ACTUALIZACIÓN: Un tribunal de enjuiciamiento sentenció a 379 años tres meses y 10 días de cárcel a los cuatro hombres encontrados culpables de intentar asesinar a siete agentes municipales y al jefe policiaco el pasado 11 de agosto del 2022. Solo uno de los detenidos quedó absuelto por este caso que las autoridades aún mantienen en la impunidad la muerte de 11 personas
Por Blanca Carmona / La Verdad Juárez
Ciudad Juárez– Con una votación dividida, cuatro de los cinco hombres detenidos y señalados como responsables de un ataque armado en contra de policías municipales sucedido tras la reyerta en el Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3 del 11 de agosto del 2022, el llamado jueves negro, fueron encontradas culpables de los delitos de homicidio en grado de tentativa y daños en perjuicio del Gobierno Municipal.
Uno de los detenidos, José Antonio L.E., fue declarado inocente pues se acreditó que él era conductor de servicios a través de dos plataformas digitales, y cuando fue arrestado solo trasladaba a uno de los hombres ahora encontrados culpables.
Este fallo se dictó este 15 de julio por un Tribunal de Enjuiciamiento en la ciudad. Dos de los tres jueces que lo integraron, Carlos Alberto Martínez Beltrán y Rigoberto Isaías Flores Gómez, determinaron que en el juicio oral se probó que Víctor Hugo L.T.; Jorge Adrián V.L.; Ezequiel A.C.; y Manuel Alfredo L.G., cometieron esos ilícitos y emitieron un fallo condenatorio contra ellos.
El tercer juez, Juan Alonso Martínez Grajales, emitió un voto disidente al considerar a las cuatro personas inocentes de ambos delitos.
Por unanimidad de votos, el Tribunal emitió un fallo absolutorio a favor de José Antonio L.E., y se ordenó su inmediata libertad. Sin embargo, él continuará detenido pues meses atrás el Ministerio Público le formuló cargos por otro asesinato.
La tarde del 19 de julio, se les dictó sentencia. Los cuatro hombres encontrados responsables de intentar asesinar a siete policías municipales y al secretario de Seguridad Pública Municipal unas horas después del “jueves negro”, durante un presunto enfrentamiento a balazos, fueron sentenciados a 379 años tres meses y 10 días de cárcel; al pago de 769 mil 760 pesos como daño moral a favor de los agentes. También se les impuso una multa de 72 mil 165 pesos; y el pago de 229 mil 600 pesos al Gobierno Municipal por los daños a dos patrullas.
La sentencia fue impuesta hoy por dos de los jueces que integran el Tribunal de Enjuiciamiento pues el tercer juez los encontró inocentes.
Las familias de los sentenciados lloraron al salir de audiencia y expresaron que los jueces no tomaron en cuenta que los enjuiciados fueron torturados.
También lloraron los parientes de José Antonio L.E., declarado inocente.
“Se hizo justicia. Se supone que falta otra carpeta de investigación, el testigo protegido que tienen (por ese caso), como vio a mi hermano en el periódico junto con los otros detenidos, no está claro en si mi hermano participó”, dijo Lucía Lucero Marín, hermana de José Antonio, quien lloró al escuchar el veredicto y al salir de la sala afirmó que su familiar es inocente y explicó que él fue torturado y todo el proceso penal ha implicado para la familia un desgaste emocional y económico.
La acusación
De acuerdo con la acusación del Ministerio Público dependiente de la Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Norte, el 11 de agosto del 2022 –fecha conocida como “Jueves Negro” por la serie de ataques con armas de fuego en contra de la población civil– varios policías municipales entraron al Cereso 3 de Ciudad Juárez para contener una reyerta, que dejó un saldo de dos internos muertos y cuatro heridos.
Horas más tarde, los elementos salieron del reclusorio y empezaron a tener conocimiento de una serie de llamadas de emergencia por parte de la ciudadanía debido a ataques en gasolineras, tiendas de conveniencia, quema de camiones y otros hechos violentos en los que 11 ciudadanos fueron asesinados.
