Es muy necesario que exijamos cuentas de la atención que las autoridades prestan a los graves problemas del agua en nuestro estado: la sobreexplotación de pozos de aguas subterráneas, los “pozos piratas”, la sobre concesión de volúmenes, el aguachicoleo y el deterioro de los ecosistemas donde se genera el agua
Por Víctor M. Quintana S.
El derecho al agua y al saneamiento está incorporado a nuestra Carta Magna desde 2012. Es un derecho fundamental que pocas veces se concibe así. El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Y si a la Organización de Naciones Unidas quien instituyó esta celebración, le preocupa el asunto mucho más debe preocuparnos a nosotros, que vivimos en uno de los estados más secos, del país. Aunque fue en Monterrey donde el año pasado detonó la crisis de agua potable para consumo humano, muy pronto esa crisis se va a presentar también en nuestras ciudades: la Capital del Estado, Ciudad Juárez, Cuauhtémoc, Parral, en menor medida, Delicias.
A pesar del establecimiento del Día Mundial del Agua y la realización de numerosos foros sobre el tema, el avance que se tiene no es muy prometedor, por lo que tenemos que actuar en lo personal y en lo social ente ello.
La base de nuestra acción ciudadana es vigilar que el agua, bien público por excelencia no se convierta en mercancía para el lucro de negociantes y políticos. Porque es un hecho que algunos productores agropecuarios sin escrúpulos, empresas embotelladoras, mineras, fraccionadores y “desarrolladores urbanos” se apropian privadamente del agua tornándola más escasa para la comunidad. Aquí proponemos varios tipos de acciones que podemos llevar a cabo de inmediato como ciudadanas y ciudadanos comprometidos con que el agua sea un bien público para todas y todos y para la vida, no una mercancía de la que se beneficien sólo unos cuantos:
Damos por descontado que en nuestra familia hacemos todo lo posible por no desperdiciar el agua: no dejamos llaves abiertas, utilizamos sanitarios de bajo consumo, o les ponemos botellas de agua en el tanque para que se llenen más pronto; nos damos duchas rápidas, , regamos el jardín cada tercer día, al atardecer, etc. Eso es lo mínimo.
Otra tarea que podemos asumir es participar en los grupos y movimientos que hay en la población donde vivimos para cuidar el agua y el medio ambiente. Por ejemplo, la iniciativa Salvemos los Cerros de Chihuahua realiza un excelente trabajo para cuidar los cerros de la voracidad de los fraccionadores, pues son decisivos para la recarga de los acuíferos de la ciudad. (https://es-la.facebook.com/salvemosloscerrosdecuu). En Cuauhtémoc hay una organización ciudadana para vigilar que no se sigan sobreexplotando los mantos de la ciudad. En Ciudad Juárez hay muy interesantes movimientos que defiende El Parque Chamizal y el área de Samalayuca para que no se sigan cortando árboles en un caso y para que no se establezca una compañía minera, en otro. Si no podemos participar más activamente, cuando menos podemos difundir la información que generan y hacer conciencia entre nuestras amistades.
También tenemos que vigilar cómo se conducen las y los diputados que nos representan, federales o locales, en los asuntos relacionados con el agua. Por ejemplo, estar demandando a nuestro diputada o diputada federal por qué no se ha discutido y aprobado la nueva Ley General de Aguas propuesta por la coalición Agua para Todos, Agua para la Vida. O demandar al Congreso de Chihuahua que nos dé cuentas de cómo se está llevando a cabo el Plan Estatal Hídrico.
Una cuarta tarea es vigilar el desempeño de la junta de aguas de nuestro municipio. El que sean organismos autónomos no los sustrae a la vigilancia y a la participación ciudadanas, todo lo contrario. Por ley, estos organismos deben establecer consejos de administración donde estén presentes representantes de la ciudadanía y deben rendir cuentas de la administración del agua y de sus recursos en general. (Art.20 de la Ley del Agua del Estado de Chihuahua) ¿Por qué es importante esta tarea? Porque es en las juntas de aguas donde muchas veces se hacen dos tipos de negocios, convirtiendo al agua en mercancía: la autorización de fraccionamientos y tomas industriales y comerciales, así como las “cajas chicas” para campañas electorales.
Además de todas estas tareas, es muy necesario que estemos informados y exijamos cuentas de la atención que las autoridades prestan a los graves problemas del agua en nuestro estado: también nos afecta la sobreexplotación de pozos de aguas subterráneas, los “pozos piratas”, la sobre concesión de volúmenes, el aguachicoleo, es decir, la extracción ilegal del recurso hídrico de fuentes superficiales y, en la raíz de todo esto, el deterioro de los ecosistemas donde se genera el agua, ya sea superficial o subterránea: las sierras, las montañas, los pastizales.
Por el bien nuestro, de nuestras hijas e hijos, nietas y nietos debemos involucrarnos en la problemática local del agua. Es algo tan serio y decisivo que no se lo podemos dejar sólo a los políticos.