Ninguna ha cumplido la mayoría de edad. Conocieron el feminismo a través de redes sociales o por medio de amigas. Quieren su país, aunque tienen pocas esperanzas. Apuestan por seguir vivas, estudiar. Para ellas, el feminismo es un movimiento de y para mujeres. Y es también “tenernos paciencia, tenernos amor”
Texto: María Ruiz con información de Vania Pigeonutt, Andro Aguilar y Arturo Contreras.
Fotos: María Ruiz
Pie de Página
“Lo vamos a lograr porque somos fuertes”. “No permito chistes machistas”. “Nos apoyamos entre nosotras”. Son frases de jóvenes mexicanas que tienen entre 13 y 17 años y que viven en la Ciudad de México.
Con ellas evocan al feminismo, tal como lo entienden. Algunas creen que la violencia contra las mujeres se va a detener, confían en el movimiento feminista. Otras ven lejana esta posibilidad, miran la violencia de género como un problema sin solución próxima. En todo caso, saben que es un problema urgente que atender.
Estas son sus voces:
Ser adolescente en tiempos de feminismos
Un grupo de adolescentes del colegio Sierra Nevada se organizó por el 8M. Rebeca Cantú, de 13 años, escribió un texto para compartir durante su acción:
“Ni una menos leemos en los periódicos, escuchamos en los noticiarios de televisión, de radio.
Ni una menos gritan desesperadas mujeres que se manifiestan en las calles, tratando de ser oídas, respetadas…
Ni una menos se ha convertido en el lema de las mujeres de las niñas, de las adolescentes en nuestro país y del mundo entero…
Ni una menos queremos que aparezca en los titulares de periódicos víctima de feminicidio…
Ni una menos a manos del odio, de la desigualdad, de la perversión, de la muerte.
Ni una más en bolsas de basura…
Ni una más vencida por manos asesinas.
Ni una menos de nosotras se quedó fuera de nuestro pequeño movimiento en la escuela …
estamos unidas, nos sumamos para que se respete nuestro cuerpo y por haber nacido mujeres.
¡Nunca más, ni una menos!”
“Las mujeres de mi escuela decidimos alzar la voz y generar un movimiento interno. Llenamos tres paredes de nuestra escuela con carteles que decían nuestras malas experiencias, frases feministas. Hablamos desde un megáfono, con pequeños discursos que decían nuestros puntos de vista hacia el feminismo y el feminicidio. Que ya no queremos ni una más asesinada, ni una menos que no llegue a su casa”, cuenta Rebeca.
Como en la escuela Sierra Nevada, en la secundaria y preparatoria Logos las mujeres protestaron hace un año. Durante esas protestas Nur conoció el feminismo:
“Antes estaba en Logos. En tercero de secundaria hicimos (un) paro y pasaron muchas cosas, (como) denuncias a maestros. Fue cuando me metí bien (al feminismo)”, recuerda Nur, estudiante del Instituto Luis Vives.
Nur estudia la prepa junto con Andrea y Gabriela. Se consideran feministas. ¿Cómo llegó el feminismo a sus vidas?
“En la escuela. Aquí fue cuando dije “soy feminista”. Generalmente hacemos muchas pláticas de eso. Hacemos debates y ahí descubrí que soy 100 por ciento feminista”, contesta Gabriela.
Para Andrea, su casa fue el espacio donde conoció el feminismo:
“Yo lo he conocido de toda la vida porque es algo que en mi casa siempre me han inculcado pero justo ahora me he metido más en el tema pero siempre me criaron diciéndome que soy libre”, responde la adolescente.
Accionando desde sus espacios y a sus formas
Las tres jóvenes cuentan que no se quedan calladas. Alzar la voz es una de sus formas de accionar:
“Intento nunca guardarme nada y siempre decir las cosas que pienso. Respetando a la otra persona, porque no todos pensamos igual, pero ya toda la banda que se junta conmigo sabe que no puede decir un chiste machista. Ya no voy a aguantar más machismos y con mis amigas haré lo posible para que todas se sientan seguras, se quieran y tengan buena autoestima. Pequeñas acciones diarias de apoyo y dejándole muy claro a la banda que conmigo machistas no pueden ser” explica Andrea.
