Mujeres

El 8M entre dos bandos y un objetivo común: erradicar la violencia machista




marzo 7, 2023
Marcha del 8M 2022 en Ciudad Juárez. Fotografía: Rey R.Jauregui / Archivo La Verdad

Las feministas caminarán por separado este 8 de marzo, fecha para el que convocaron a diferentes manifestaciones y marchas con base a diferencias ideológicas; aquí te contamos las acciones de protesta y denuncias que llevarán a cabo en el marco del Día Internacional de las Mujeres

Por Verónica Martínez / La Verdad

Ciudad Juárez– Por segundo año consecutivo en Ciudad Juárez, colectivas feministas organizan de forma separada diferentes manifestaciones y marchas en el marco del Día Internacional de la Mujer. El distanciamiento responde a diferencias ideológicas sobre el sexo con el que se nace y la identidad de género.

Tanto las colectivas radicales como transincluyentes buscan pronunciarse a favor de los derechos de la mujer y en denuncia de las violencias patriarcales, pero debido a diferencias ideológicas las agrupaciones de mujeres buscan no integrarse y manifestarse en espacios separados.

“Lo que vemos en el estado de Chihuahua es algo que se ha venido replicando en distintos estados de la república que se han visto obligados a hacer movilizaciones separadas. Es decir, dividir las movilizaciones y multiplicar los esfuerzos para plantear posicionamientos políticos distintos”, comenta Mariela Castro, politóloga y activista por los derechos de las mujeres en Chihuahua.

Estas diferencias entre las agrupaciones muestran que el feminismo no es una masa homogénea y es una ideología que da espacio a diferentes posicionamientos, dice Castro. Diferentes convocatorias al 8M en México incluyen marchas que son mixtas e incluyentes, así como marchas separatistas que niegan completamente la participación de varones y personas trans.

Caminar por separado

Marcha del 8M 2022 en Ciudad Juárez. Fotografía: Rey R.Jauregui / Archivo La Verdad

Las feministas caminarán en separado este 8 de marzo, pero con un objetivo común: la lucha contra la violencia machista.

En Juárez se tienen contempladas tres marchas. Una el sábado 4 de marzo por la colectiva transincluyente Cielo Morado, con el objetivo de exigir justicia por las víctimas de feminicidio y dando acompañamiento a los familiares, que inicia en la colonia Villas de Salvárcar hacia la Fiscalía Especializada de la Mujer en la calle Durango.

También organizada por Cielo Morado y las colectivas Pan y Rosas Ciudad Juárez, Cizaña Trashumante, Hijas de su Maquilera Madre y Mujeres del Movimiento Contra la Militarización han convocado a una marcha mixta y transincluyente, que parte de las letras de Ciudad Juárez frente al MUREF hacía el Puente Internacional Paso del Norte el miércoles 8 de marzo.

A finales de enero, la agrupación de colectivas radicales Mujeres Organizadas Ciudad Juárez convocaron a una marcha que finalizaría en la Cruz de Clavos al pie del Puente Internacional Paso del Norte. Esta convocatoria fue cancelada por las mismas colectivas radicales.

“Hacemos pública la cancelación de una marcha separatista que propusimos a inicios de este año como parte de una postura crítica y política ante el panorama regional y nacional, soltamos la organización pública, debido a situaciones personales que nos rebasaron, pero no soltaremos la organización interna”, expuso la colectiva Mujeres Organizadas Ciudad Juárez en una publicación de redes sociales.

“A las mujeres que se llaman a sí mismas transincluyentes o no binarias o parte de la comunidad GBTQ, les deseamos un pronto despertar, que la dignidad y la rabia no las abandonen”.

A raíz de esta cancelación, las colectivas Juárez Feminista, Colectiva Libre Feminista y Amoradas JRZ convocaron a una marcha separatista con punto de encuentro en Plaza Juárez Mall para marchar hacía el Campo Algodonero también el día 8 de marzo.

En la ciudad de Chihuahua se organiza un contingente que marcha de forma conjunta, pero en la Plaza del Ángel habrá dos mítines políticos en el que cada facción discutirá su posicionamiento. Aún así, ambos contingentes buscan extender denuncias al gobierno estatal y municipal en cuanto a las condiciones de seguridad de las mujeres chihuahuenses.

Castro menciona que el tener diferencias y cuestionar las prácticas y posicionamientos políticos es parte de un sistema democrático.

“A mí me parece que es un ejercicio muy sano políticamente el que podamos diferir”, dice Castro. “Aunque bien podemos tener una base ideológica medianamente compartida y que tenemos un piso político del cual partimos todas, tenemos distintas praxis y que hay disenso en la forma de formular el feminismo dependiendo de dónde estemos paradas”.

Considerando el caso del estado de Chihuahua que tiene un gobierno de derecha conservador, Castro también piensa que mostrar un movimiento fracturado puede facilitar la descalificación del movimiento.

“Que el feminismo sea un movimiento que tenga profundos disensos a mí me parece que no tiene nada de malo”, dice Castro. “Pero esto sí da herramientas a quienes de manera permanente han cuestionado al movimiento”.

Separatistas e incluyentes

El feminismo como movimiento tiene dos posicionamientos base, los cuales son la permanente denuncia contra el feminicidio y reconocer los diferentes tipos de violencias que se continúan ejerciendo y descalificar el mito de que los hombres y las mujeres viven igualitariamente.

