Durante el juicio abierto contra Leonardo Daniel A.R. se acusó a la Fiscalía de Chihuahua de usar un testigo falso para mantener al hombre en la cárcel y de no presentar pruebas para acreditar su responsabilidad en el asesinato de la exfiscal Suly Ponce y de otros dos hombres registrados en el mismo hecho, en octubre de 2022
Por Blanca Carmona / La Verdad Juárez
El único detenido y acusado por homicidio de la exfiscal Suly Ponce Prieto, Leonardo Daniel A.R. fue encontrado inocente por un Tribunal de Enjuiciamiento, al determinar que el Ministerio Público estatal no presentó pruebas para acreditar su responsabilidad en este hecho ocurrido en octubre de 2022.
Esta resolución judicial, emitida el pasado 5 de junio, además absolvió al hombre por el asesinato de otras dos personas –una de ellas víctima circunstancial– y por las lesiones provocadas en dos sobrevivientes, hechos registrados también durante la agresión en contra de la exfiscal de Homicidios de Mujeres.
Tras el fallo, el hombre fue puesto en libertad. Estuvo tras las rejas desde el primero de diciembre de 2022, de acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
“A criterio de este colegiado no existe prueba desahogada en juicio que señale directamente o a manera de indicio al acusado. Por tanto, no se ha acreditado más allá de toda duda razonable la participación plena de Leonardo Daniel A.R., no desvaneciendo la presunción de inocencia que lo cobija. Por tanto, se emite fallo absolutorio a su favor”, determinó el Tribunal conformado por los jueces Félix Aurelio Guerra Salazar, Rosa Amelia Baylón Payán y Maribel Carillo Mendoza.
Al respecto, la Fiscalía General de Chihuahua guardó silencio. No respondió la solicitud de información de La Verdad Juárez sobre las acusaciones en su contra en la resolución absolutoria del acusado de la exfiscal presentada a través de su vocera, Gabriela Cota.
Los hechos juzgados sucedieron la noche del 13 de octubre del 2022, cuando Ponce, abogada y exfiscal de homicidios de mujeres (1998-2001), recogió a uno de sus representados Martín Alonso B.R., en las instalaciones de la Fiscalía de Chihuahua en la zona norte, luego de que él fue puesto en libertad.
Además de esta persona, otros dos hombres que también habían ido a la Fiscalía por Martín Alonso subieron al auto de la exfuncionaria, José Manuel R.A., y Christian Mauricio Betancourt Cisneros, este último es una de las víctimas mortales.
Martín Alonso y José Manuel lograron salvar sus vidas. El primero de ellos rindió declaración en el juicio oral número 276/2023 que se instruyó en contra de Leonardo Daniel por los delitos de homicidio y homicidio en grado de tentativa.
Martín Alonso narró ante los jueces que la noche de ese 13 de octubre, él se dio cuenta que les estaban disparando cuando el auto circulaba sobre la calle Camino Viejo a San José y le dijo a la licenciada Suly “písele, písele”, y al mismo tiempo se cambió a la parte frontal del vehículo, al asiento del copiloto, para tratar de bajarse de la unidad. Pero un automotor se colocó a un lado y no pudo hacer esa maniobra.
A pesar de que los disparos continuaban, Suly Ponce siguió manejando. Llegó a la avenida Plutarco Elías Calles, donde había tráfico. Al escuchar las detonaciones, los otros conductores se pasaron el semáforo y el carro donde viajaban las víctimas siguió circulando.
El testigo señaló que Suly buscaba a un policía o a una autoridad en el trayecto y expresó “es que no se ve ni un policía” y siguió manejando mientras continuaban disparándoles. Con un neumático ponchado, la mujer logró llegar hasta la avenida Paseo Triunfo de la República y dio vuelta a la derecha.
