Hoy en Estados Unidos, dirigido por la administración Trump, un abrazo en la frontera representa ‘una amenaza para la seguridad nacional’, dice la Red Fronteriza para los Derechos Humanos al anunciar la cancelación de #HugsNotWalls
Fotografía: Border Network for Human Rights (BNHR)
Ciudad Juárez – El reencuentro de familias separadas por las políticas migratorias de Estados Unidos, conocido como ‘Abrazos, No Muros’ (#HugsNotWalls) programado para este sábado fue cancelado porque instancias públicas y privadas negaron el acceso a la zona del Río Bravo donde se contemplaba la reunión binacional, entre Ciudad Juárez y Sunland Park, Nuevo México.
“Es profundamente desafortunado que esta Administración haya decidido, por razones puramente políticas, alienar y antagonizar a las personas en nuestra frontera sur” dijo Fernando García, director de la Red Fronteriza para los Derechos Humanos (BNHR, por sus siglas en inglés), al dar a conocer la suspensión de la séptima edición de este evento que en su historia logró reunión a mil 300 familias separadas.
La excusa de la Patrulla Fronteriza es que había muchos migrantes cruzado en la región, dijo García, en conferencia de prensa desde El Paso, Texas, donde dio a conocer que los primeros en negar el permiso para el evento fue la policía de Sunlad Park, luego la empresa Unión Pacific y finalmente la Patrulla Fronteriza.
“Las agencias e instituciones fronterizas crearon todos los obstáculos posibles e inventaron todos los pretextos necesarios para evitar esta reunión familiar tan importante e histórica en la frontera” anunció la agrupación al defender el encuentro a través del cual familiares separados por políticas migratorias se abrazaban y convivían por unos minutos.
Todos ellos siguieron claramente la política xenofóbica de Trump y están alineados con su Declaración de Emergencia distorsionada en la frontera. Hoy, en esta América, liderada por esta administración, un abrazo familiar y un abrazo fraternal, representa “una amenaza para la seguridad nacional”. Esto está más allá de lo irracional” indicó García, quien también giro su postura a través de un comunicado de prensa.
“Alegan que hay una crisis migratoria, pero esa crisis de la gente cruzando por el río la causaron ellos, esa gente podría estar cruzando por los puentes”, agregó, “han puesto en la cabeza de la gente una mentira, que los migrantes son una amenaza para el país, no es cierto”.
El representante de la organización defensora de los derechos humanos en la frontera sur de Estados Unidos, fundada desde 1998, dijo que en el evento de este sábado estaba programado el reencuentro de 150 familias, cuyos integrantes están separados por la frontera.
Venían de Denver, de California, de Veracruz y de esta zona, afirmó.
García comentó que este es un final desafortunado para un evento que llamó la atención sobre las formas en que la política de inmigración de Estados Unidos falla a muchas de sus familias.
Sin embargo, dijo que tiene la esperanza de algún día poder organizar un evento como ‘Abrazos, No Muros’ nuevamente.
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