Opinión

Dos elementos urbanos para humanizar la ciudad




noviembre 9, 2023

El parque y la biblioteca son elementos centrales para las comunidades y pueden colaborar a crear una ciudad más humana. ¿Cuánto dinero se le invierte anualmente para crear una ciudad que sea disfrutable y no sólo una ciudad para trabajar-dormir?

Por Alma Rodríguez

Ciudad Juárez- Puede parecer obvio plantear que las ciudades existen para vivir en ellas, pero con vivir me refiero a tener una experiencia amplia de lo que es la vida y de aquello que le permite a los seres humanos desarrollarse integralmente: desde satisfacer sus necesidades básicas y de estabilidad como techo, salud, vestido y sustento –lo cual se consigue en mayor o menor medida trabajando–; pero también incluye el poder establecer y mantener relaciones interpersonales profundas y sólidas, ya sean familiares o de otro ámbito; además, el tener la posibilidad de aprender o recrearse teniendo algún pasatiempo cultural, musical, deportivo o simplemente el estar en posibilidad de entrar en contacto con espacios donde haya naturaleza o se le permita a la persona el descanso y la realización de actividades lúdicas con cierta frecuencia.

Es duro darse cuenta de que este concepto de vivir en una ciudad, actualmente se vuelve muy difícil de alcanzar para gran parte de la población, los cuales se ven impedidos -mayormente por condiciones estructurales y de rezago- a vivir la ciudad en su sentido amplio, limitándose únicamente a sobrevivir en ella, o en otras palabras, a vivir para subsistir. Esta falta de acceso a las condiciones y a la infraestructura que dan soporte a las actividades arriba descritas -las cuales son complemento e ingrediente importante para el desarrollo humano integral- se convierten en un ancla que impide o al menos dificultan la salida de muchas familias de la pobreza.

Históricamente en la ciudad tenemos rezago en muchos temas, sin embargo, ahora solo me centraré en dos de ellos por el potencial que tienen de ser generadores de desarrollo y de humanizar la ciudad. Decía Cicerón en su famosa frase: Si tienes un jardín y una biblioteca cerca, tienes todo lo que necesitas. Evidentemente, Cicerón hablaba de esta segunda categoría de necesidades, que, aunque no son las básicas para sustentar la vida humana como comer, dormir y tener un refugio, si lo son para tener una vida más plena. Traducidos al lenguaje urbanístico mencionaremos brevemente la situación general del espacio público y de una de las tipologías del equipamiento cultural: La Biblioteca Pública.

El espacio público, se dice que es el articulador de la ciudad y fundamental para un tejido social fuerte, sin embargo, es una de las mayores debilidades de Ciudad Juárez. La predominante actividad económica industrial y lo que le rodea, sumada a la poca inversión y nulo mantenimiento de estos espacios, ha generado décadas de rezago. Hablando únicamente de los parques, el proyecto de actualización del Plan de Desarrollo urbano (PDUS), nos da un dato interesante pero alarmante: una tercera parte de los parques existentes en la ciudad se encuentran en malas condiciones, es decir, sin equipamiento, vegetación o elementos que permitan darle un uso, o en los perores casos, son solo baldíos. Esta tercera parte, suma alrededor de 1300 espacios en condiciones que los vuelven inutilizables. Cabe mencionar que la mayoría de estos espacios se encuentran, además, en las áreas de mayor vulnerabilidad como es la zona suroriente… ¿En dónde juegan los niños? ¿En dónde se reúnen los vecinos?.

Por otra parte, el rezago en equipamiento cultural de la ciudad es amplio y su localización enfatiza el rezago, pues casi todo él, se encuentra en la zona norte de la ciudad. Los déficits en equipamientos como el cultural, pero también en el educativo, de salud, etc. usualmente se calcula en base a unidades básicas propuestas por el sistema SEDESOL, la mayoría consistentes en la capacidad de atención de personas, es decir, cantidad de sillas, camas, etc. Sin embargo, este criterio data de los 90s, lo cual lo vuelve obsoleto pues además no considera la accesibilidad y la distancia desde las viviendas a dichos espacios, lo que en la práctica es determinante para que una persona pueda hacer uso de él o no.

En el caso particular de las bibliotecas públicas, existe una red de alrededor de 30 Bibliotecas Públicas para el centro de población, tanto en el PDUS como en los registros en línea del Municipio existe muy poca información respecto a las condiciones reales de estos espacios, sin embargo, observando el mapa de su distribución, podemos dar cuenta inmediatamente de la insuficiencia de ese número de espacios dada la extensión territorial de la ciudad, de nueva cuenta, hablando de la cercanía a la población, la cantidad de personas que pueden acceder a alguna de ellas de manera rápida y fácil, reduce la capacidad de aprovechamiento de las mismas.

La Biblioteca Pública, si se entiende como un nodo comunitario y flexible, tiene un potencial muy grande como concentrador de la vida de un barrio. Desde ser centro de tareas, fuente de información para niños, jóvenes y adultos, lugar de entretenimiento de adultos mayores, centro de reuniones de comités vecinales, etc.  En otros países, la biblioteca pública ya no solo oferta libros físicos, sino también materiales audiovisuales, discos de música, películas, documentales, además de los espacios propicios para que jóvenes y niños realicen tareas, si es que en casa no existe el espacio o las condiciones.

El parque y la biblioteca son elementos centrales para las comunidades y pueden colaborar a crear una ciudad más humana. ¿Cuánto dinero se le invierte anualmente para crear una ciudad que sea disfrutable y no sólo una ciudad para trabajar-dormir?

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