Opinión

Greg Abott y la Carabina de Ambrosio




noviembre 18, 2023

Texas aprobó una nueva iniciativa de ley para criminalizar a personas migrantes que, como otras, está destinada al fracaso. Es parte de un viejo juego donde México es piñata electorera

Por Alberto Nájar
X: @anajarnajar

Greg Abott reloaded.

La Cámara de Representantes de Texas aprobó una nueva enmienda legal que permite a las policías locales detener y encarcelar a las personas que se encuentren sin documentos migratorios en el territorio del estado.

Se trata de la Ley SB4, aprobada con el voto mayoritario de legisladores republicanos.

La norma aún no tiene vigencia, pues debe ser aprobada por el Senado texano para que se aplique.

Desde ahora se prevé una nueva batalla legal similar a la de otras iniciativas similares, y que en el fondo han servido básicamente como estrategia de propaganda política.

Éste es el caso. Greg Abbott, gobernador de Texas, ha centrado su intento de convertirse en el candidato presidencial del Partido Republicano con acciones de mano dura para perseguir y criminalizar a las personas migrantes.

Lo más conocido es la instalación de boyas y alambre de púas en la orilla texana del Río Bravo, y que ha provocado la muerte de al menos dos personas.

Pero desde principios de este año el republicano ha enviado autobuses con migrantes hacia ciudades gobernadas por el Partido Demócrata.

Miles han abarrotado las calles de Nueva York o Chicago, por ejemplo, lo que obligó a las autoridades locales a establecer un estado de emergencia presupuestal.

Estas medidas, como otras similares aplicadas en el pasado, han fracasado:

Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP en inglés), durante el año fiscal 2022-2023 la Patrulla Fronteriza capturó a casi 2.5 millones de personas migrantes en la frontera con México.

Una buena parte fueron detenidos en Texas, que desde el año pasado enfrenta una intensa oleada de personas procedentes de Haití y Venezuela.

Es en este contexto que se aprobó la SB4. Para el promedio de los texanos –la clase política, mediática y empresarial incluida- carece de importancia el fracaso de las medidas punitivas de Abott.

Lo que interesa es la sensación de seguridad, orden y respeto de sus barrios, familias y negocios que les da la criminalización de los migrantes.

Por eso la facilidad con que se aprobó la reciente enmienda judicial que, en términos generales, facilita a las policías locales su tarea de detener y encarcelar a quienes consideren sospechoso.

La SB4 tipifica como un delito menor el no contar con documentos de identidad o que comprueben una estancia regular en Estados Unidos.

La gravedad de la acusación puede aumentarse si las autoridades consideran que el detenido opone resistencia al arresto, o incurre en alguna conducta que consideren como grave lo cual según la iniciativa aprobada queda en manos de policías locales.

También se otorga a jueces locales la posibilidad de expulsar del país a personas migrantes, una facultad que según la Constitución de Estados Unidos compete sólo al Gobierno Federal.

Éste es uno de los elementos que perfilan el futuro de la pretendida legislación texana. Hay antecedentes.

En 2012 el gobierno republicano de Arizona impulsó una ley similar a la texana, llamada entonces coloquialmente como “Muéstrame tus papeles”.

La enmienda legal obligaba a policías locales a solicitar identificación y documentos migratorios a todas las personas que consideraban sospechosas.

Esa ley fue derogada por la Corte Suprema de Estados Unidos, al considerar que otorgaba a una autoridad local facultades de índole federal.

La SB4 es copia fiel de la legislación de Arizona, y es muy probable que comparta su mismo destino.

Hasta ahora el tema sólo queda en la conversación política porque no ha entrado en vigor. Para ello necesita la aprobación del Senado de Texas.

Si lo consigue deberá aun superar la aduana de la Suprema Corte. Pero mientras llega el caso la SB4 cumple con su propósito de propaganda.

Y también de negocios. Organizaciones civiles advierten que al menos 70 mil personas migrantes podrían ser detenidas de inmediato en caso de que se autorice la vigencia de la legislación.

Todos serían enviados a cárceles locales que se encuentran a punto de saturarse.

Para atender la súbita demanda sería necesario habilitar nuevas prisiones, que en Texas como en casi todo Estados Unidos es una tarea en manos de la iniciativa privada.

La mayor parte de los empresarios de esa entidad son votantes y promotores del Partido Republicano, donde milita Greg Abott, quien necesita varios millones de dólares para derrotar al magnate Donald Trump en la contienda interna por la candidatura presidencial.

Un financiamiento que podría llegar de los empresarios beneficiados por el gobierno texano.

Fragmentos de la letra chiquita del nuevo intento de castigar judicialmente a las personas migrantes en Texas, y que ha sido impugnado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Es parte de la histórica relación binacional. Cada dos años, cuando hay elecciones legislativas o presidenciales, los políticos estadounidenses agarran como piñata a México.

Las personas migrantes se convierten en tema de discursos, amenazas o, como en este caso, de iniciativas de ley que luego son desechadas.

Greg Abott es el nuevo aprendiz de este juego que podría llamarse La Carabina de Ambrosio, expresión que de acuerdo con la definición más clásica se refiere a un objeto inútil o sin sentido alguno.

En fin. El derecho a hacer el ridículo es sagrado…

***

Alberto Najar. Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service. Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.

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