Aproximadamente a las 03:25 de la mañana, ya del 12 de agosto, a los policías de las unidades 930 y 920 les reportan desde un número comunitario la presencia de una camioneta Tahoe con posibles hombres armados, a bordo.
Los policías atendieron el reporte, ubicaron esa camioneta circulando en la calle Ajenjo Oriente de la colonia Ampliación Aeropuerto y le marcaron el alto. El conductor, que fue identificado en el juicio como Ezequiel A.C., descendió portando un arma de fuego corta con la cual presuntamente les disparó a los elementos y después ingresó a una casa en el numeral 9714 de la calle Ajenjo.
En esos momentos, de acuerdo con la versión presentada por el Ministerio Público, se realizaron varios disparos contra los municipales y resultó lesionado el policía Francisco Antonio Molina González y fue arrastrado por sus compañeros para ponerlo detrás de una de las unidades.
Los elementos pidieron ayuda y el primero en responder fue el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), César Omar Muñoz Morales, quien llegó a bordo de una camioneta blindada la cual utilizó para derribar el barandal de la casa 9714 de la calle Ajenjo, se desprende de la acusación.
Luego cuatro policías –dos hombres y dos mujeres– ingresaron a la vivienda y detuvieron a Ezequiel A.C.; Manuel Alfredo L.G.; y Jorge Adrián V.L. La agente del Ministerio Público dijo al Tribunal que, al verse superados en número, los civiles se entregaron.
Casi al mismo tiempo otros civiles que estaban en la casa subieron al techo, realizaron varios disparos y huyeron hacía la calle Anemona. De acuerdo con la versión oficial, ellos fueron observados por dos elementos de la patrulla 930 que de forma pedestre le dieron vuelta a la cuadra para llegar a esa vía donde vieron que tres masculinos saltaban del techo y pretendían llegar a un auto Chevrolet Beat 2020 naranja donde los esperaba una persona al volante.
Ahí fueron detenidos Víctor Hugo L.T., José Antonio L.E. y otra persona quien murió unas horas después de ser arrestada, William Serafín Padilla. En el juicio él fue identificado como comandante de la pandilla “Mexicle” y se denunció que fue severamente golpeado y torturado tras el arresto.
Al interior de la casa, fueron asegurados tres fusiles de calibre 2.23 y teléfonos celulares de algunos de estos se extrajeron fotografías y videos.
En el juicio comparecieron el secretario de Seguridad Pública Municipal y siete policías, entre ellos el agente herido, Francisco Antonio Molina. Este último narró que él iba en la unidad 920 y que, a raíz de los impactos de bala recibidos, sufrió una embolia pulmonar, una peritonitis y una infección generalizada, estuvo internado 35 días y en varias ocasiones se sintió en riesgo de morir. Además, expresó que la academia no los capacita para morir, explicó que le quedaron varias secuelas y exigió justicia.
Antes de cerrar su participación en los alegatos de clausura, la fiscal a cargo pidió que se exhibieron varios de los videos y fotos extraídas de los celulares. En estos se observa a un grupo de hombres al interior de una casa, portando fusiles de asalto y realizando diversos ademanes y expresiones, por ejemplo, que estaban a la orden para actuar o “sobres de ellos”.
La fiscal reconoció que solo una de las armas que se observa en los videos fue asegurada y la defensa consideró que no está preciso a qué fecha corresponde ese material.
Las contradicciones entre policías y peritos
Antes de que se emitieran los fallos, durante los alegatos de clausura del juicio, la abogada defensora denunció una serie de contradicciones en los datos aportados por los policías y los peritos.
La primera contradicción fue la hora en que sucedieron los hechos, pues los policías dijeron que fue a las 03:25 de la mañana del 12 de agosto y el radio operador de la Fiscalía recibió la llamada de auxilio a las 01:40 de la mañana, una perito en criminalística dijo haber llegado al lugar a las 01:50 y un vecino del sector escuchó los ruidos y las pisadas en el techo de su casa a las 01:30.
