Elecciones 2024

Votar en una elección presidencial en dos países




mayo 30, 2024
Fotografía: Corrie Boudreaux / Archivo El Paso Matters

Ciudadanos mexicanos con doble nacionalidad tienen el derecho de participar en la elección de presidentes en México y en Estados Unidos, un proceso que este 2024 transcurre de manera simultánea en ambos países, ¿qué impacto político tiene su decisión?

Por Verónica Martínez y Raúl Flores / La Verdad Juárez

Ciudad Juárez– Hilda Sotelo nació en México, pero luego se mudo de país y ahora también es una ciudadana naturalizada en Estados Unidos, por lo que este año, por su doble nacionalidad, podrá votar en la elección presidencial en los dos países.

“Soy transfronteriza. Yo he vivido años en Juárez, tengo familiares en Juárez y acá en El Paso también”, dice la académica universitaria y escritora. “Se los dos idiomas, tengo la doble ciudadanía y últimamente se me ha dado por estar más en Estados Unidos”.

Sotelo recuerda que desde el 2012 cruza la frontera de El Paso, Texas  a Ciudad Juárez, Chihuahua, para ejercer su voto en México cada año electoral. Ahora podrá sufragar en las elecciones presidenciales de dos países, como potencialmente lo podrán hacer millones de nacidos en México que viven y cuentan con la ciudadanía estadounidense.

Así como también lo podrán hacer los nacidos en Estados Unidos que cuentan con la ciudadanía mexicana. Este es el caso de Levi Pereda y de los hermanos Alejandro, de 20 años, y Karime Orquiz, de 23 años, quienes comparten la dinámica fronteriza de ir y venir constantemente en los dos países, por cuestiones familiares, de estudios o trabajo.

“Siento que si es muy importante que nosotros como jóvenes empecemos a pensar en la política porque las elecciones que tendremos ahorita formarán el futuro que vamos a vivir más adelante y quiero que tengamos mejores oportunidades”, dice Karime que este año tendrá la oportunidad de votar para elegir presidente en México y Estados Unidos.

“Viviendo en los dos países, cualquiera de los dos mandatos me afecta”, agrega la mujer que nació en Texas, y vive entre El Paso y Ciudad Juárez desde hace unos años decidió estudiar en Estados Unidos.

Como ellos y ellas, potencialmente millones de personas con la doble nacionalidad, mexicana y estadounidense, podrán votar este 2 de junio para elegir presidente en México y también tendrán participación en el proceso que culmina el 5 de noviembre en Estados Unidos. Este sector de la población tiene la posibilidad de incidir en el proceso electoral de dos países cuyas políticas en temas migratorios, de comercio exterior y de seguridad pública están cada vez más ligadas.

Las elecciones presidenciales en México y Estados Unidos coinciden cada 12 años, las mexicanas se llevan a cabo cada seis años, mientras que las estadounidenses cada cuatro años.

La simultaneidad de ambas elecciones hace que los procesos electorales se politicen aún más, comparte Victor Alejandro Espinoza, investigador en ciencias políticas y actual presidente del Colegio de la Frontera Norte.

“Los que se interesan por lo que sucede en la elección de Estados Unidos son los mismos que se van a interesar por lo que sucede en la elección mexicana”, dice Espinoza.

“Yo creo que por ahí se irá incrementando el interés en algunos sectores porque pues están viendo que la relación es importante entre ambos países. Para aquellos en Estados Unidos o en México, las elecciones tienen un impacto en la vida en ambos países”, agrega. 

Espinoza comparte que hay pocos datos sobre esta población con doble nacionalidad y es difícil aún definir su tamaño e impacto político, pero puede ser muy comparable con la población mexicana que vota desde el extranjero.

Esta población que tiene la oportunidad de ejercer su voto en ambos países ven este derecho como un privilegio doble pero también una doble responsabilidad, explica.

“Soy de la idea de que las democracias se hacen desde ejercer el voto. La política es parte de nuestro diario vivir y dependemos de todas estas decisiones los ciudadanos de ambos países”, dice Sotelo, quien se ha involucrado en movimientos políticos de partidos mexicanos en El Paso.

En general, los votantes que participarán en las elecciones presidenciales de ambos países consideran que ejercer su voto es un derecho que tienen en ambos países.

