza. Nada nos es permitido olvidar.

Será una desgracia eterna el pasado, la vida diaria y el futuro que nos construyeron estos asesinos. Ahora se ha enjuiciado a uno, mientras el otro huye entre el alcohol y la impunidad. Pero no debemos olvidar que son más quienes están detrás de quienes pusieron a los criminales en el poder. Esos otros que ayudaron siguen regados por doquier, agazapados muchos todavía en las instituciones, prestos a la oscuridad de sus derredores.

¡Son tantos quienes participaron en arrebatarnos a nuestros seres queridos!

Las decisiones de estos dos criminales habrán de lacerar el alma de Ciudad Juárez para siempre. Es cierto que con el juicio a Genaro García Luna, Felipe Calderón también perdió. Pero es insuficiente para cada dolor en cada hogar de esta ciudad donde se desea perseguir al resto de los culpables. Hagan el ruido que hagan en su defensa, no hay donde se escondan. Ni rejas, ni lejanía, ni riqueza indebida suficientes, a donde no les alcance el coraje de quienes fueron lastimados profundamente.

Esos dos criminales protegidos por el cuello blanco de sus camisas y las de los suyos. Ellos que sin preocupaciones cada día esbozaron su verdad y su razón para imponer la muerte por doquier. Entre todos, fueron quienes nos obligaron a cargar nuestros muertos. Por eso debemos señalar a quienes ayudaron a levantar una pila de dolor sobre nuestras espaldas con nuestros propios familiares. A quienes con su libertad mancillan los sepulcros o el recuerdo de quienes siguen desaparecidos y desaparecidas.

No debemos olvidar que desde que iniciaron su guerra, hubo también muchos a quienes sin importarles los gritos de que se equivocaban, ayudaron a poner cada lápida sobre el llanto de la gente. En esta ciudad tenían al frente un péndulo de tristeza, y aun así apoyaron al imbécil que dijo que habría un daño colateral! Ambicionaban y creían tanto en su poder y su moral, que muchos guardaban un ominoso silencio.

Peor aún, después de ver toda la tragedia se quedaron ayudando en lugar de irse. Hay una verdad a su alrededor. También vivieron el secuestro, la extorsión, la muerte y la ausencia porque les arrebataron a quienes amaban. Pero ni cuando se arrasaba con todo vieron que era la guerra del criminal que ocupaba la presidencia. Y esto es lo terrible de su historia, todavía se negaron y aun se niegan a nombrarlo. No se atreven a romper con el asesino.

En esta ciudad no olvidamos como el salón Cibeles estaba lleno con todos los y las que siguieron creyendo en ellos. Allí donde Luz María Dávila bañada en lágrimas, gritaba a todos en su cara en nombre de sus hijos… y de todos nosotros.

LOS MILITARES. NO OLVIDEMOS A LOS MILITARES PORQUE TAMBIÉN ASESINARON Y DESAPARECIERON A NUESTROS FAMILIARES!

lo más leído

To Top
Translate »