La segunda contradicción es en relación a las armas pues la justificación de la intervención policíaca es a partir de la idea de que el conductor de la Tahoe bajo portando un arma corta y que realizó varios disparos contra los elementos, de acuerdo a lo expuesto en la audiencia judicial.
Pero no se decomisó ninguna arma corta, solo tres fusiles de asalto, todos los acusados dieron negativo a la prueba de rodizonato y las versiones de los policías son contrarias entre sí, unos afirman que llevaba arma corta, otros que un arma larga, otros más que portaba una pistola y un fusil, además unos señalan que el conductor bajo disparando, otros que lo hizo desde la casa.
“¿Dónde está el arma corta? No fue localizada, pero fue el origen de la detención. El agente Reyes dijo que un masculino entró a la casa portando con un arma corta y una larga, ¿por qué no se aseguró? Todos dicen que al entrar los policías, mis representados se rindieron en la sala, que sueltan sus armas, pero un arma se encontró en la cocina, dos en la recámara, una de esas arriba de la cama y otra entre ropas de vestir. Hay mendacidad”, refirió la defensora.
Un tercer dato impreciso es respecto a la camioneta Tahoe.
“Si estaba frente a la casa (la Tahoe) ¿por qué no es fotografiada? No está, ni en las fotos panorámicas”, afirmó la defensora.
El vehículo Chevrolet Beat tampoco aparece en las cientos de fotografías que tomaron los peritos en la calle Anemona, fue fotografiado hasta que lo llevaron al corralón ubicado en la colonia Altavista.
La abogada defensora también explicó que se localizaron 311 casquillos e indicios de armas, pero solo siete tienen correspondencia con los fusiles calibre .223 que presuntamente tenían en su poder los acusados.
Los 311 casquillos corresponden a un total de 18 armas de fuego diferentes e incluso hay casquillos detonados por armas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de acuerdo con los peritajes oficiales.
Siete de los elementos balísticos estaban en el patio de la casa donde se supone que no hubo una intervención policíaca, evidenció la litigante.
“Hubo disparos desde la ventana, luego como un milagro suben al techo, ¡brincan al techo en una casa de dos pisos! Cuando el secretario de Seguridad tira el barandal, ellos suben al techo sin una escalera… sin motivación alguna se rinden ante los policías pedestres, pero solo iban dos policías. Es un relato no lógico. Las armas usadas desde el techo, ¿dónde están? Se encontraron tres armas dentro (de la casa) y si las armas estaban en el techo ¿por qué nadie subió al techo? ¿Por qué no se recuperaron elementos balísticos? No es cierto el relato”, afirmó la defensora.
En relación a los celulares que la Fiscalía afirma se encontraron en la casa de la calle Ajenjo tampoco están en las series fotográficas, por el contrario un perito documentó haber ido al patio fiscal donde estaba la camioneta Tahoe, a recoger un teléfono Motorola color dorado.
“Le llaman para que lo recoja en una Tahoe. Obviamente fue “plantado” o “sembrado”, evidenció la defensa de los cinco acusados.
La defensa pidió que no se le diera valor a los videos y fotografías extraídos de los celulares.
En relación a las versiones de los policías y del secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Morales Muñoz, de que les dispararon en varias ocasiones, sintieron que iban a morir y de que el hecho cambió sus vidas, la abogada señaló que los agentes tienen estándares diferentes a los ciudadanos pues deben contar con destrezas y están capacitados para enfrentamientos armados y al considerarlos víctimas en este hecho se caería en el absurdo de considerarlos como víctimas en todas las intervenciones.
“Que les tiraron bastante, pero en el vehículo del secretario solo hay daños por un impacto de bala y por el golpe al barandal. Solo de una bala… es un montaje”, agregó la abogada de los acusados.
En relación a José Antonio L.E., la representante legal retomó las declaraciones de tres testigos con lo que se dio a conocer al Tribunal que el 11 de agosto del 2022 esta persona salió a trabajar en el auto Chevrolet Beat naranja que rentaba desde enero del 2021.
