Migración

“Nos quieren regresar a México”: migrantes alertan de maniobras militares desde el muro fronterizo




mayo 10, 2023

Personas migrantes apostadas frente a la puerta 40 del muro fronterizo denunciaron la noche de este 9 de mayo que soldados de Texas las pretenden desalojar y regresarlos a Ciudad Juárez, ‘por las buenas o por las malas’

Por Verónica Martínez / La Verdad
(con información de Vianey Alderete y Rocío Gallegos)

Ciudad Juárez- Al caer la noche, la esperanza de los migrantes que llevan días acampando al pie de la puerta 40 del muro fronterizo de Estados Unidos, con la intención de ingresar a El Paso, Texas, se desvaneció con el despliegue “de militares” que se acercaron al lugar con la intención “de empujarlos de regreso a México” por el río Bravo.

“Nos están desalojando por motivos de deportación. Los militares nos dicen que tenemos 30 minutos para salir de la puerta 40 por las buenas o por las malas”, dijo una mujer venezolana de 30 años que pidió no ser identificada y permanece en este campamento al otro lado del río Bravo en territorio estadounidense. 

“No sabemos qué hacer. Aquí hay embarazadas, niños y niñas no sabemos qué hacer necesitamos ayuda”, afirmó la mujer desesperada la noche de este martes a través de mensajes grabados enviados por celular. En Texas el límite internacional entre Estados Unidos y México se encuentra justo a la mitad de este caudal.

Los migrantes de distintas nacionalidades reportaban que al lugar llegaron “militares” para pedirles a gritos que desalojaran el lugar, que regresaran al lado mexicano para dirigirse a un puente internacional, que por ahí va ser la entrada, que ahí los estaban procesando.

Desde este lado de la frontera se apreciaban a hombres armados que portaban un uniforme tipo militar similar al de la Guardia Nacional de Texas, que se transportaban en camionetas de color blanco. Desde el 20 de diciembre, elementos de la Guardia Nacional se mantuvieron apostados en el bordo del río Bravo en El Paso, para cerrarle el paso al flujo masivo de migrantes con la instalación de alambre de púas.

Video: Rey R. Jauregui / La Verdad

A través de gritos o mensajes enviados desde sus celulares, las personas migrantes denunciaron que “los militares” les decían que tenían órdenes de dispararles y si se quedaban los iban a detener. Pedían la presencia de organismos de ayuda humanitaria.

“Nos dicen que nos vayamos por el lado de México, que si no salíamos nos iban a sacar a la fuerza”, dijo uno de ellos al narrar la situación que enfrentan a unas horas del final de las expulsiones rápidas en la frontera bajo Título 42, este 11 de mayo.

Los migrantes se comenzaron a congregar en ese punto de la frontera de El Paso con Ciudad Juárez desde los primeros días de mayo, permanecen ahí a la intemperie día y noche a la espera de que se les abran la puerta para ingresar a Estados Unidos, entregarse a la Patrulla Fronteriza y solicitar asilo. No se tiene un dato exacto de la cantidad de personas en el lugar, pero fue en aumento conforme se acerca el fin del Título 42; otros se encuentran apostados a unos 2.5 kilómetros, a la altura de la puerta 42.

La tarde de lunes, las personas comenzaron a formarse en tres filas y a deshacerse de sus pertenencias, ropa, mochilas y cobijas, luego de que agentes fronterizos estadounidenses les pidieron alistarse porque los iban a dejar cruzar el muro, sin embargo, fue hasta la mañana del martes cuando algunas de ellas comenzaron a ser recibidas por la Patrulla Fronteriza en El Paso. Al ver la presencia de unidades de los agentes migratorios, las personas comenzaron a gritar “llegaron los buses”.

De acuerdo con testimonios y lo que se pudo observar desde este lado de la frontera, pasaron unas 10 familias con niños, por la noche fueron movilizadas las mujeres que viajan solas. Se pudo escuchar a los agentes migratorios dar instrucciones a los migrantes donde les indicaron que luego iban a regresar por más personas, sin decir a dónde serían trasladados. 

Pero los que llegaron fueron “militares”.

Fotografía: Rey R. Jauregui / La Verdad

El campamento se encuentra a la altura de la intersección de la avenida Francisco Villarreal Torres y el bulevar Cuatro Siglos en esta ciudad.  Al asomarse por el bordo fronterizo se puede apreciar a lo lejos una larga fila de personas esperando poder ser atendidos en la puerta de acceso del muro con el marcador número 40. 

La Guardia Nacional texana había colocado un cerco con alambre de púas que se extiende justo por la orilla del caudal del río delimitando el territorio estadounidense. Personas migrantes cortaron una sección de ese alambrado para cruzar y asentarse frente al muro fronterizo, por donde cientos han sido recibidos a través de las distintas puertas de la estructura metálica que Estados Unidos instaló en su frontera con México.

Alrededor de las 7 de la tarde fuerzas militares reforzaron este alambre de púas bloqueando el paso en dirección oeste por la franja fronteriza. Un convoy de alrededor de siete vehículos no oficiales permaneció en esta área. 

El lunes el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el despliegue de fuerzas militares en la frontera, incluyendo El Paso. Dos unidades con cientos de miembros entrenados salieron el lunes del aeropuerto internacional Austin-Bergstrom.

La llamada Fuerza Fronteriza Táctica tiene el objetivo de “ayudar a interceptar y repeler grandes grupos de migrantes que intentan entrar a Texas de forma ilegal”, en preparación al final del Título 42, dijo Abbott. Sin embargo, no se pudo confirmar si elementos de este grupo de élite de la Guardia Nacional texana son los que buscaron el desalojo del campamento.

