Opinión

Las víctimas de Juárez y el olvido del gobernador Corral




septiembre 26, 2018

A los gobernantes el dolor de las madres se les olvida, hagamos evidente la memoria

Imelda Marrufo
Abogada y activista

Han pasado 15 meses desde la primera y única vez que el gobernador Javier Corral Jurado se reuniera con las víctimas de desaparición, trata y femincidio de Ciudad Juárez. De las peticiones que en 25 de abril de 2017 hicieran las familias representadas por Red Mesa de Mujeres, solo una se cumplió a medias: la creación del Grupo de Trabajo Especializado en los Casos de Víctimas del Valle de Juárez, mismo que hoy en día no cuenta con condiciones adecuadas para hacer su trabajo.
Fue el mismo gobernador Corral quien tomara nota de las peticiones de las madres de víctimas, mismas que se fueron esfumando con el paso del tiempo. El 7 de agosto en el foro de pacificación las víctimas, convocado por el equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, le reclamaron a Corral Jurado. Fue un encontronazo.
Al gobernador Corral lo verían en un evento oficial el 25 de noviembre del 2017 en el memorial de Campo Algodonero. Fue el día de instalación de las placas con los nombres de las de víctimas de feminicido, algunas de las hijas de quienes estuvieron en el primer foro de AMLO llevado a cabo en Ciudad Juárez.
Aquel 25 de noviembre del 2017, Norma Laguna entregó a Javier Corral un balón de futbol. Simbolizaba uno de los deportes que practicaba su hija Idaly Juache Laguna, desaparecida el día 23 de febrero del 2009, cuyos restos fueron localizados en Arroyo El Navajo durante los rastreos del 2012.
La madre de Idaly le regaló el balón al gobernador de Chihuahua, al mismo tiempo que le pedía no olvidar a sus hijas. Unos minutos antes, Norma se pronunció por concretar la petición que le hicieran los primeros meses del 2017: Fortalecer con personal, instalaciones y equipamiento a la Fiscalía Especializada en Delitos de Mujeres por razones de género, instancia encargada de los delitos cometidos contra mujeres.
Pasaron los meses y llegó el 8 de marzo, un evento oficial en palacio de gobierno convocado por el Instituto Chihuahuense de las Mujeres. Ese no fue un acto con las madres de víctimas de Ciudad Juárez, sin embargo, la solicitud de reunión con ellas fue puesta sobre la mesa en presencia de dependencias y del propio mandatario estatal.
El Foro Escucha Ciudad Juárez convocado por AMLO exhibo el distanciamiento del gobernador Corral con las madres y familiares de desaparecidas y asesinadas de Juárez. Desde el inicio de su gestión el gobernador tardó siete meses en recibirlas. El enojo mostrado ante el presidente electo López Obrador tenía como destinatario a Corral.
No fueron sólo dos personas, fueron varias víctimas las que interpelaron a Javier Corral, aunque por la declaración que realizó a los medios, nos dimos cuenta de que solo identificó a Norma Andrade y José Luis Castillo. La rueda de prensa que la madre de Alejandra García Andrade y el padre Esmeralda Castillo Rincón le hicieron en la Ciudad de México para denunciar la hostilidad que generó la presión necesaria para que a ellos finalmente les atendiera.
Por lo visto el gobernador sigue creyendo que la atención de las y los funcionarios a las víctimas es suficiente. Tantos años de la lucha de las madres de mujeres desaparecidas y de las víctimas de feminicidio en Ciudad Juárez y Corral no ha entendido. ¿Se requieren caravanas, protestas, marchas plantones para que las mire, para que les dé audiencia?.
La sensibilidad expresada en la campaña electoral y en la ofrenda floral de Marisela parece ser un asunto del pasado. Solo fueron los primeros actos. El gobernador ha desairado el encuentro con las familias de Ciudad Juárez, está más que claro. Solo las ha visto en sus fechas conmemorativas oficiales.
Después del foro de pacificación y de escucha a las víctimas Javier Corral no les ha llamado a las madres de Juárez. Por ahora, este no es un señalamiento a las y los funcionarios que hacen su trabajo con lo que tienen y pueden. Trabajo que deberá seguirse observando y evaluando.
Me dio gusto ver a las víctimas irrumpiendo el foro escucha, creo que los reclamos al gobernador fueron más que merecidos. Sin embargo, la reacción fue lamentable. La distancia continúa.
De las palabras de Norma Laguna y el regalo del balón de futbol al gobernador en el memorial de campo algodonero solo algunas nos acordamos. A los gobernantes el dolor de las madres se les olvida, hagamos evidente la memoria.
El ofrecimiento del mandatario de atender a las víctimas de desaparición y feminicidio de manera personal y directa fue quedando atrás, al menos en el caso de Ciudad Juárez.
Parece que el gobernador Javier Corral dejó la sensibilidad en el piso, quizá en aquel de la ofrenda que depositó a Marisela Escobedo a las puertas de palacio al inicio de su gobierno.
imelda.marrufo@gmail.com

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