“Levanté la cabeza para ubicarme, sentí los impactos de una camioneta tipo Ven de color verde obscuro. Nosotros giramos aproximadamente 180 grados, mi puerta quedó en dirección hacía el motel y hacía El Tabascos (un restaurante ubicado en esa avenida). Ahí abrí la puerta y salí corriendo”, declaró Martín Alonso quien ese día estuvo varias horas escondido y en el juicio declaró a distancia por medio de una videoconferencia.
Al parecer esta persona era el blanco del ataque armado y datos oficiales, citados en el juicio, indican que es parte de una pandilla delictiva.
Al declarar ante el Tribunal, Martín Alonso también afirmó que no pudo ver a los responsables de la agresión.
“No tuve la oportunidad de ver quién nos disparaba, porque los disparos venían de atrás; observé quien iban manejando la Van verde porque se paró a un lado de nosotros, pero cuando lo miré se agachó, lo recuerdo un poco pero no me quedé observándolo mucho tiempo ya que él frenó de repente”, afirmó Martín Alonso.
El cadáver de Ponce quedó en el asiento del piloto recargado sobre su lado derecho con impactos de bala en la oreja, el cuello y el pecho.
Junto al camellón central quedó tirado el cuerpo de Christian Mauricio Betancourt Cisneros.
Del lado del copiloto, a un costado de la llanta trasera del auto se encontró una pistola.
Dentro del auto de las víctimas, el Kia con matrículas ELV-277A, los peritos también hallaron indicios de que fue detonada un arma de fuego, en total 13 casquillos percutidos del mismo calibre que el ama localizada junto a la llanta, de acuerdo con los datos expuestos ante el Tribunal.
Al momento de la balacera, en la avenida Paseo Triunfo de la República circulaban varios automovilistas, uno de ellos recibió un impacto de bala en el riñón izquierdo.
Manuel Loya Quiñónez y su pareja iban a una fiesta, circulaban sobre la avenida Plutarco Elías Calles cuando una bala impactó su auto y de inmediato se sintió herido y empezó a desangrarse.
“Conducía en el auto y al llegar al alto de la calle Paseo Triunfo de la República recibimos el impacto de bala en el automóvil; iba de copiloto y vi inmediatamente la expresión (de Manuel) de miedo y dolor, y la primera expresión de él fue, “me dieron” e inmediatamente vi la sangre, Manuel iba desangrándose y todavía consciente me dijo “vámonos a la Cruz Roja”. Yo le dije que no, que nos íbamos a ir al hospital pero que yo lo iba a llevar porque él quería seguir manejando”, recordó la pareja sentimental de la víctima cuya identidad está reservada.
Manuel fue ingresado al Hospital General donde lo sometieron a una cirugía, pero al día siguiente murió.
La pareja sentimental de la víctima señaló a los jueces que él no pudo ver a los responsables del ataque y expresó el dolor que le causó la muerte de su ser querido.
“En ningún momento tuve la oportunidad de ver quién disparó, en ese momento me cegué porque lo que quería en ese momento era salvar a mi pareja, quería hacer lo que pudiera, llegar a un hospital y salvarle la vida, era impresionante la sangre que estaba derramando y fue muy doloroso para mí vivir esa experiencia”, expresó el testigo.
Durante el juicio oral, el abogado defensor del acusado dijo que el Ministerio Público utilizó a un testigo falso para obtener la vinculación a proceso de su representado.
El litigante aseguró que esa autoridad se basó en la versión aportada por un reo, quien aseguró que estando en reclusión Leonardo Daniel A.R., le había confesado que participó en esos hechos violentos. Sin embargo, las fechas citadas por ese declarante no concuerdan y ese testigo es ahora ilocalizable, al parecer inexistente.
Después de escuchar a los testigos, peritos y policías que ofreció el Ministerio Público para acreditar los delitos de homicidio y homicidio en grado de tentativa, así como una responsabilidad penal por parte de Leonardo Daniel, el Tribunal concluyó que la representación social solo probó que se cometieron los delitos, pero no presentó pruebas para acreditar que esa persona fue la responsable de esos asesinatos.
El fallo fue emitido el pasado 5 de junio, por unanimidad.