COVID-19

Son cárceles de Juárez focos de riesgo ante coronavirus: derechohumanistas




abril 1, 2020

Hacinamiento y carencias sanitarias son un peligro de propagación, advierten organizaciones de derechos humanos, quienes lanza llamado a gobiernos estatal y federal para activen acciones preventivas contra la enfermedad dentro de esos lugares

La Verdad

Ante la emergencia de salud pública desatada por el coronavirus COVID-19, organizaciones defensoras de derechos humanos lanzaron un llamado de urgente a los gobiernos estatal y federal para que activen acciones preventivas para resguardar a reos y empleados de los Ceresos en el estado.

“Es urgente actuar de inmediato para preservar la vida de los detenidos, el personal penitenciario, sus familias y, en general, la sociedad” dice un pronunciamiento conjunto del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte (CDHPN) y el colectivo Familias Unidas por La Verdad y la Justicia.

Ante la pandemia de COVID-19, la situación de las personas privadas de libertad en centros penitenciarios es muy preocupante, advierten.

En el documento las organizaciones mencionan que actualmente en México hay 202 mil 337 personas recluidas en centros penitenciarios y el 37 por ciento de dichos centros presentan problemas de hacinamiento. Igualmente, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México el 46 por ciento de las personas privadas de la libertad comparten celda con más de cinco personas e incluso más en algunos estados de la república.

Ese panorama se observa en las cárceles en Ciudad Juárez afirma la CDHPN, quien asegura esa realidad la ha detectado durante el acompañamiento a personas recluidas en los centros de detención locales.

El sistema penitenciario carece de garantías para el cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento social recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que se teme que la mayoría de las medidas sanitarias en esos lugares podrían ser ineficaces debido a la carencia de instalaciones higiénicas adecuadas, al hacinamiento y la insuficiencia de los medios sanitarios puestos a disposición de los establecimientos penales, mencionan en el documento dirigido a autoridades estatales y federales, jueces, directivos penitenciarios, así como a las comisiones de derechos humanos.

“Todas las personas, sin excepción, tienen el derecho a acceder a intervenciones que les salven la vida y la responsabilidad de garantizarlas reside en el gobierno”, indican en el pronunciamiento donde menciona que es urgente actuar de inmediato para preservar la vida de los detenidos, el personal penitenciario, sus familias y, en general, la sociedad.

Ante ese panorama, exigen:

A las autoridades estatales y federales:

•Tomar medidas urgentes para descongestionar las cárceles, incluidas la libertad condicional, el perdón y la amnistía;

•Iniciar una inspección de los lugares de detención para liberar todos los casos irregulares;

•Proporcionar a las cárceles el equipo necesario para detectar casos de personas infectadas con el coronavirus, ya sean visitantes o nuevos prisioneros;

•Establecer políticas de no detención a personas por faltas administrativas;

•Emitir informes periódicos sobre las medidas tomadas en los centros penitenciarios para evitar la propagación del virus.

A los Jueces de Control y de Ejecución de penas:

•Liberar a las personas en detención preventiva, así como a aquellos que están en mayor vulnerabilidad, especialmente personas mayores y aquellas que padecen afecciones médicas preexistentes como hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, enfermedades respiratorias o diabetes y cuya detención ya no es necesaria o estén próximas a cumplir sus condenas;

•Modificar las penas privativas de la libertad por otras que no involucren el internamiento a los centros penitenciarios, de aquellos presos que se encuentren compurgando una pena por un delito no violento;

A las Comisiones de Derechos Humanos:

•Garantizar el respeto de los derechos de los detenidos de conformidad con las medidas de prevención del coronavirus;

•Supervisar de manera continua las condiciones de salubridad dentro de los centros penitenciarios;

•Permanecer atentos a cualquier violación a derechos humanos que pudiera suscitarse por la crisis;

A los jefes de penales:

•Autorizar el uso de teléfonos para mantener el vínculo social entre los detenidos y sus familiares durante el período de restricción de ciertas visitas;

•Aumentar la capacidad de diagnóstico y seguimiento médico en las cárceles, según lo solicitado por la OMS y, en particular, aumentar las medidas para proteger a las personas detenidas con sistemas inmunes debilitados, como aquellos con VIH o tuberculosis;

•Proteger adecuadamente al personal penitenciario contra la contaminación por virus proporcionándoles los equipos de protección e higiene necesarios;

•Proveer de artículos de limpieza necesarios a los internos y a las personas que laboran en el centro, e implementar un plan de desinfección en todas las áreas;

•Educar a los detenidos sobre medidas preventivas e higiénicas y sobre el acceso a números de emergencia para denunciar casos sospechosos.

•En vista de que los internos, en su mayoría, dependen de los alimentos que sus familiares les proporcionan para sobrevivir, y dada la restricción de ciertas visitas, urgimos que se haga efectiva su obligación de suministrar alimentos nutritivos, suficientes y de calidad, adecuados para la protección de la salud de las personas privadas de su libertad.

laverdadjz@gmail.com

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