Por su independencia. Es un medio que ha elegido la audacia de ser independiente de todo tipo de poderes; por su compromiso por buscar la verdad, por su perspectiva de género, por su visión desde las resistencias y por su alianza estratégica con medios semejantes
Por Víctor M. Quintana S.
Después de una tregua con mis sufridos lectores decidí volver a escribir mis artículos desde el año pasado. Quiero aclarar que esta decisión no tuvo que ver con algún efecto colateral de la pandemia porque creo difícil que para estas ocurrencias se vaya a inventar una vacuna.
En esos días mi querida amiga y valiosa periodista, Josefina Martinez, me sugirió que pidiera un espacio a este medio, La Verdad de Juárez. Debo admitir que no conocía este medio, pero al enterarme que lo dirige alguien de la talla profesional y ética de Rocío Gallegos y que tiene entre sus reporteras, reporteros y articulistas, personas que tienen todo mi respeto, me animé a solicitarle a nuestra directora un espacio quincenal. Confieso que no he cumplido como se debe con el espacio que generosamente se me concedió. Sin embargo, cada día qué pasa, me felicito más de haber decidido ser colaborador de La Verdad de Juárez.
Mis razones para apostarle a La Verdad son, entre otras:
- Su independencia. Es un medio que ha elegido la audacia de ser independiente de todo tipo de poderes, menos el de la verdad misma. Y se hace cargo de las consecuencias que esto le traiga. Es triste reconocer que un medio que no se arrodilla y no busca complacer ningún poder sude la gota gorda cada fin de mes.
- Su compromiso por buscar la verdad. En el imperio de las fake news y de las notas de contentillo, La Verdad no busca lo fácil, lo espectacular. A través de un minucioso trabajo del periodismo de investigación, busca los datos, confronta, no se presta al expediente facilón de algunas columnas políticas, versión periodística del “mátenlos, después viriguan”.
- Su perspectiva de género. La Verdad es un medio dirigido por una mujer, elaborado por varias talentosas periodistas. Eso de por si no bastaría si no tuviesen una verdadera perspectiva de género en sus trabajos, en la manera de abordar los reportajes, incluso en la selección de temas de los mismos. Muchos de ellos son enfocados desde la exclusión, la violencia y la opresión que sufren las mujeres en nuestra sociedad.
- Su visión desde las resistencias. La Verdad no privilegia la óptica desde el poder, desde quienes detentan los poderes económicos, políticos y simbólicos de nuestra sociedad. Busca la perspectiva desde abajo, desde quienes sufren la exclusión de esos poderes. Y, sobre todo, desde las diferentes resistencias a ellos: movimientos, construcción de alternativas, protestas, críticas muchas veces sofocadas por los medios predominantes. En muchos sentidos es una crónica de la cotidianeidad del sufrimiento social y también del día a día de las diferentes luchas.
- Su alianza estratégica con medios semejantes. La Verdad de Juárez no es un poderoso trust de medios, propiedad de un magnate de la comunicación. Forma parte de una red muy interesante de medios locales y regionales con las mismas características, la Alianza de Medios de la Red Periodistas de a Pie, conformados y operados por verdaderas y verdaderos jornaleros de la talacha periodística. Se trata de 14 medios que trabajan en 9 entidades de la República, y que desarrollan su labor en condiciones de alto riesgo, precisamente por su compromiso con las causas de la gente, con su crítica valiente a los poderes y su indomable compromiso con la independencia, la justicia y la verdad. En el estado de Chihuahua, además de La Verdad de Juárez, tenemos el orgullo de contar con Raíchali, de la capital del estado.
Por todo esto y por mucho más le apuesto a La Verdad de Juárez y a todos estos medios y le agradezco el privilegio de ser su lector y remiso colaborador.
