Personal médico del sector privado en Ciudad Juárez se unieron a protesta simultánea en varias regiones del país porque no se les toma en cuenta para la inmunización, a pesar de estar expuestos al coronavirus
Texto y Fotografías: Karen Cano / La Verdad
Desde que fue declarada la pandemia hace ya más de un año, la médica general Alejandra Patricia Rangel Holguín, de 28 años, añora el poder convivir con su familia sin temor a contagiarlos de COVID-19.
“Somos una familia muy unida, nos juntábamos casi cada semana, desde que empezó la pandemia no tengo contacto con nadie, las únicas veces que los he visto ha sido porque los he tratado, porque han enfermado”, relata.
Su situación, añade, la mantiene en una alerta constante. Sabe que el contagio del coronavirus es inminente, y aunque se protege lo más que puede, nada se compara con la protección que podría brindarle una vacuna, misma que le han negado a ella y a otros miles de trabajadores de la salud que no pertenecen a instituciones públicas.
Convocados por el movimiento #YoSoyMédico17, personal de salud, principalmente del sector privado, decidió manifestarse de manera simultánea la mañana de este miércoles, en al menos 77 ciudades de diversas partes del país, entre las cuales, se ellos los médicos del sector privado de Ciudad Juárez.
En esta frontera, Alejandra Patricia, y otros 4 colegas, se apostaron a las afueras del Hospital General, en dónde portaron cartulinas con consignas de protesta, con las que expusieron su preocupación por no ser tomados en cuenta en el esquema de vacunación, ni permitirles tampoco comprar el inmunológico para poder protegerse.
“Es decepcionante porque no estamos solicitando un beneficio, sino una estabilidad para seguir trabajando y cumpliendo con la población. El argumento es que trabajamos en el sector privado, pero quienes trabajan en instituciones públicas también reciben remuneración, y es injusto que nos descarten por ello”, apunta otro de los manifestantes, el médico Ricardo Valencia Figueroa.
Al igual que Alejandra Patricia, añade que el sentido de inseguridad es una constante al momento de estar laborando, y qué en el caso de algunos de sus compañeros, las empresas paras las que trabajan ni siquiera protección médica les ofrecen, dejándolos aún más expuestos ante la enfermedad.
Con apenas 3 años de experiencia, Alejandra Patricia comenta que nunca pensó vivir y trabajar en medio de una pandemia de estas dimensiones. Desde que ésta fue declarada, dejó la casa de su madre para vivir en otro sitio y exponerla lo mínimo al virus; cosa que hicieron varios de sus colegas.
Uno de ellos, poco después de haberse cambiado a un departamento, fue desalojado por los dueños con el argumento de que era médico y podía contagiar a alguien; al no encontrar otro sitio donde lo aceptaran debido a su profesión, terminó viviendo con ella.
“No es algo nuevo el rechazo a los médicos, las personas piensan que lucramos con la salud y que no estamos interesados en nuestros pacientes; pero la verdad es que es mal pagado, y muchas veces se tienen hasta 3 o 4 trabajos al mismo tiempo, sin exagerar”, indica.
El personal de salud que ofrece sus servicios privados son candidatos a la vacunación hasta que esta sea concluida en otros sectores, menciona, esto solo añade más carga al sentido de desvalorización y desanimo en el que se encuentran muchos de estos profesionistas.
“Estamos decepcionados, muchos dicen todos los días: ‘Ya no voy a ir a trabajar”, declara.
Judith Hernández, otra de las manifestantes, médica cirujana, indica que han estado haciendo registros y mandando listas a las autoridades de salud, para que sepan quienes son las y los trabajadores de la salud que requieren vacunación.
Y aunque esta lista siempre que se ha enviado cambia, se sabe que son al menos 3 mil empleados y empleadas; entre estos se cuenta a personal administrativo de instancias públicas que tampoco ha sido vacunado.
El pasado 26 de marzo, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, visitó Ciudad Juárez y se comprometió a incluir al personal médico privado en la lista de vacunación.
“Pero ahora nos dicen que primero son los maestros, para que ya entren en agosto. Esta mal la estrategia, los maestros están en sus casas aún, los que estamos trabajando somos los médicos, es una impotencia saber que están esperando que nos enfermemos”, considera la médica.
Señaló que, en la Ciudad de Chihuahua les han estado hablando a médicos y médicas para aplicarse las dosis que han sobrado.
“Pero no hay registros de eso, es casi como un favor; es increíble que estemos mendingando una vacuna, México es el país en el que más médicos han muerto, y nos están dando las sobras”, expresa.
Judith culmina señalando que no son sólo médicos y médicas, sino también personal de enfermería, dentistas, camilleros, de intendencia, administrativos y muchos más quienes no están siendo tomados en cuenta para protegerles.
“Como persona de salud en el sector privado estamos tristes, impotentes, muchos están muriendo, no buscamos reconocimiento ni que nos alaben, sólo pedimos la vacuna, para estar menos expuestos”, declara.
contacto@laverdadjuarez.com