El representante legal de la empresa Didi en Ciudad Juárez, dijo en el juicio que la última vez que José Antonio entró a la plataforma fue el 12 de agosto a las 01:07 horas.
Además, se presentó a los jueces evidencia de que José Antonio también laboraba para InDriver y a las 03:50 horas del 12 de agosto hizo en último viaje de la calle Acónito –muy cerca de la calle Ajenjo, donde ocurrió el supuesto enfrentamiento– a Benemérito de las Américas.
Protocolo exhibe tortura de detenidos
El Protocolo de Estambul, que fue aplicado por personal de psicología del Instituto de Estudios Psicológicos y Socioeconómicos del Tribunal Superior de Justicia del Estado a los cinco detenidos, dio positivo, evidenciando que tras ser detenidos fueron sujetos a tratos crueles e inhumanos como la golpes, choques eléctricos y asfixia.
Ezequiel A.C., fue uno de los más torturados pues hay datos de que le dispararon en un glúteo, le metieron el cañón del arma en la herida y al parecer fue violado por la vía anal. Mientras que William Serafín murió presuntamente después de haber sido golpeado, aunque oficialmente se documentó que al brincar del techo cayó en un vehículo y se lesionó de gravedad.
En su turno, la agente del Ministerio Público dio respuesta a los señalamientos de la defensa. Primero dijo que el 11 y 12 de agosto los policías trabajaron sin parar, no comieron y al momento de los hechos en la calle Ajenjo ya estaban cansados.
“Es válido entender las contradicciones, que no afectan la teoría del caso, todos vemos diferente las cosas por eso no precisan la hora”, apuntó la fiscal.
En relación a si el conductor de la Tahoe portaba o no un arma y si disparó o no lo hizo, la fiscal afirmó que era de noche y que todos los policías perciben de forma diferente las cosas y por ello consideró válidas las contradicciones.
Respecto a los resultados de las pruebas de rodizonato la representante social aseveró que existen muchas razones por las cuales no dieron positivo como el haberse sacudido las manos, lavárselas, por la toma de huellas o por el simple transcurso de las horas.
También dijo que las imágenes y videos extraídos de los celulares son válidas porque jueces federales autorizaron esas extracciones.
Sobre el resto de las contradicciones o datos imprecisos, la fiscal sostuvo la versión oficial que forma parte de la acusación.
Al final, después de que emitieron los fallos, el juez redactor Rigoberto Isaías Flores Gómez, dijo que a pesar de la serie de contradicciones de los policías en las declaraciones que hicieron ante el Tribunal y evidenciadas por la abogada defensora, las versiones de ellos son válidas.
También, dijo son válidos los peritajes.
Con las versiones de los policías y los peritajes se destruye el principio de presunción de inocencia que por ley asiste a cualquier persona, por tanto, explicó el juez redactor, con su voto y el del presidente del Tribunal se emitió fallo condenatorio por los delitos de homicidio en grado de tentativa y daños en contra de Víctor Hugo L.T.; Jorge Adrián V.L.; Ezequiel A.C.; y Manuel Alfredo L.G.
El tercer juez, Juan Alonso Martínez Grajales, emitió un voto disidente al considerar a las cuatro personas inocentes de ambos delitos y él redactará su veredicto por separado en otra etapa del proceso penal.
En relación a José Antonio el juez redactor explicó que después de escuchar a tres testigos se determinó que no participó en el ataque a balazos contra los agentes y se generó la duda de si él iba a prestar auxilio a los otros detenidos, si pretendía trasladarlos, de haber sido así el Ministerio Público no presentó las pruebas y ante la duda razonable subsiste el principio de presunción de inocencia y por tanto con unanimidad de votos, el Tribunal también emitió un fallo absolutorio a favor de José Antonio L.E., por ambos ilícitos.
El Tribunal citó a otra audiencia para el próximo viernes 19 de julio a las 12:00 horas para fijar la pena que deberán cumplir los cuatro hombres encontrados culpables.
Actualización: 20 de julio de 2024 para agregar sentencia dictada contra los imputados.
