Los ministros de la Corte dirimieron conforme a derecho sobre los libros de texto gratuitos, pues, aunque la discusión se envolvió en banderas políticas entre la federación y el gobierno de Chihuahua, los togados se guiaron por los tecnicismos legales más que por los ímpetus ideológicos que parecen respirarse en el aire
Por Hernán Ochoa Tovar
Ahora que la Corte le ha dado la razón al gobierno federal, desestimando una controversia constitucional que había presentado con anterioridad el gobierno del Estado de Chihuahua sobre los libros de texto gratuitos (LTG), daré mi opinión acerca de lo que opino de este relevante acontecimiento para la educación en esta entidad.
Primeramente, considero que los ministros de la Corte dirimieron conforme a derecho, pues, aunque la discusión se envolvió en banderas políticas de ambos lados del espectro, los togados se guiaron por los tecnicismos legales más que por los ímpetus ideológicos que parecen respirarse en el aire.
Debido a lo anterior, la decisión de la Corte me parece meritoria y suficiente. Ponderó el derecho a la educación de los infantes chihuahuenses.
Sin embargo, entrando en la materia de los libros –que fueron la manzana de la discordia entre diversos órdenes de gobierno– creo que hay claroscuros. Como lo han expuesto algunas personas, tanto del ámbito intelectual, como del político y el empresarial, considero que la NEM tiene puntos a favor, entre lo que podemos destacar el aprendizaje basado en proyectos (ABP), así como el fomento al pensamiento crítico y holístico. Este tipo de aprendizajes ya han sido probados en potencias educativas educativas como Finlandia y Chile, teniendo resultados meritorios.
Empero, si una crítica constructiva podría hacer, es que ciertos pasajes de la Historia de México parecen contados por un narrador profusamente izquierdista. Si la vieja historia del PRI fue ese relato de buenos y malos que no se ha acabado de reproducir; y los gobiernos neoliberales quisieron cambiar la narrativa –sin lograrlo de todo–; la visión de la 4T parece, en ciertos momentos “la visión de los vencidos llegados al poder” (en una especie de Dixit a Miguel León Portilla) lo cual no es malo si se hubiera hecho de una manera más plural.
Pero en ocasiones se reproducen ciertos cartabones que ya han sido cuestionados por la historia más liberal –caso de la Conquista de México– y sólo abonarán a polarizar, en lugar de querer encontrar una historia en común del pueblo de México, viendo en nuestros orígenes la maravillosa génesis del gran país que tenemos.
A pesar de todo esto, percibo que la NEM busca que el estudiantado y el profesorado nacional lleguen a la reflexión. Intenta construir una educación que nos lleve a pensar y no a obedecer, lo cual es plausible; pues las naciones con ciudadanías críticas cuentan con mayores niveles de desarrollo y el criticismo es una actividad recurrente. Debemos desterrar la pasividad ciudadana y la NEM pareciera estar encaminada en ese derrotero; ojalá logre fructificar.
Por todo lo anterior, concuerdo con lo planteado por la analista Viri Ríos. Previo a la decisión del Poder Judicial, ella esgrimía que, a pesar de que encontraba imperfecciones en los LTG, era mejor que se distribuyeran en lugar de que siguieran guardados. Concuerdo. Creo que, con los ajustes pertinentes, los LTG abonarán a la construcción de una ciudadanía crítica y pensante.
No tengamos miedo si los nuevos LTG están más cerca de Freire que da Piaget (Salvador García Soto, dixit) pues la pedagogía freiriana lleva a la reflexión del estudiante y del profesor, y eso nos urge en este país; de ahí su pertinencia, a mi juicio.
Del mismo modo, aprecio que el gobierno del Estado, encabezado por la gobernadora María Eugenia Campos, haya publicado un comunicando anunciando que acatará la decisión de la Corte y los LTG serán distribuidos a la brevedad en las escuelas chihuahuenses. Ello es una demostración del respeto al estado de derecho; aplaudo, así, la actitud de conciliación por el gobierno estatal.
En suma, creo que estamos inmersos en una sumatoria de decisiones acertadas. Bravo por ello. Dejo la puerta abierta; excelente día.