La principal diferencia entre estas dos ramas es que el feminismo transicluyente busca incorporar a las personas transgénero y de género no binario al movimiento. Las feministas incluyentes buscan erradicar la violencia patriarcal y afirman que esta violencia puede afectar tanto a mujeres cis género como a todas las personas.

“Creemos que la lucha contra el sistema capitalista y patriarcal debe ser de la mano con la comunidad LGBTTTIQ+, pues México es de los países con índices más altos de transfeminicidios y crímenes de odio”, expusieron las colectivas incluyentes durante una rueda de prensa para anunciar sus actividades en conmemoración del 8M.

Las integrantes de las colectivas mencionaron que en las marchas debe de haber un espacio tanto para los familiares de víctimas de feminicidio que son varones, así como de hombres transgénero que durante su infancia llegaron a sufrir el acoso reconociendo el contexto de ser mujer. También afirman que las mujeres trans no solo son violentadas si no que en el día a día son oprimidas e invalidadas en su identidad de género.

La colectiva Pan y Rosas también busca incluir la perspectiva de clase afirmando que la opresión patriarcal también viene de un sistema capitalista que también afecta a hombres obreros que sufren de explotación laboral.

“Es muy importante que pensemos en la clase obrera a la que pertenecemos muchos y muchas, pero particularmente los familiares de víctimas tanto de feminicidio como de desaparición forzada porque sabemos que en Ciudad Juárez es un tema recurrente y es un fenómeno social que se necesita atender y se necesita visibilizar”, dijo una de las integrantes.

Por su lado, las colectivas radicales en Ciudad Juárez han expuesto que su activismo se basa en el feminismo separatista sosteniendo que no hay igualdad entre hombres y mujeres ya que existe una jerarquía que posiciona al varón por encima de la mujer precarizada por su sexo. Bajo la lógica separatista, la opresión que aflige a las mujeres está basada en la sexualización y opresión del cuerpo femenino.

“Nosotras consideramos que el feminismo es una lucha por la liberación de las niñas y las mujeres. Esto significa que somos herederas de la lucha histórica de las oprimidas, de las que al nacer con vulva, el sistema patriarcal las somete y enjuicia incluso desde conocer el sexo de la cría aun dentro del vientre de la madre”, expone la colectiva Mujeres Organizadas Ciudad Juárez.

Uno de los puntos del feminismo separatista que resiste la inclusión de personas trans y de género no binario es el temor al borrado de mujeres. Esto quiere decir que la sustitución de la categoría de sexo por identidad de género convierte la definición de mujer en algo subjetivo y cuya opresión puede llegar a ser invalidada. Sobre todo, el feminismo radical busca darle a las mujeres, niñas y adolescentes los espacios que se han sido negados por el machismo y la misoginia.

Castro menciona que esta división en ramas del feminismo no es algo nuevo ya que es un movimiento que lleva décadas en lucha. Mientras en la primera ola, fueron las mujeres blancas que buscaron excluir a las mujeres negras del movimiento sufragista, en los años sesenta se marcó una clara división entre el feminismo socialista, radical y liberal.

“Hoy nos enfrentamos con algo similar con que son las mujeres trans las que no solamente están siendo cuestionadas como parte del movimiento, sino también como una amenaza”, dice Castro.

Además de acusar al feminismo separatista como una ideología que viola los derechos de las personas transgénero, el feminismo transincluyente considera al separatismo como una rama “blanqueada”, es decir, que viene influenciada por mujeres privilegiadas en los aspectos económicos y raciales.

A su vez, el feminismo separatista acusa al transincluyente de permitir la entrada a posibles agresores a un movimiento que busca generar espacios seguros para mujeres.

La exclusión de personas trans en espacios feministas tiene como bases diversos “pánicos morales”, explico Siobhan Guerrero, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estos temores pueden llegar a ser muy cercanos a los ideales de la ultraderecha en contra de las identidades de género disidentes.

Este pánico moral, menciona Guerrero, posiciona narrativas que presentan a las personas trans como una amenaza para las mujeres. Esta ideología de feministas radicales transexcluyentes se ha presentado en México desde el 2017 pero fue durante la pandemia, con el encierro, una crisis de violencia y un estado inactivo a resolver esta problemática que se generaron las condiciones para que este posicionamiento avanzara.

“Hubo una sensación de que todo el aparato que ha estado combatiendo la desigualdad de género de alguna manera esta desmoronándose”, dice Guerrero. “Yo creo que eso alimentó la idea de que había que responder a esta amenaza y dio lugar a que varias feministas se organizaran y dijeran ‘tenemos que rescatar los logros que hemos obtenido’”.

Guerrero considera estas diferencias entre ideológicas como una fractura en el movimiento que han causado tensiones, pero reconoce que ambas son parte del movimiento feminista.

En favor del feminismo transincluyente, Guerrero considera que la inclusión de diferentes experiencias, como de la comunidad LGBTQI+ e identidades disidentes, pueden enriquecer al movimiento feminista.

“La gente asume que los derechos son como un pastel y que si tú te comes un pedazo queda menos para los demás”, explica Guerrero. “Los derechos humanos no funcionan como un juego de suma cero; al contrario, la idea es que cuando se avanza en los derechos de un grupo eso nos fortalece a todos y todas porque así más personas pueden participar en la ciudadanía”.

laverdadjz@gmail.com

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