Doble nacionalidad, dos votos

Desde 1998, la Ley de Nacionalidad de México permite al mexicano contar con más de una nacionalidad. Se estima que en las comunidades fronterizas de México la población con doble nacionalidad es muy alta, dice Espinoza, pero es un dato incierto pues muchas personas lo han adquirido por el proceso de naturalización o al haber nacido en Estados Unidos y teniendo por lo menos un padre o madre de nacionalidad mexicana.

“Hasta 1998 era un dato oculto en virtud de que no se reconocía la doble nacionalidad en México”, comenta el académico. “Sobre todo porque se perdía la doble nacionalidad y en ese año se legisló la ley para no perder la nacionalidad. No conocemos, el dato es una investigación que hay que realizar”.

Cifras del censo de Estados Unidos indican que en el 2022 alrededor de 24.4 millones de personas en ese país eran nacidas en el extranjero y contaban con la ciudadanía a través del proceso de naturalización. Aunque estas cifras no están divididas por nacionalidad, estiman que el 44 por ciento son de origen hispano o latino.

En México, cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) señalan que la mayoría de las personas residentes en México nacidas en otro país son de Estados Unidos. Baja California es el estado con más residentes nacidos en Estados Unidos seguido por Chihuahua.

El gobierno de Chihuahua reportó que la oficina de Registro Civil logró entregar más de 50 mil actas a través del programa “Soy México” desde el 2016 –año en que inició el programa– hasta el 2021. En el 2023 se entregaron más de 15 mil actas. El programa binacional ofrece gestionar actas de nacionalidad para personas nacidas en Estados Unidos que son hijos de padres mexicanos.

Actas de doble nacionalidad otorgadas en el programa “Soy México” en Chihuahua

AñoNúmero de actas
20166,407
201710,000
20193,227
202125,000
202315,000

Fuente: Registro Civil del Gobierno de Chihuahua

Aún con la poca investigación y conocimiento que hay sobre la creciente población con doble nacionalidad, Espinoza y otros investigadores en ciencias políticas consideran que este segmento de la población entre México y Estados Unidos es similar y comparable a la del mexicano que vota desde el extranjero.

“Mi hipótesis es que los mexicanos de doble nacionalidad que votan en Estados Unidos son los que también votan en la elección de México. Hay un grado de conocimiento y de convicción por participar en ambas elecciones”, dijo.

Sin embargo, el impacto político que pueden tener estas poblaciones, el mexicano con doble nacionalidad y el que vota desde el extranjero, es poca aún pues el número de votos en comparación con el padrón electoral en México y la cantidad de mexicanos que viven en Estados Unidos es sumamente bajo.

El Instituto Nacional Electoral (INE) reportó que para el ejercicio electoral 2023-2024 el padrón electoral rebasó los 100 millones de ciudadanos registrados. Cifras de la Secretaría de Gobernación y la SRE señalan que en el 2024 hay 227 mil 112 mexicanos en el extranjero con derecho a votar.

“Estamos hablando de un universo que es de millones tanto del padrón electoral en México como del mexicano que vive en Estados Unidos”, afirma Espinoza. “Entonces el grado de participación del mexicano en el extranjero es bajo todavía muy bajo”.

Derechos políticos de los transfronterizos

La conexión entre México y Estados Unidos es evidente con residentes que viven su día a día en ambos lados de la frontera. Algunos cruzan de forma diaria para ir a la escuela, de compras o al trabajo, y otros los fines de semana para visitar a familiares o con fines de recreación.

Así ha sido la vida de Sotelo por más de cinco décadas. Su historia migratoria inicia con su abuelo y su padre quienes formaron parte del programa Bracero y continuó con ella naciendo en México y terminando su proceso de naturalización en los noventas.

Sotelo estudió hasta la licenciatura en Ciudad Juárez y continuó con sus estudios de posgrado en El Paso. Ella ha vivido en ambos lados de la frontera y describe su dinámica fronteriza como “caminar y cruzar” con naturalidad.

Ahora que trabaja en la Universidad de Texas en El Paso vive más tiempo en los Estados Unidos pero aún mantiene sus actividades comunitarias, culturales y activistas en Juárez.

