Denuncian que cientos de familias carecen de agua en sus hogares, especialistas expusieron un panorama desalentador, el agua potable para el consumo de la región, tanto para uso humano, como agrícola, se está agotando
Por Martín Orquiz / La Verdad
Ciudad Juárez- El escenario del primer conversatorio, El Derecho Humano al Agua: Retos y Desafíos en Chihuahua, se tornó en una arena donde vecinos de colonias que carecen del servicio reclamaron que su acceso a ese elemento es restringido o nulo, mientras que activistas exigieron que se realicen las acciones necesarias para que la corriente del río Bravo regrese y proteger su caudal de forma legal.
Ante diputados federales e investigadores académicos, que participaron como oradores, María Obdulia Morales Morato, una vecina de la colonia Bello Horizonte que se ubica al norponiente de Ciudad Juárez, se levantó del andador que le sirve -al mismo tiempo- de silla, para increpar a los expositores.
“También nosotros tenemos derecho al agua”, les espetó.
Con un tono de voz pausado y buscando las palabras adecuadas, hizo de su conocimiento que son cientos las familias que habitan en aquel sector las que enfrentan la carencia del recurso natural.
“Nosotros también queremos bañarnos, queremos estar limpios, queremos tomar agua limpia”, mencionó luego de disculparse por no tener un lenguaje educado para explicarse, hecho que le ganó el aplauso de los asistentes al auditorio de la Dirección de Protección Civil del Municipio, sede del evento.
Silvia Méndez, del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, intervino para reclamar, también, el derecho al agua de las familias que viven en colonias con precariedades.
Mencionó que, al no contar con el servicio de agua potable en las casas, la vida de las personas se trastorna.
“Sin agua… no nos podríamos haber bañado, ni podríamos haber llegado a este evento, no podríamos haber desayunado, no podríamos, pues, hacer nuestra vida diaria, cotidiana”, explicó.
Pidió a los funcionarios y legisladores presentes ser más sensibles con las personas que viven esta situación.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo que “primero los pobres”; entonces, también en este derecho, primero los pobres, añadió.
Méndez, al igual que otros asistentes, indicó que quiere ver agua correr por el río Bravo, como ocurría hace años: “yo nací en Ciudad Juárez, en una colonia histórica, que es la colonia Paso del Norte, enfrentito del Río Bravo y desde niña vi correr el agua en el río … los juarenses queremos volver a ver correr el agua en el río Bravo”.
Exigió a los funcionarios y diputados ponerse las pilas para provocar que el agua corra, tanto por el río como por las casas de la frontera.
La exposición de los participantes en el evento, no arrojó información alentadora, ya que urgieron a que se tomen medidas preventivas y correctivas para alargar la existencia de agua potable para el consumo de la región, tanto para uso humano, como agrícola.
La mesa 1 del conversatorio, Impactos del Cambio Climático sobre el Agua, estuvo a cargo de la investigadora del Departamento de Estudios Urbanos del Medio Ambiente del Colegio de la Frontera Norte, Ana Córdova y Vázquez; participó también, a través de un video, Damián López Peña, del Colectivo la Defensa del Río Bravo.
Córdova y Vázquez expuso que, en la frontera, se tiene como límite el 2030 para realizar cambios drásticos, esos 8 años son críticos para consumir menos energía, tener más forestación, usar fuentes de energía renovables y cambiar hábitos de consumo.
Factores que se enfrentarán, si se continúa sin actuar, incluyen más calor, menos agua, más demanda de agua, lluvias torrenciales con daños y incremento de costos.
La investigadora propuso como estrategias para alcanzar un balance hídrico positivo reducir la extracción de agua, reducir las pérdidas en la red, reuso de agua tratada, uso directo de agua de lluvia y para riego de áreas verdes y eficientizar el uso del recurso.
López Peña, de entrada, lanzó la pregunta: “¿cómo podemos tener nosotros los humanos, las humanas, derecho al agua, si nuestros sistemas, a los cuales pertenecemos, no tienen ese mismo derecho?”
Explicó que un ecosistema es un conjunto de especies que interaccionan entre sí y también con su entorno en un área determinada, donde esa relación es compleja y el producto de todas estas especies con su entorno derivan o producen el equilibrio que presenta el ecosistema desértico, en el caso específico de Ciudad Juárez.
La ecología, continuó, es la rama de la biología que estudia las interacciones que hay entre los organismos vivos y con su entorno; es decir, es la biología de los ecosistemas, por lo tanto es muy importante no equivocarse cuando se quiere mencionar que una actividad humana es más o es menos ecológica que otra porque es un error.
Afirmó que los ecosistemas también deben tener ese derecho, porque las y los humanos son una especie más dentro de ese ecosistema, interactuando con otras especies y con su entorno, conformado por el agua, la luz del sol, el aire, los cerros, las rocas, etcétera.
“Si nosotros nos posicionamos y nos sentimos parte de un ecosistema, entonces creo que podemos estar dentro de la jugada para poder abordar la problemática de manera más adecuada”, expresó.
Reconocer el derecho del entorno ecológico fue precisamente el tema que expuso Janet Terrazas, del Frente para la Defensa del Río Bravo, quien asistió como público al evento.
“Otro tema que me gustaría poner sobre la mesa, es el de que el río Bravo sea considerado sujeto de derecho, eso quiere decir que tenga los mismos derechos que un ser humano, el libre flujo y que se le protegen sus derechos como río, como organismo”, mencionó.
Por ahora, indicó, no hay mucha información sobre cómo implementar leyes que protejan a los ecosistemas para que sean sujetos de derecho, al menos en México, porque todavía no hay ni cuerpos de agua, ni ríos, bajo ese concepto.
“El tema del agua nos está llevando a todos a un punto bien crítico, siento que tenemos que ir pasos todavía más al futuro”, indicó.
Otro tema que se trató fue Sostenibilidad en la Frontera: Retos entre México y Estados Unidos, con la participación de Jorge Arturo Salas Plata Mendoza, académico adscrito al Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y Agustín Boone González, director del área de operación de la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (CILA).
Otra de las mesas de trabajo fue El Agua como Derecho Humano en Chihuahua y los Retos de Distribución en Ciudad Juárez, expuesto por Alejandra Icela Martínez Rodríguez, subdirectora general de administración de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y Gustavo Córdoba Bojórquez, integrante del Departamento de Estudios Urbanos y Medio Ambiente.
En la mesa 4 se trató el tema Ley General de Aguas, Pendientes Históricos, con la participación del diputado federal, Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento, además de la diputada, Andrea Chávez Treviño, coordinadora de comunicación del Grupo Parlamentario de Morena en la LXV Legislatura, quien también fue la organizadora del conversatorio.
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