Los migrantes reportaron que los militares les indicaron despejar esta área e irse a territorio mexicano para dirigirse a la puerta de acceso 32, ubicada en el área cercana al Monumento a la Mexicanidad, o dirigirse a algún puente internacional.

“No nos dan información concreta del porqué nos quieren evacuar, solo dicen que es por las buenas o por las malas”, detalló una mujer venezolana en comunicación telefónica con el equipo de La Verdad. “(La puerta 32) ya está cerrada porque ya fuimos un grupo. Solo queremos y pedimos una solución para todos los que estamos acá”.

Fotografías: Rey R. Jauregui / La Verdad

Desde el otro lado de la frontera, las personas migrantes reportaron que las fuerzas militares les advirtieron que si no desalojan esa área, como se les indicaba, tenían órdenes de retirarlos con uso de fuerza.

“Nos dijeron que si buscábamos problemas tenían órdenes de dispararnos y nos dijeron que si nos quedamos ahí nos iban agarrar y llevar presos”, dijo un hombre de Venezuela de 28 años que pidió no ser identificado con su nombre por temor a represalias durante su trámite de asilo.

El venezolano junto con su esposa, hijos y otra pareja decidieron tomar en serio estas amenazas y retirarse del campamento, cruzó el río de regreso a México. Ya llevaban seis días en espera frente al muro. Dijeron que consideraban pagar por algún hotel o dirigirse a algún albergue para pasar la noche, luego decidirán qué harán.

Fotografía: Rey R. Jauregui / La Verdad

Otros hicieron caso omiso a esas supuestas amenazas. Félix, un migrante de Venezuela, de 45 años, mencionó que les habían dado hasta las ocho de la noche para retirarse antes de usar gas lacrimógeno. Sin embargo, el hombre se mantenía firme en su decisión de esperar a las puertas del muro para entrar a El Paso.

“Nosotros tenemos la fe de que vamos a cruzar, no de manera ilegal, que nos regularice para trabajar y ayudar a mi familia (que está en Venezuela). En mi país cada día la situación se puso muy difícil”, dijo Félix.

Ante los amagos y amenazas de los militares para que retornaran a la frontera mexicana, los migrantes se pusieron de rodillas para orar y cantar alabanzas, mientras un grupo de ellos se dirigió directamente a los periodistas que se mantenían al tanto de la situación desde Ciudad Juárez para pedir ayuda y la presencia de organizaciones de derechos humanos.

Sin embargo,  al lugar no llegaron representantes de organizaciones internacionales o de sociedad civil para presenciar y documentar el trato militar que se les daba a las personas migrantes.

“Estamos de rodillas para que no nos saquen. Nos quieren sacar a la fuerza, entonces que sea lo que Dios quiera”, dijo.

“¡Quieren que nos marchemos! ¡Nos quieren sacar”, exclamaron desde el otro lado del río. “¡Llamen a los derechos humanos!”.

En esos momentos se vio la presencia de dos unidades de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal circulando por el bordo del río, pero no se detuvieron en el lugar.

Un migrante que se identificó como M. Parra mencionó que él lleva en este campamento desde el lunes primero de mayo. Agentes de la Patrulla Fronteriza habían estado permitiendo la entrada a personas por esta puerta de acceso, pero precisamente ese día fue que frenaron estos procesos, reportan migrantes que, como Parra, llevaban ahí días en el lugar.

Fotografías: Rey R. Jauregui / La Verdad

En varias ocasiones se les indicó que iniciarán los procesos de procesamiento y por esta razón debían de tirar sus pertenencias como carpas, cartones, cobijas y comida, pero al ver que pasaban las horas y cayó la noche, los migrantes  volvieron por ellas a los contenedores donde las habían desechado. 

“Nos tienen engañados y hoy nos quieren sacar”, dijo Parra. “Que si no salimos nos quieren sacar a la fuerza. Nos dicen que nos van a pasar, qué esperamos”.

A un poco más de 2 kilómetros y medio, en la puerta de acceso número 42, se encuentra otro campamento migrante donde se estima hay más de 300 personas. Así como en la puerta 40, los migrantes permanecen a la intemperie, con temperaturas que durante esta temporada del año superan los 30 grados centígrados durante el día y por la noche descienden a una mínima de 16 grados, como se registró este martes.

Este campamento se encuentra a la altura del Centro de Convenciones Las Anitas en la ciudad. Ahí también se ha generado una fila pero en esta área no se cuenta con un acceso rápido a tiendas en donde puedan comprar agua o alimentos.

Mientras cientos de personas permanecen en estas concentraciones en el caudal del río, entre una autopista de alta velocidad y el muro fronterizo, los albergues en la ciudad se han mantenido con espacios disponibles. El gobierno municipal informó este lunes que el albergue ubicado en el Gimnasio Municipal Enrique ‘Kiki’ Romero solo estaba ocupado en un 15 al 20 por ciento.

La red de albergues Somos Uno por Juárez, conformada por 17 refugios de sociedad civil e iglesias, tiene una capacidad de mil 570 personas. Actualmente se encuentran operando al 60 por ciento de su capacidad, dijo el presidente de la red, el pastor Miguel González.

“La mayoría de los que llegan a la ciudad se van directo al muro, no busca un albergue”, dijo el pastor detallando que en las últimas tres semanas también han visto una salida significativa de personas de estos espacios humanitarios para dirigirse al muro.

González mencionó que como espacios humanitarios también se están preparando para un repunte en expulsiones o deportaciones a esta ciudad que potencialmente podría saturar de nuevo los albergues.

laverdadjz@gmail.com

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