De una manera similar ha transcurrido la vida de Levi Pereda que nació en El Paso, pero siempre que le preguntan de dónde es contesta que de Juárez. Él vivió en esta ciudad durante la mayor parte de su vida, y empezó a trabajar en El Paso desde que estaba en la preparatoria.

Al empezar sus estudios universitarios en Texas experimentó lo que él refiere como “la vida de la frontera” que consiste en el “ir y venir, ir y venir”.

Al terminar su maestría se mudo a Houston, donde vivió durante ocho años. Actualmente lleva dos años de regreso en la frontera –ahora viviendo en El Paso, donde tiene un trabajo remoto–. Su estilo de vida se divide equitativamente entre ambas ciudades, ya que su familia le ayuda cuidando a su hija mientras él trabaja.

Modalidades del voto en México desde el extranjero

Fuente: INE

Pereda se siente emocionalmente identificado con su nacionalidad mexicana, dice. Sin embargo, le da cierta importancia a su lado estadounidense ya que el sustento económico de su familia viene de ahí.

“Pienso yo que mi estabilidad económica está más ligada a las elecciones de Estados Unidos, pero en cuanto a importancia yo creo que les doy el mismo valor a las dos”, dijo.

Los hermanos Alejandro y Karime Orquiz también comparten esta dinámica fronteriza de ir y venir constantemente en los dos países. Ambos viven en Ciudad Juárez pero trabajan en Estados Unidos.

Alejandro, un estudiante de psicología en una universidad en Juárez, solo cruza a Estados Unidos los fines de semana, pues trabaja allá en restaurantes para pagar sus estudios y cubrir gastos personales. Para el joven de 20 años esta será la primera vez que vota en alguna elección de México.

Su hermana mayor, Karime, estudia y trabaja en Estados Unidos, por lo que gran parte de la semana está en El Paso y regresa los fines de semana a Juárez. La vida social y laboral de los hermanos se divide en dos, dividiéndose en ambas ciudades fronterizas.

Ella ya ha votado en elecciones presidenciales en México, en el 2018, y en Estados Unidos en el 2020, pero este es el primer año en el que para la joven de 23 años coinciden dos elecciones presidenciales en ambos países.

“Yo viviendo en los dos países, cualquiera de los dos mandatos me afecta”, afirma.

Para otros fronterizos que nacieron y viven en Estados Unidos, su conexión con México viene más con los lazos familiares. Daniel Ordoñez nació en El Paso, pero creció en México y se identifica como mexicano. Vivió por dos años en Kingsville, Texas, y ahora ya lleva dos años viviendo en su ciudad natal.

Ahora que vuelve a vivir en la frontera, llega a cruzar a Juárez una vez cada una o dos semanas a visitar amistades o una cita médica ocasional. Su relación con ambos países no es “ni blanco ni negro” dijo Daniel. Hay cosas que le gustan de Estados Unidos y otras que no, igual para México.

Como fronterizo con doble nacionalidad tiene esa opción vivir en México o Estados Unidos, pero también la responsabilidad de participar en elecciones en ambos lados de la frontera.

Ordóñez siente más relevancia por la elección mexicana solo por el hecho de que toda su familia y la de su esposa viven en Ciudad Juárez.

Voto entre dos opciones

En la elección federal de México este 2 de junio, los ciudadanos podrán elegir presidente entre Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia” (Morena-PT-PVEM); Xóchitl Gálvez, de la Coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI y PRD), y Jorge Álvarez Máynez, del Movimiento Ciudadano.

Además se elegirán cargos para el Senado, para la cámara de diputados, gobernadores y alcaldías.

Para el cinco de noviembre, los votantes en Estados Unidos podrán elegir entre dos candidatos, por el partido Demócrata, Joe Biden y Marianne Williamson, un candidato por el partido Republicano, Donald Trump. Además estarán en las boletas electorales cuatro candidatos independientes, el activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr., el profesor y activista progresista Cornel West, la médica y activista Jill Stein y el activista político Chase Oliver.

En general, los votantes que participarán en las elecciones presidenciales de ambos países consideran que ejercer el voto es un deber, pero consideran que los candidatos mexicanos y estadounidenses no cumplen con sus expectativas.

Ninguno de los cuatro candidatos principales, tanto Donald Trump y Joe Biden, como Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, cumplen con lo que a Pereda le gustaría ver de un candidato presidencial. En su caso, dijo que se trata de votar “por el menos peor”.

