Pese a la contingencia por el COVID-19, marzo cierra en Ciudad Juárez con la cifra de asesinatos más alta en los últimos 18 meses, suman casi 400 víctimas en primer trimestre del 2020
Martín Orquiz
La Verdad
La emergencia sanitaria provocada por el Covid 19 en Ciudad Juárez no pudo frenar la violencia en las calles, como lo refleja la cifra de 159 personas asesinadas a lo largo de marzo, la más alta registrada desde hace 18 meses, indican reportes de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Los registros oficiales de la corporación encargada de investigar los homicidios establecen que desde agosto del 2018 no se registraba un índice tan alto de este delito, ya que todos los meses subsecuentes presentaron un número menor. Durante ese mes 184 personas fueron asesinadas.
Marzo del presente año es también el más violento de los últimos cuatro años; durante el mismo mes, pero del 2019, fueron 116 los asesinatos cometidos en Ciudad Juárez, mientras que en el 2018 fueron 56 y en el 2017 llegaron a 68.
Entre las víctimas de homicidio del mes recién concluido las autoridades identificaron a 138 hombres y 13 mujeres, además de ocho menores de edad, seis del género masculino y dos del femenino.
Los días más violentos de marzo anterior fueron el 2 y el 3, cuando se registraron 10 asesinatos durante cada jornada.
En total, durante el primer trimestre del 2020 se cometieron en esta frontera 394 asesinatos al sumar los 120 registrados en enero anterior y los 115 de febrero pasado, establecen los datos de la FGE.
Los tres primeros meses del 2020 resultaron también con más delitos de esa índole que durante el mismo periodo del 2019, cuando fueron 319 las víctimas: 108 en enero, 95 en febrero y 116 en marzo.
Ataques a policías
Otro síntoma de la violencia que azota a Ciudad Juárez se produjo el 17 y 18 de marzo, cuando integrantes de grupos que operan aquí realizaron 10 ataques en contra de policías de los tres niveles de gobierno, el resultado fue de dos agentes y dos presuntos delincuentes fallecidos.
El presidente municipal, Armando Cabada Alvídrez, fue quien informó sobre las incursiones que se perpetraron en contra de las corporaciones: fueron seis agresiones las dirigidas a policías municipales, dos más a elementos de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), una a militares y otra a un elemento de la Guardia Nacional.
Los ataques fueron atribuidos a integrantes de Los mexicles y La empresa, quienes los cometieron en venganza al parecer por los aseguramientos de drogas y armas hechos por las autoridades. Además de los fallecidos, otros cuatro policías fueron lesionados, dos de la CES y dos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM)
También hubo heridos colaterales: dos paramédicos, uno de Rescate y otro de Cruz Roja, así como una mujer que estaba afuera del Hospital General y el pasajero de un camión de transporte público que pasaba por el sitio.
Durante esa jornada fueron incendiadas dos unidades de transporte público con el fin, dijeron funcionarios, de generar caos y desviar la atención de las policías que perseguían a sus atacantes.
En los operativos de respuesta las autoridades detuvieron a 17 personas en distintas colonias de la ciudad y se lograron el aseguramiento de casi mil 800 cartuchos y 21 armas de fuego.
Desde entonces, las estaciones de policía se encuentran resguardadas y con el acceso restringido, mientras que los elementos de todas las corporaciones, incluidos los de la Coordinación General de Seguridad Vial (CGSV) patrullan en grupos de dos unidades o más.
Los hechos violentos se presentaron en medio de la contingencia decretada por los gobiernos para tratar de frenar el contagio del Covid, a través de la cual fueron suspendidas en su totalidad las actividades educativas, las reuniones sociales y se ordenó el cierre de restaurantes, cines, centros comerciales, gimnasios y otros lugares de reunión social.
Un funcionario de la FGE, que pidió que su identidad no se dé a conocer debido a que no está autorizado para dar declaraciones, comentó que en la ciudad se encuentra “en medio de una guerra” entre los grupos que operan en la región.
Lo grave, añadió, es que se enfrentan entre ellos, pero también tienen en la mira a las corporaciones debido a que se ha trabajado para desmantelarlos y se impactó sus estructuras con detenciones y decomisos.
“Esto no se va a acabar pronto, es lo que estamos viendo, que no les importa la contingencia por el coronavirus, ellos van a seguir con sus cosas”, dijo.
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