Nur menciona los espacios en casa:
“Es muy importante enfrentarse a la autoridad. Al Estado en las marchas pero también puede ser a veces muy difícil enfrentarse a la familia, a tus papás, a tus tíos, tías. Es muy complicado pero se tiene que hacer. No porque sean tu familia les vas a pasar estas cosas porque el cambio es para todos sobre todos. Igual con amigos… “un chistesito” sigue siendo el chiste machista que victimiza a la mujer, que pone como objeto a una mujer, sigue siendo un chiste que perpetúa esas cosas, aunque a ellos les parezca chiquitas no lo son”.
Para otras adolescentes, como Azul, que estudia en el Instituto Politécnico, el feminismo la unió a otras mujeres:
“Hace poco, estaba en un salón reunida con 50 chicas organizando los pormenores de los tendederos en el Politécnico y se sintió diferente. Al estudiar ingeniería, hay algunas de mis clases donde todavía soy la única mujer. Debo admitir que me siento bastante cómoda entre hombres. Ese día, reunida con las 50 chicas, una de ellas hizo una broma y todas nos reímos. Ese sutil detalle me hizo sentir en complicidad, en hermandad, con mujeres. Una situación completamente diferente y dije wow, qué bonito es esto del feminismo”, recuerda.
Azul es parte del grupo de mujeres que en el Politécnico realizan acciones feministas. Pero desde un espacio más personal, ella igual habla con sus compañeros:
“Participo activamente en el grupo feminista de mi escuela que es el que se encarga de colocar mantas, dar conferencias en la escuela, pláticas, traer gente que nos hable con perspectiva de género pero creo que donde yo más impacto es al hablar y compartir las ideas del feminismo (en mi salón). Explicar por qué son importantes. El viernes que estuvo el tendedero en la escuela, había muchas denuncias donde aparecían capturas de pantalla de conversaciones de chavos que acosaban o profesores. Uno de mis compañeros me dijo “Leí una y me pareció que no estaba acosando, que solo estaba intentando ligar”, le digo, bueno, te voy a explicar la razón por la cual eso está mal: porque la chica ya le había dicho que no y él seguía insistiendo. Es ahí cuando creo que puedo cambiar la mentalidad de alguno de mis compañeros. Y creo que es la manera en la que poco a poco uno va sembrando la semilla del feminismo”, explica la estudiante.
Viendo al futuro
Quince adolescentes respondieron cuatro preguntas, sobre el futuro, sobre quiénes quieren ser, sobre el feminismo y sobre la violencia contra la mujer en México.
Sobre el feminismo:
“¿Qué es el feminismo para mí? Es apoyarnos entre nosotras, tenernos paciencia, tenernos amor y no darnos la espalda entre nosotras. Porque si entre mujeres no nos apoyamos, quién nos va a apoyar, porque no podemos esperar a que llegue cualquier otra persona y nos apoye”.
Misha.
“Es el movimiento social por parte de las mujeres exigiendo derechos igualitarios a los hombres. También busca erradicar la violencia.. Las feministas existen desde hace mucho. Mi abuela era una de ellas, pero yo era muy chica para comprender todo eso. Aparte la violencia no era tan masiva. Yo no comprendí ni me uní al movimiento hasta que empecé a darme cuenta de todo el acoso y la inseguridad que viven las mujeres al día a día”.
Mariana.
Sobre el futuro:
“Me imagino en 20 años siendo una mujer libre, independiente, que pueda salir a la calle sin ninguna inseguridad”.
Fernanda
“Me veo con hijos pero no sé si con esposo”.
Azul Carreto.
“Me imagino con un departamento para mí sola, con mascotas, con una carrera terminada y con una situación económica estable”.
Estudiante del CECIT
Sobre México y la violencia contra la mujer.
“Tengo esperanza de que sí, gracias a todos estos movimientos. Espero en verdad que se acabe”.
Anahí Roche
“Si quienes nos gobiernan siguen sin hacer cambios en las penas de los feminicidios, si no hay un cambio en cómo se expresan de las mujeres, si el “NO” sigue siendo un “Si” para los hombres, el país seguirá igual”.
Rebeca Cantú Lomeli
“Me es difícil creer en un futuro donde no exista una lucha de géneros. Confieso que contradigo mis propios pensamientos al decir que deseo que el nivel de conciencia crezca, ganando la lucha y consiguiendo igualdad”.
Raidné Tapia
“Hasta que no nos dejen de ver como objetos sino como persona, y hasta que dejen de creer que no pasa y abran los ojos y vean que sí pasa, esto no se va a detener. Esto no se va a detener, tampoco se van a detener nuestros gritos”.
Misha