Para Ordoñez las elecciones estadounidenses son “un caos”. La edad de los dos candidatos junto con las controversias en las que han estado envueltos hace que considere a la elección como “mediocre” para un país con tantos millones de personas.

En cuanto a la elección mexicana, considera que las candidatas punteras en las preferencias son buenas, aunque no comparte la ideología de los partidos que representan. Dijo que se inclina un poco más por la candidata Xóchitl Gálvez.

Karime dice que en el 2018, su voto en México se basó más en la información que recibió de su familia. Para estas elecciones piensa que debe investigar más sobre los candidatos y elegir basada en lo que le parece “más sensato”.

Ella describe sus inclinaciones políticas como “un tanto liberales” en ambos países. Considerando lo que sabe de los candidatos piensa que la candidata ganadora en México será Sheinbaum, pero también ha notado que las personas de su generación se están inclinando por Maynez por lo que cree que debe investigar más sobre sus propuestas.

Para las elecciones en Estados Unidos considera que la elección es más difícil aún, pero tienen como referente dos candidatos que van por la reelección y puede imaginar que esperar.

“Para mi Trump, no quiero decir que fue mal presidente, pero vimos mucho descontento social. Hubo cosas buenas como reducciones de impuestos y más oportunidades para nuevos empresarios, pero por Trump no pienso votar y más por la situación que vivimos antes y no es algo a lo que yo quisiera volver”, afirma.

Karime está considerando votar por alguno de los candidatos independientes, sin embargo sabe que estos no llegan a ganar las elecciones. “Allá eligen demócrata o republicano. No hay de otra”, dice.

Su hermano Alejandro dice solo está considerando votar en las elecciones de México este año, pues para él la política estadounidense le parece “ajena”.

“Siento que me afecta más directamente lo que suceda en México, que lo que pasa en Estados Unidos”, comenta. “Creo que ejercer el derecho de votar es esencial en términos sociales, pero al no conocer lo que es la política estadounidense prefiero abstenerme”.

Para Alejandro el sistema del colegio electoral en Estados Unidos le parece intimidante y confuso de entender.

“Son dos mundos completamente diferentes”, señala Alejandro. “En Estados Unidos votas por una persona que va a velar y votar por tus intereses. Aquí (en México) es tu voto crudo. Votas por un candidato y ese es tu voto”.

En Estados Unidos, a diferencia de cualquier otro país democrático, el voto popular no determina quién será el próximo presidente—se utiliza un sistema que llaman el “colegio electoral”.

Cuando un ciudadano estadounidense vota por un candidato presidencial, en realidad está votando por quién va a votar el estado donde viven. Cada estado tiene un número de “representantes de la casa” que depende del número de gente que vive en el estado. Es decir, los estados con mayor población tienen más representantes en el congreso.

Para Pereda, por este mismo sistema le parece que la democracia estadounidense es una “falacia” donde el ciudadano escoge entre “demócrata o republicano” cuando en realidad el sistema del colegio electoral convierte el voto popular en algo obsoleto.

Sotelo también considera que el proceso electoral en Estados Unidos es muy complejo comparado con el de México que es más lógico con un voto popular. La académica de El Paso también considera las diferentes dinámicas que surgen con el sistema electoral, pues cada estado tiene un peso de presentación diferente.

“El Paso históricamente ha votado demócrata pero no representa los ideales del resto del estado que es de los más republicanos”, comentó sobre el colegio electoral en el que Texas, por el número de representantes y senadores que tiene en el congreso, aporta 40 votos siendo el mayor elector por el partido rojo y el segundo estado con más impacto electoral.

“Es más complejo de entender y en México no. Hay un voto y como va a la urna aparece en el tablero”, explica.

Para ella, ejercer su voto ha sido muy importante y considera un gran logro que Andres Manuel López Obrador llegara a ser el actual presidente de México. Por este hecho, Sotelo piensa que cumplió con un deber cívico en México basada en sus intereses sociales.

“Ahorita pienso que mi voto va a tener más impacto en Estados Unidos. Siento que en México participe en lo que tenía que participar y ahora me toca acá”, dice. “Este país va en declive completamente y es el que me está dando trabajo. A lo mejor va a ser más importante mi participación en estas elecciones en (Estados Unidos)”.

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