¿Y la justicia para Fátima?
sábado, mayo 11, 2024
Cinco policías estatales fueron acusados por desaparición forzada y el homicidio de Fátima Guadalupe López y su novio. La Fiscalía de Chihuahua solo detuvo a dos de ellos y un Tribunal consideró que se no acreditó la culpabilidad de los agentes detenidos en el caso de la mujer, por lo que solo los encontró culpables de secuestro del hombre. ¿Quién falló?
Por Blanca Carmona / La Verdad Juárez
Ciudad Juárez- Un Tribunal de Enjuiciamiento absolvió a los dos policías estatales señalados como presuntos responsables de asesinar a Fátima Guadalupe López, al considerar que las pruebas presentadas por la Fiscalía estatal fueron insuficientes para acreditar su culpabilidad.
Fátima, quien tenía 18 años, desapareció el 27 de diciembre del 2020 junto con su novio Irving Adolfo Zaragoza Ruiz. Diecisiete días después, el 13 de enero de 2021, se localizó el cadáver de ella, tirado sobre un camino de terracería de la colonia Senderos de San Isidro.
Las investigaciones oficiales establecieron que Fátima fue asfixiada por un grupo de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE).
Sin embargo, solo fueron detenidos dos de ellos, Jacobo Eulogio C.L., y Marco Antonio G.G., y el pasado 3 de mayo un Tribunal de Enjuiciamiento los absolvió del delito cometido presuntamente en contra de Fátima. Solo los encontró culpables del secuestro de Irving.
La familia de Fátima expresó su pesar por el fallo, consideró que no se hizo justicia y denunció que en el caso hubo una serie de irregularidades por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE), tanto en la integración de la carpeta como en el proceso de judicialización.
Entre las irregularidades, dijeron, está que la investigación fue incompleta; que los agentes no fueron acusados de homicidio ni de feminicidio sino de secuestro en contra de Fátima e Irving, que no se agotó la búsqueda de un testigo clave, para que declarara ante los jueces, y el hecho de que solo han sido detenidos y sujetos a juicio dos de los cinco sospechosos, entre otras fallas.
“Estoy acongojado por el hecho de que en el caso de Fátima no la tomaron como un secuestro. No hubo justicia. El temor sigue, porque siguen tres policías prófugos, porque no se sabe qué va a pasar con ellos, el temor en la familia sigue”, dijo uno de los familiares de la mujer, quien pidió la reserva de su identidad por miedo a sufrir represalias.
Los expolicías que siguen prófugos, son Juan Manuel de la C.Z.; Jesús Martín R.G.; y Luis Édgar Z. P.
La familia de Fátima indicó que desde hace meses no se les da información respecto a si continúa o no la búsqueda de estos exservidores públicos,
“He solicitado informes de quién tiene el seguimiento de las órdenes de aprehensión, sigo a la espera de esa información desde octubre del año pasado, esperando que proporcione esa información. No sé quién es el comandante, ni si realmente se está haciendo una búsqueda, pueda ser que por ser servidores públicos de la Policía haya un encubrimiento, es así como yo lo veo, no me han proporcionado esa información y es cansado estar solicitando informes e informes y no me den respuesta”, dijo el entrevistado.
Las órdenes de aprehensión en contra de los entonces policías se emitieron en enero del 2021. Meses después fueron detenidos Jacobo Eulogio y Marco Antonio, el primero de ellos en julio del 2022 y Marco Antonio en agosto del mismo año.
A pesar de los meses transcurridos entre la fecha que se emitieron las órdenes de arresto y el momento en que fueron detenidos los ahora sentenciados, el Ministerio Público (MP) no cambió la clasificación jurídica que estaba en las órdenes –se acusaba por el delito de secuestro–. Las órdenes de arresto se emitieron cuando todavía no se localizaban los cuerpos de la pareja.
Esta situación impidió que los policías estatales enfrentarán cargos por feminicidio respecto a Fátima.
Hasta el 27 de febrero del presente año, el MP pretendió formular cargos por feminicidio en contra de Jacobo Eulogio y Marco Antonio, pero el juez de Control, Antonio Coss Araujo, rechazó vincularlos a proceso penal por ese ilícito.
