Con una campaña publicitaria, un estudio encargado y un fuerte esfuerzo de cabildeo, la plataforma de hospedaje AirBnB intenta distanciarse de la crisis de vivienda en la Ciudad de México y suavizar las regulaciones y limitaciones que se le impusieron en octubre pasado
Por Arturo Contreras y Camilo Ocampo / Pie de Página
Ciudad de México- AirBnB promueve la idea de que ayuda a pequeños empresarios y familias locales a generar ingresos adicionales. Ese es el mensaje central de su campaña publicitaria, difundida a través de plataformas de video, medios impresos y televisivos, con el objetivo de cambiar la percepción de que las plataformas de alquiler a corto plazo como esta son responsables del aumento de precios en barrios con alta afluencia turística.
“Es imprescindible replantear las narrativas, establecer nuevos marcos de acción y favorecer la consolidación de alianzas estratégicas”, señala el estudio Estancia turística eventual y plataformas digitales en la CDMX, que busca desvincular a la plataforma de hospedaje de fenómenos como la gentrificación y la turistificación.
Pero su discurso, parece ser una trampa.
Una campaña de verdades a medias
“Este es su modus operandi: lógicamente, todas estas plataformas intentan ser más simpáticas, más populares, etcétera. Pero su base está en aprovechar la herencia y los servicios de ciudades con atractivos turísticos”, explica Josep María Montaner, quien durante cinco años fue responsable de regular plataformas de alquiler a corto plazo en Barcelona, donde fue concejal bajo la Alcaldía de Ada Colau.
En los últimos años, Barcelona se ha destacado por implementar políticas públicas que protejan a sus residentes de los efectos negativos de este tipo de alojamientos. El 3 de octubre de este año, el gobierno de la Ciudad de México aprobó una ley que limita el avance de estas plataformas.
Sobre esto, Montaner agrega:
“Los turistas no hacen vida de barrio, no cuidan los barrios; quienes los cuidan son los habitantes. Es fundamental comprender esto. A nivel mundial, algunas ciudades ya han avanzado en este sentido, y la Ciudad de México también debe hacerlo. En particular, se deben proteger los barrios, porque un porcentaje elevado de apartamentos turísticos en ciertos lugares provocará gentrificación, haciendo que los barrios pierdan sus características, su tradición y su memoria. Esto traerá turistas y nómadas digitales que solo pasarán por allí”.
En sus comerciales, AirBnB asegura que sus hospedajes permiten el florecimiento de nuevos negocios, que generan ganancias para los propietarios y dinamizan la economía local. Sin embargo, esta afirmación no es completamente precisa.
“Sí, fomenta ciertos tipos de comercios, como restaurantes, tiendas de souvenirs y artesanías. Pero se limita a ese tipo de negocios. A largo plazo, el comercio de proximidad, como el de reparaciones o los pequeños comercios, tiende a languidecer y desaparecer. Lo que realmente necesita el residente cotidiano de un barrio se ve afectado. Al final, los comercios que sobreviven son aquellos que están más vinculados al turismo”, añade Montaner.
Un estudio encargado
El estudio mencionado fue elaborado por Alquimia Urbana, una consultoría de urbanismo en la que participaron tres exfuncionarios de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano durante el último sexenio, aunque no se especifica quién financió su desarrollo.
“Las investigaciones siempre están financiadas, ya sea por actores privados, el sector público, fundaciones o ONGs. Alguien debe costearlas”, señala Montaner, quien recuerda que durante su gestión también se enfrentó a estudios similares.
Curiosamente, la fecha de publicación del estudio coincide con la presentación de investigaciones similares en otras ciudades, como en Italia y Málaga, donde se han impulsado regulaciones parecidas a las de México, según señala María Silvia Emanuelli, coordinadora para Latinoamérica de la Coalición Internacional del Hábitat.
“Cada vez que hay un intento de reforzar la regulación o cuando una gran manifestación social pone en jaque a las empresas de estas plataformas, Airbnb despliega medidas como las que hemos visto”, comenta Emanuelli. Luego agrega:
“Desde que entró en vigor la reforma a la Ley de Turismo en la Ciudad de México, que regula las plataformas digitales de rentas breves, anfitriones, inversionistas inmobiliarios y la propia Airbnb han buscado blindarse jurídicamente frente a este cambio legislativo”.
Según el estudio de Alquimia Urbana, las estancias de corta duración que ofrece la plataforma aportan significativamente a la economía, no solo por los ingresos directos que generan, sino también por los salarios y otros ingresos relacionados con los gastos de los huéspedes. El informe asegura que Airbnb contribuyó a la economía de México con casi 2 mil millones de dólares.
Las políticas a modificar
Además del estudio y los comerciales, AirBnB ha difundido cartas en las que empresarios locales y propietarios de espacios de hospedaje expresan su preocupación por la regulación establecida en la Ciudad de México, que limita el alquiler de un inmueble a solo la mitad de las noches del año. En comparación, en la mayoría de las ciudades europeas, estos límites rondan entre el 25% y el 30%.
“El criterio en Barcelona, tanto para hoteles como para apartamentos turísticos, era que no debía haber más turistas que habitantes. Es decir, si un barrio tenía 100 habitantes, no podían haber más de 100 plazas entre hoteles y apartamentos turísticos. Las quejas vinieron de aquellos que alquilan más del 50% de las noches, un grupo reducido de anfitriones que concentran varias propiedades”, explica Montaner.
Por su parte, María Silvia Emanuelli recuerda que, así como en México se están discutiendo límites y regulaciones, en Italia también se plantea la necesidad de una legislación única. Recientemente, Airbnb financió una reunión de los ayuntamientos italianos sobre el tema, siendo la empresa el único actor invitado a la mesa.
“En España ha habido una movilización sin precedentes contra este fenómeno, en defensa del derecho a la vivienda. Airbnb ha enfrentado una fuerte oposición en ciudades como Barcelona, y está utilizando sus influencias para evitar cambios radicales en las regulaciones”, concluye Emanuelli.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.
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