El aumento en el flujo de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados que llegan a la frontera para cruzar a Estados Unidos obligó a la apertura de nuevos espacios para su resguardo mientras esperan la reintegración a sus familias
Karen Cano / La Verdad
En medio de un salón amplio e inundado de la luz solar que entra por las ventanas que dan al patio, diez adolescentes conversan entre ellas.
Sus murmullos son apenas escuchados entre la música de reggaetón que suena a través de una computadora. Sus edades van de los 12 a los 17 años.
Son migrantes que llegaron solas a la frontera con la intención de cruzar a Estados Unidos. Todas se encuentran bajo resguardo en Casa YMCA, una asociación que desde este mes habilitó de nuevo sus instalaciones para el resguardo y protección de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados.
“Nadie quiere estar en un albergue, aunque sea el mejor del mundo, por eso procuramos darles lo mejor y hacer lo mejor, para que se sientan bien”, dice Ana Laura Castro Domínguez, directora del albergue.
“Hace más de 10 años dejamos de recibir migrantes porque el flujo había bajado, y para no desaprovechar el espacios nos convertimos en un centro comunitario”, explica Ana Laura. No obstante, durante las caravanas de migrantes registradas en el año 2019, la asociación retomó su labor de protección y albergue de personas en tránsito.
Aunque fue hasta principios de este mes de julio que, con apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), reiniciaron también con el servicio de resguardo y protección de infantes migrante, comenta.
Este giro de YMCA se registró en medio de un aumento en el flujo de niños, niñas y adolescentes no acompañados que huyeron de su país por la pobreza o que buscan reencontrarse con sus familiares en Estados Unidos. Tan solo en abril se registró el arribo a la frontera norte de México unos 18 mil infantes en esa condición, de acuerdo con datos oficiales.
La situación saturó las instancias de acogida de niños, niñas y adolescentes en la ciudad.
“La situación es complicada para quienes han llegado en medio de la contingencia, pues el retorno asistido se ha dificultado debido al cierre de embajadas en diferentes puntos”, expuso Jorge Omar Gaspar Pereyra, subprocurador de Niños, Niñas y Adolescentes auxiliar del distrito Bravos, en entrevista sobre el tema hace unas semanas.
En este contexto, la Unicef impulsa acciones en la Ciudad Juárez para impulsar con distintas organizaciones acciones de protección, educación, agua, saneamiento e higiene, así como el cumplimiento de derechos de niñas, niños y adolescentes.
Como parte de estas acciones, el organismo proporcionó a Casa YMCA el apoyo necesario para que pudieran iniciar con la recepción de niños, niñas y adolescentes no acompañados en su travesía por intentar cruzar a los Estados Unidos.
Actualmente el lugar tiene a 10 adolescentes que provienen de paises como Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, se informó. Aunque tienen capacidad para recibir hasta 24 niños, niñas y adolescentes, el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia ha estado refiriendo a estos grupos poco a poco, con el fin de que puedan ser recibidos y valorados casi de manera individual.
“Así les ponemos más atención, hacemos las primeras entrevistas y se van adaptando poco a poco”, explica.
En el lugar, las migrantes son atendidas psicológicamente, están bajo el cuidado de enfermeras y trabajadoras sociales. Se les fomenta actividades lúdicas y recreativas, además de que cuentan con clases personalizadas según su nivel escolar, mismas que les son impartidas dentro de la misma instancia.
“Tienen la opción de comunicarse con sus familias si así lo desean, principalmente por teléfono (…)quieren regresar al día siguiente pero no pueden, hay todo un proceso que se debe de seguir”, indica Ana Laura.
Y aunque los viajes son largos e incómodos para los niños, niñas y adolescentes, el desgaste que presentan es más bien emocional.
“Emocionalmente es complicado para ellos manejar estas situaciones (…) Están frustrados porque no pudieron cruzar, algunas familias pagaron coyote y se sienten decepcionados por la inversión que hicieron, aquí se les intenta ofrecer lo mejor y el mejor trato y con las mejores de las intenciones”, expresa.
La Verdad buscó entrevista con la Unicef sobre sus acciones en la ciudad y el apoyo a casa YMCA, pero no se dio respuesta a la petición.
Casa YMCA es una asociación de servicio con sede en Ginebra Suiza y tiene actividades en México desde 1982. Cuenta con 3 albergues a lo largo de la frontera, uno de ellos en esta ciudad, en donde inició funciones como lugar de segunda acogida para madres migrantes y sus hijos e hijas desde 1995.
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