La lucha actual de las mujeres iraníes es el reflejo del sentir de millones de mujeres que están en contra de los diversos tipos de opresión y de imposiciones sobre sus cuerpos.
Por María Teresa Juárez
Twitter: @tuyteresa
El 13 de septiembre de 2022, Masha Amini fue detenida por la policía islámica, conocida popularmente como la “policía moral”, en Teherán, Irán. Este acontecimiento fue el punto de inflexión de un movimiento que se ha cocinado durante años: la protesta social de varios sectores y la lucha de las mujeres por recuperar sus derechos.
¿Quién era Masha Amini?
Masha era una joven de 22 años de origen kurdo, fue arrestada el 13 de septiembre del año 2022 en Teherán por usar “inapropiadamente” el hiyab de acuerdo con la versión de la policía religiosa islámica conocida oficialmente como Patrullas de Orientación.
La detención arbitraria derivaría en un conflicto mayor, para el 16 de septiembre sería declarada muerta por las autoridades debido a un “repentino” ataque al corazón. Informes médicos independientes afirman que Masha murió a causa de traumatismo por golpes y no por un fallo cardiaco “repentino”, como afirman las autoridades iraníes.
La muerte de Masha abrió un sinnúmero de aristas que ha derivado en la protesta social, sin embargo, es la respuesta a décadas de opresión, además de una profunda crisis económica y política en aquel país.
Masha se encontraba de visita en Teherán cuando fue arrestada por la patrulla de orientación islámica, conocida popularmente como “patrulla de la moral” en Irán. Es detenida porque “no estaba usando correctamente” el hiyab, se trata de una variante del velo islámico, un pañuelo que cubre en su totalidad el cabello y deja al descubierto la cara.
Mi cabello, un rehén del gobierno
Una de las figuras emblemáticas del movimiento por las libertades y los derechos de las mujeres, es Masih Alinejad, periodista y escritora iraní, exiliada en Estados Unidos.
En el año 1994 fue arrestada por distribuir información crítica al régimen, durante los años posteriores trabajó como periodista hasta su exilio en el año 2014.
Luego de varios años de lucha y resistencia crea: My Stealthy Freedom o Mi Libertad Sigilosa, un sitio donde invita a las mujeres -que así lo decidieran- a pubicar fotos con sus cabelleras al descubierto.
Durante una entrevista para un medio internacional, Masih Alinejad contó que durante mucho tiempo sintió que su cabello había sido rehén del régimen. Se trata de un símbolo de libertad para mujeres, quienes con esta Libertad Sigilosa han expresado un sentimiento compartido y una posición política.
“Mi problema no es tener que usar el velo, mi problema es que sea mi única opción”, escribe una de las mujeres que ha publicado una foto con su cabello libre del hiyab.
¿Es el velo una forma de identidad o un instrumento de opresión?
Hay mujeres que no se oponen a portar el hiyab, sin embargo, su uso debe ser una decisión personal y no una imposición. En este punto hay que prestar atención a las diversas expresiones de los feminismos y los movimientos de mujeres en el mundo islámico, de otra manera corremos el riesgo de leer el uso del hiyab con una mirada occidental.
En muchos países europeos las mujeres usan las variantes de esta prenda como una forma identitaria ante la islamofobia y el colonialismo europeo. No obstante, pensadoras del mundo islámico han afirmado que es importante dejar de ver el el tema en blanco y negro para observar las distintas posiciones político-filosóficas en torno al velo.
Son las mujeres islámicas quienes tienen la autoridad para manifestar todas las expresiones en torno a este debate público. Y desde estos lares, nos toca escuchar y aprender de las múltiples manifestaciones de los movimientos de mujeres en el siglo veintiuno.
Opresiones de Oriente y Occidente… no es solo el velo
Hasta ahora, voces de todo el mundo se han pronunciado ante la opresión del estado islámico. Sin embargo, la regulación de la vida y el cuerpo de las mujeres no es exclusiva de este régimen.
Hay en el mundo occidental múltiples opresiones como la supremacía blanca y delgada, la obligatoriedad de la heterosexualidad o la imposibilidad del derecho a decidir sobre la vida reproductiva, por citar algunos ejemplos.
La muerte de Masha Amaní ha sido la punta del iceberg de la crisis económica, política y cultural en Irán. Luego de su muerte, la represión en aquel país, ha cobrado la vida de 90 víctimas. Durante estas cuatro semanas, miles de personas han salido a las calles a manifestarse contra el régimen.
Hemos atestiguado la notable presencia de niñas y adolescentes rebelándose activamente contra el uso obligatorio del hiyab en Irán, imágenes que han dado la vuelta al mundo y desvelan nuevas posibilidades para ellas. Presenciamos un movimiento que se ha gestado durante años y ahora da frutos.
Vale recomendar ampliamente una de las obras maestras del cine: Persépolis de Marjane Satrapi, una biografía de los tiempos más cruentos del régimen totalitario del Ayatola Jomeini. Persépolis cuenta la historia de una niña chispeante: Marjie.
La historia se sitúa a finales de los años setenta, con la transición que pone fin al régimen del Sha de Irán Persia para dar paso al régimen de Ruhollah Chuchaso, conocido mediáticamente como Ayatolá Jomeini.
Persépolis da cuenta de las transformaciones de un régimen y de una época a través de la mirada de una niña divertida, curiosas y rebelde. Temas como la religión, la sexualidad, la condición de las mujeres y el exilio, están presentes en este gran filme.
Marjane Satrapi nos regala un relato autobiográfico que da cuenta de encuentros clandestinos donde se daban cita jóvenes que encontraban en la fiesta un espacio de libertad sexual y política.
Persépolis cuenta la vida de una pequeña, pero al mismo tiempo, de muchas niñas y jóvenes que durante décadas se han rebelado a un régimen opresor.
La lucha actual de las mujeres iraníes es el reflejo del sentir de millones de mujeres que están en contra de los diversos tipos de opresión y de imposiciones sobre sus cuerpos.