El juzgador sobreseyó esos ilícitos al considerar que están subsumidos o incluidos en el delito de secuestro agravado.
Desde que los dos sospechosos fueron detenidos la familia de Fátima solicitó que fueran acusados del delito de feminicidio.
“¿Por qué judicializaron el feminicidio hasta febrero y antes de comenzar el juicio?, cuando estas personas tenían casi dos años detenidos, en ese lapso de tiempo se pudo haber hecho algo, y no se hizo”, dijo el familiar de Fátima.
Cuando el Ministerio Público acusó a los detenidos por feminicidio, especificó que la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM) consideraba que se trata de un homicidio por razones de género debido a que Fátima Guadalupe presentó signos de violencia sexual y antes o después a la privación de la vida, presuntamente le infligieron lesiones, mutilaciones u otro acto que atentó contra su dignidad humana.
En la acusación rechazada, la FEM también documentó que el delito fue cometido por servidores públicos que se aprovecharon de su cargo; que los delitos presuntamente se cometieron en grupo, es decir, que participaron dos o más personas; que Fátima fue incomunicada y que su cadáver fue ocultado.
50 años de cárcel por secuestro de Irving
El mismo Tribunal que emitió un fallo condenatorio en contra los policías Jacobo Eulogio C. L., y Marco Antonio G.G., los encontró culpables del secuestro de Irving,
Por ese delito, los jueces sentenciaron a Jacobo Eulogio y Marco Antonio a 50 años de cárcel, al pago de una multa equivalente a 8 mil Unidades de Medida y Actualización (UMAS), aproximadamente 864 mil pesos, y al pago de la reparación del daño, monto que deberá determinar un juez de Ejecución de Penas cuando la sentencia quedé firme.
El cuerpo de Irving permaneció en el Servicio Médico Forense (Semefo) durante varios meses a pesar de que su familia lo buscaba y las autoridades estatales tenían conocimiento de ello.
Juicio oral a puerta cerrada
De acuerdo con la acusación formulada por el Ministerio Público (MP) adscrito a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua y presentada al Tribunal de Enjuiciamiento, la noche del 27 de diciembre del 2020 Fátima Guadalupe fue privada de su libertad.
Presuntamente policías Juan Manuel de la C.Z., Jesús Martín R.G., Luis Édgar Z.P., Marco Antonio G.G., y Jacobo Eulogio C.L., la obligaron a subir a un auto cuando ella se encontraba al exterior de una tienda de autoservicio ubicada en la calle Henequén a la altura del número 1038 en la colonia Las Montañas.
El MP señaló que los agentes la secuestraron para que les dijera dónde se encontraba Irving Adolfo Zaragoza Ruiz, pues uno de los elementos quería vengar el homicidio de su hermano y consideraba a Irving y a Fátima responsables, pues ella había sido novia del hermano del policía.
El MP también estableció que en la misma fecha y después de haber secuestrado a Fátima, los policías –quienes en esos momentos eran agentes en activo– secuestraron a Irving.
Los elementos portaban los uniformes, armas, aditamentos, insignias y vehículos oficiales cuando irrumpieron en una casa ubicada en la calle Montes Apalaches número 1046 en la colonia Las Montañas.
En ese domicilio los policías encontraron a Irving, así como a otros dos hombres, Brayan Q.G., y Rafael H., a estas dos últimas personas los agentes los maniataron con tape y horas más tarde los consignaron a la Fiscalía General de la República (FGR) acusados de portación de armas de fuego y posesión de droga.
Mientras que a Irving lo golpearon y lo subieron a un vehículo oficial y no nadie volvió a verlo con vida.
“Amagan con armas y privan de la libertad a Irving Adolfo Zaragoza Ruiz, además de enteipar a Brayan Q.G., y a Rafael H., para luego en dicho domicilio, Juan Manuel de la C.Z., (policía) golpea a Irving y lo trasladó en un vehículo oficial, sin que hasta este momento se conozca su paradero”, se indica en parte del escrito de acusación al que tuvo acceso La Verdad.
Al juicio fue llevado Brayan Q.G. Él narró que varios policías y un civil irrumpieron en la casa y preguntaron quién era Irving, luego lo llevaron al baño para torturarlo y a él y a Rafael los golpearon.
Además, Brayan dijo que pudo ver los rostros de los agentes cuando lo consignaron a la Fiscalía General de la República (FGR), porque se quitaron las capuchas.
Como prueba se incorporó al juicio la sentencia emitida en el fuero federal en contra de Brayan, que corresponde a la carpeta de investigación FED/CHIH/JUA/0002580/2020 y a los hechos que les atribuyeron los policías estatales que presuntamente los secuestraron y mataron a Fátima e Irving.
El testigo que no fue llevado al juicio es Rafael H., considerado un testigo clave pues presenció los hechos.
“No sé si buscaron o no, es un testigo clave, solo dijeron que lo buscaron, pero no dijeron dónde lo buscaron”, señaló el familiar de Fátima.
El MP presentó al Tribunal el informe de los geoposicionadores de las unidades número 858 y 859, presuntamente utilizadas por los entonces policías y las sábanas telefónicas o historial de las llamadas de los teléfonos de los agentes.
Además, se exhibió el video de la tienda de conveniencia de donde presuntamente fue privada de la libertad Fátima.
Sin pruebas en el caso de Fátima
Un funcionario judicial dijo que el MP no presentó pruebas para acreditar que los policías secuestraron a Fátima.
En el video de la tienda de conveniencia ubicada en la colonia Las Montañas, de donde dijo el MP que Fátima Guadalupe fue privada de la libertad, no se observa a los policías.
En las imágenes sólo se ve cuando ella entra a la tienda a las 20:16 horas, el momento en que compra unos artículos, cuando envía mensajes, y cuando sale a las 20:27, señaló el funcionario judicial.
Respecto a la declaración de Brayan Q.G., se indicó que él únicamente escuchó que un policía dijo que traían a la “puerca” y pensó que podría tratarse de Fátima, pero nunca la vio.
Brayan también estableció que él y Rafael H., fueron subidos a un vehículo y más tarde consignados e Irving y la otra persona fueron llevados en otro vehículo.
“No había nada para acreditar una responsabilidad a los policías, es complicado. Se tiene que investigar más, por ejemplo, dónde quedó el teléfono de Fátima, dónde la privaron de la libertad”, señaló el funcionario judicial consultado.
Los teléfonos de los policías no se investigaron de forma completa, ni el rol del servicio y tampoco se confirmó que hubieran conducido las unidades 858 y 859, solo se quedaron con la declaración de Brayan.
El GPS de las unidades, se informó al Tribunal, que solo registró el encendido y apagado de los vehículos, por lo que si los elementos estuvieron en la tienda de conveniencia es posible que no hubieran apagado el motor.
El juicio oral en contra de los dos policías se realizó a puerta cerrada, pues los jueces Arnulfo Arellanes, Rosa María Baylón y Félix Aurelio Guerra, aprobaron la petición presentada por el MP de que las audiencias fueran privadas.
Personal de Comunicación Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Chihuahua indicó que solo se permitiría la entrada de reporteros a la audiencia de lectura de sentencia. Pero esa diligencia no se realizó, los jueces aprobaron que se dispensara la lectura.
Dos familiares de Fátima también se presentaron al juicio oral, uno de ellos indicó que narrar todo implicó prácticamente vivir nuevamente el doloroso proceso de la búsqueda, la localización del cuerpo y remover el dolor de la ausencia.
“Me preguntaron cómo fueron los hechos, qué fue lo que viví. Si fue recordar todo lo que pasó, desde las investigaciones, cómo la encontré, en qué condiciones, cómo supe que era ella, es difícil volver a narrar, si es complicado… me sentí como si hubiera tenido que volver a pasar todo, para narrarlo, no siento que haya sanado… un defensor hizo mucho énfasis en que, si la había identificado por la ropa”, dijo la persona entrevistada.
La familia lamentó haber tenido que revivir todo, para al final recibir un fallo absolutorio.
“No pienso que hayan valorado mal (las pruebas), siento que faltó poner atención a los detalles, faltó más investigación, más atención al caso. Es cierto, estuvo muy difícil (el juicio)”, agregó.